La Manifestación de Impacto Ambiental omite datos y carece de anexos en el expediente dado a conocer por Semarnat: Centro para la Diversidad Biológica.

El proyecto de Ampliación del Muelle del Puerto de Pichilingue ya provocó reacciones entre los ciudadanos. A través del colectivo Mar Libre han lanzado una petición en la plataforma Change.org, en contra de la construcción del puerto para recibir megacruceros y demandando al Gobierno y a Administración Portuaria Integral que diga «NO»  al proyecto cuyo impacto prevén desastroso en el hábitat sensible en el que se realizaría.

Así mismo, el Centro para la Diversidad Biológica presentó ante el Poder Judicial de la Federación, una solicitud de juicio de amparo contra el proyecto, argumentando que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) viola el Acuerdo de Escazú, al omitir datos y carecer de anexos en el expediente público dado a conocer por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Alejandro Olivera, representante del Centro para la Diversidad Biológica indicó que los habitantes de La Paz no cuentan con los datos mínimos indispensables para solicitar una consulta pública, como prevé el artículo 7 del Acuerdo de Escazú, a pesar de que ya está corriendo el plazo que tienen de 10 días.

El representante pidió la suspensión definitiva, «toda vez que no existe un recurso ordinario o medio de defensa para hacer valer estas violaciones a mis derechos humanos a la transparencia, acceso a la información pública, la participación ciudadana y al medio ambiente sano, así como las garantías de legalidad y certeza jurídica, ante la autoridad responsable».

La MIA del proyecto Ampliación del Muelle del Puerto de Pichilingue en La Paz, Baja California Sur fue presentada para su evaluación y posible autorización el 11 de noviembre, según informó la Semarnat.

Un proyecto de la empresa Aquamayan Adventure S.A. de C.V, que solicita en 19 años para su construcción y 70 años más para su continuidad. Requiere un dragado de casi 80 mil metros cúbicos de lecho marino a sólo dos kilómetros del Área de Protección de Flora y Fauna Balandra.

El proyecto, además de ofrecer un par de restaurantes, un acuario, zonas de esparcimiento, una pequeña isla y un etcétera que está por verse, sería vecino de otro gigante inmobiliario, Turística Santa Cruz, que ya tiene pensado también acomodarse en la zona, donde haya campo, en un espacio de 115.086 hectáreas, demandando 636,460 litros de agua al día.