El gobierno de Baja California Sur, encabezado por Víctor Castro, declara su apoyo a la decisión de prohibir la geoingeniería solar en México; decisión que fue publicada el pasado 19 de enero en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y para la cual se hermanaron la SEMARNAT y CONACYT.

Mientras SEMARNAT plantea una estrategia para prohibir definitivamente estas prácticas en todo México, la tara de CONACYT, entre otras, será la de reunir a científicos y científicas para llevar a cabo una revisión rigurosa, tanto de los reportes existentes como de los que estarían por producirse para exponer los riesgos de la geoingeniería.

Antes estas acciones el Gobierno de Baja California Sur se dice plenamente de acuerdo y en apoyo, acorde con el respaldo en favor del medio ambiente, de la salud de la ciudadanía y de toda forma de vida y en contra de actividades que vayan en detrimento de ello, como lo es en este caso la geoingeniería solar.

Cabe destacar que este apoyo no es sólo una sincronía con el Gobierno Federal, sino que compete al Gobierno del Estado, ya que se ha informado por diferentes medios, incluyendo el DOF, que se han realizado experimentos en Baja California Sur por parte de una empresa privada, Make Sunstes, de Luke Iseman, sin previa autorización de ningún tipo.

Este tipo de acciones son las que se quieren prohibir sin excusa, para lo cual se creará el marco legal a través de SEMARNAT y el sustento científico a través de CONACYT.

El gobernador Víctor Castro se ha declarado a favor del cuidado del medio ambiente y en contra de actividades de puedan afectarlo o dañarlo, por lo que su apoyo a la prohibición de la geoingeniería solar en el estado y el país van acordes a esa lógica.

Por último, hay que señalar que la geoingeniería social es criticada desde mucho ángulos, pues aunque se vende como una solución al cambio climático a través de liberar sustancias como dióxido de azufre y otros, en la atmósfera, no se conocen las consecuencias empíricas de sta práctica a gran escala.

Por el contrario, hay suficientes estudios que demuestran los impactos negativos asociados con la liberación de estos aerosoles, tales como vientos y lluvias torrenciales, sequías en zonas del trópico y adelgazamiento de la capa de ozono del planeta.

Por si esto fuera poco, representa un peligro también el que una experimentación como ésta quede en manos de empresas particulares que, por cierto, ya comienzan a vender acciones de su producto.