El Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida en BCS (FRECIUDAV) solicitó mediante oficio dirigido a la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores González, que se garantice la permanencia de Jesús Echevarría Haro, «otorgándole la titularidad que le corresponde» en el estado.

Otra de las peticiones es que se fortalezca la Oficina de Representación de Semarnat en BCS, «facilitando la implementación de medidas necesarias para erradicar las malas prácticas de gestión ambiental del pasado, además de asegurarse que cuente con suficiente personal y que éste sea íntegro y calificado».

También solicitaron una audiencia con María Luisa Albores en la ciudad de La Paz, donde se abordarían temas para eliminar «el embate que se cierne sobre nuestro litoral, fuentes de agua en particular y en general el medio ambiente, pues requieren de una estrecha colaboración para implementar una verdadera política ambiental sustentable», señalaron.

Hay que resaltar ciertos puntos, de momento, que contiene el oficio.

El primero es que aunque los representantes del FRECIUDAV consideran un acierto el nombramiento del Lic. Jesús Echevarría Haro como encargado de SEMARNAT en BCS, les parece inexplicable que su cargo se defina como «encargado en suplencia por ausencia definitiva del titular de la Oficina de Representación de Semarnat» en el estado.

Por ello reclaman que debe haber congruencia entre las funciones y los cargos, como algo indispensable y mencionan que a Echevarría Haro se le reconoce públicamente su trayectoria en la lucha por el medio ambiente en BCS y en La Paz, además de su apego a derecho de las resoluciones y acuerdos que se emiten, por lo que piden que se le dé el cargo de titular de Semarnat en BCS y no de «encargado en suplencia por ausencia definitiva del titular de la Oficina de Representación».

Resaltaron además que en administraciones pasadas la Oficina de Semarnat en el estado emitió «Resoluciones de un considerable número de trámites sin un estricto apego a la normatividad aplicable», y que se podía notar en el portal de Semarnat que algunos de esos trámites se dictaminaban favorables de manera «sospechosamente rápida».

Y no es sólo la celeridad con la que se aceptaron sino las consecuencias de ellos. Señalan que hubo proyectos que no fueron valorados apropiadamente y que había que anular o condicionar pues fueron en detrimento del medio ambiente, como «la sobreexplotación de los recursos, principalmente el agua, así como la deforestación injustificada y la sobredemanda de generación de energía eléctrica, entre otras».

Expresan que actualmente –y desde hace mucho años– la población sufre del perjuicio causado al medio ambiente, al «derecho al agua, la salud, al paisaje, el derecho cultural y la identidad, así como nuestra soberanía, al autorizar proyectos que, como consecuencia, provocan el despojo de nuestras playas».

Por si esos puntos fueran poco, también señalan la conveniencia de que en administraciones pasadas a la que ahora encabeza Echevarría Haro s han realizado «resolutivos exprés». Quienes se han beneficiado de eso –apuntan– «alegarán mayor eficacia» en las pasadas administraciones.

Sin embargo, remarcan que la gestión ambiental que se llevó en aquellas administraciones ha desequilibrado el medio ambiente, provocando déficit de la mayoría de los acuíferos y poca disponibilidad de agua subterránea. Una crisis bastante notable en la calidad de vida de los sudcalifornianos.

Quien desee leer íntegramente el oficio, aquí está.