Desde la tribuna legislativa del Estado, Rosa González de Jesús, cuya lengua materna es el mixteco bajo-Tu’c nuu Savi, ha levantado la voz para solicitar acciones coordinadas entre los tres niveles de gobierno y los medios de comunicación con el fin de promover y preservar las lenguas y culturas originarias en Baja California Sur.

González de Jesús, ciudadana comprometida con la causa, ha señalado la urgencia de rescatar las lenguas y tradiciones de los pueblos originarios, argumentando que la falta de apoyo oficial está llevando a la extinción gradual de estas lenguas y culturas, con el consiguiente riesgo de perder un valioso patrimonio histórico y cultural.

En cumplimiento con el Decreto 3039, que designa al mes de abril como “Mes en el que las Lenguas Indígenas toman la Tribuna en Baja California Sur”, González de Jesús aprovechó la ocasión para denunciar la persistente discriminación que enfrentan los grupos indígenas en la actualidad, incluyendo la discriminación por su apariencia física, color de piel, lenguaje y vestimenta tradicional. Además, expresó su preocupación por la apatía de las nuevas generaciones hacia sus lenguas y culturas ancestrales.

En este contexto, la activista destacó la responsabilidad del Congreso de dar seguimiento a los compromisos establecidos en la Ley Estatal de Asuntos Indígenas y Afromexicanos, instando a las autoridades a no dejar en el olvido las acciones necesarias para proteger y promover las lenguas y culturas originarias.

Asimismo, González de Jesús hizo un llamado a los medios de comunicación, lamentando la falta de acciones concretas en los grandes medios para promover el uso y fortalecimiento de las lenguas indígenas en las comunidades de Baja California Sur. Subrayó la importancia vital de preservar y recuperar estas lenguas, ya que su desaparición conlleva la pérdida irreparable de una parte fundamental de la identidad cultural de la región.

En conclusión, la petición de González de Jesús resalta la necesidad urgente de tomar medidas concretas para proteger y revitalizar las lenguas y culturas originarias en Baja California Sur, no solo como un acto de justicia social, sino también como un imperativo para salvaguardar la diversidad cultural y el legado histórico de la región.