La XVI Legislatura del Congreso del Estado de Baja California Sur ha dado un paso significativo hacia la transparencia y la responsabilidad gubernamental al aprobar el Código de Ética del Poder Legislativo, un instrumento que vincula directamente con la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado y Municipios del Estado. Este código, fruto de un proceso de discusión y consenso, establece una serie de normativas internas destinadas a promover un comportamiento ético entre los servidores públicos.
Entre las disposiciones contempladas en este código se encuentran definiciones claras y precisas de conceptos como el acoso sexual, acoso laboral, hostigamiento, conflicto de intereses y discriminación, así como la reafirmación de los valores del deber en el servicio público. Su elaboración fue propuesta por la Junta de Gobierno y Coordinación Política, en representación de las diversas fracciones parlamentarias, y fue avalado de manera unánime por todos los integrantes del pleno.
Este código cobra especial relevancia al estar alineado con el Artículo 16 de la Ley de Servidores Públicos, que establece la obligatoriedad de observar un código de ética emitido por las autoridades competentes. Además, consta de diez capítulos que abordan aspectos fundamentales como los Principios Rectores del Servicio Público, los Valores del Servicio Público y los Compromisos con el mismo.
Es importante destacar que este código será sometido a la validación de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción de Baja California Sur, tal como lo dispone la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado y Municipios. Esta validación garantizará su congruencia con los lineamientos anticorrupción y su efectividad en la promoción de una conducta íntegra por parte de los servidores públicos.
Durante la discusión en el pleno legislativo, la diputada Eda Palacios expresó su gratitud por la inclusión de sus propuestas, resaltando la importancia de contar con un código que regule el comportamiento ético dentro del Congreso del Estado. Palacios enfatizó que este código no solo es una guía moral, sino que también contribuirá a fomentar una cultura de civismo en el ejercicio de la función pública.
Por otro lado, la diputada María Luisa Ojeda González presentó una reserva durante la discusión particular del código, haciendo hincapié en la fracción primera, inciso S del artículo 19, que aborda la conducta económica de los servidores públicos. Ojeda González argumentó que dicha disposición podría limitar injustamente los derechos de los trabajadores y afectar su libertad personal. Esta reserva fue aprobada por la mayoría del pleno, lo que resultó en la aprobación final del código con dicha modificación.
En conclusión, la aprobación del Código de Ética del Poder Legislativo en Baja California Sur marca un hito en el camino hacia una gestión pública más transparente y responsable. Este documento no solo establece pautas claras para el comportamiento ético de los servidores públicos, sino que también refleja el compromiso del Congreso del Estado con los principios de integridad y buen gobierno.