Gilberto Piñeda Bañuelos
Nunca supe, hasta ahora, por un cartel que publicó el Instituto Sudcaliforniano de Cultura, qué hace más de 30 años, el 27 de abril de cada año se conmemora el Día Internacional del Diseño (Gráfico) y a partir de 2012 como Día Internacional del Diseño de la Comunicación, que fue una iniciativa del ICO-D (Consejo Internacional de Asociaciones de Diseño Gráfico) en Londres y retomada por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Al ver el cartel me hizo hacer memoria de lo que paso por muchos años en las aulas de la Preparatoria Morelos y a partir de 1974 como CCH Morelos (Colegio de Ciencias y Humanidades, incorporado a la UNAM), que quiero socializar aprovechando el día.
Ingresé a la preparatoria Morelos, 3 meses después de haber terminado la carrera de Arquitectura en la Universidad de Guanajuato en 1971 impartiendo la clase de DIBUJO CONSTRUCTIVO en el taller que ahora es el Aula “A”; permanecí en la preparatoria Morelos en tiempo parcial por 43 años, hasta el 27 de agosto de 2014 que me jubilé, hasta ese momento, impartiendo los Talleres de Diseño Gráfico, Expresión Gráfica (que también es diseño) y Diseño Ambiental, las dos últimas son materias obligatorias de la UNAM y el TALLER DE DISEÑO GRÁFICO es una materia optativa para la formación integral de las y los jóvenes del CCH Morelos que se inscriben voluntariamente por su interés, ya que hay otros talleres artísticos.
No recuerdo con exactitud el año en que se empezó a impartir el TALLER DE DISEÑO GRÁFICO, solo recuerdo que al iniciar la década de 1980 todos los grupos llevaban el TALLER DE DIBUJO (a mano alzada), pero como yo era de tiempo parcial, estuvo un compañero a quien recuerdo con mucho afecto, Arturo de la Rosa Villorín, Arquitecto egresado de la UNAM, y entre los dos, me parece que propusimos a la administración de la escuela la sustitución por el TALLER DE DISEÑO GRÁFICO y desde entonces se imparte en el CCH Morelos, ahora por el profesor Raúl Edgardo Marmolejo Piñeda, Diseñador Gráfico.
En las carreras universitarias, en la vida profesional y comercial actual, desde hace ya varios años, el DISEÑO GRÁFICO, por la modernidad tecnológica, se olvidó del trabajo a mano alzada o con instrumentos, para eso están los computadores que se encargan de “pulir” los diseños gráficos; ahora, no es necesario saber dibujar y trazar manualmente, bastaría con la tecnología y la creatividad, cosa que no sucedía en el pasado. En el pasado había creatividad y técnica, la tecnología que conocemos ahoar, vino después.
En mi caso, que provengo de la generación de los sesenta y setenta, las clases siempre las impartí a mano alzada con gis y pizarrón y de manera individualizada a lápiz y papel en cada mesa de trabajo con cada alumno y aluna, nunca estuvimos frente a un computador, pero fue una historia de la práctica docente muy bonita, y yo diría que más didáctica, que pudo haber desarrollado mayores habilidades manuales y por supuesto, creatividad.
Recuerdo que en el TALLER DE DISEÑO GRÁFICO al inicio poco utilizamos el color, la mayoría de los diseños eran a lápiz o a tinta, pero poco a poco se integró el contraste (blanco y negro) y la teoría del color aplicada a los diseños; los diseños eran al inicio solo geométricos, siguiendo la tradición del TALLER DE DIBUJO CONSTRUCTIVO y el TALLER DE DIBUJO que le precedieron, y después se avanzó un poco hacia los diseños más orgánicos aunque siguieron dominando los geométricos.
Como los grupos eran muy numerosos, hubo que diseñar una estrategia didáctica que integrara a las y los estudiantes con habilidades y sin habilidades, que los mantuviera en las dos horas de clase atentos, de tal suerte que el producto del trabajo creativo resultara de mediana y alta calidad, listos para la exposición semestral de todos y todas, sin excepción. ¿Qué hice?: seguí la génesis metodológica del diseño arquitectónico y lo aplique en el diseño gráfico, a partir de lo que llame en mis cursos: las CONDICIONANTES DEL DISEÑO, que no es otra cosa más que seguir las indicaciones de forma que no deberían faltar en cada diseño que elaboraban las y los estudiantes.
El TALLER DE DISEÑO GRÁFICO se impartía en dos cursos que podían tomar entre primero y cuarto semestre, mientras que el TALLER DE EXPRESIÓN GRAFICA que es otra materia de diseño que se impartía en quinto y sexto semestre. En ambas materias, el uso de la silueta era un elemento del diseño que pocas veces podía faltar, para elaborar las siluetas no era necesario saber dibujar pues se tomaban de alguna publicación y se recortaban con mucho cuidado y así la podían utilizar en cualquier lugar de la hoja papel que utilizaban, en el caso del TALLER DE DISEÑO GRÁFICO se utilizaba cartulina negra y lápices de colores blandos (prismacolor, de preferencia) y en el TALLLER DE EXPRESIÓN GRÁFICA se utilizaba papel ilustración, plumiles y pintura acrílica.
Las CONDICIONANTES DEL DISEÑO había que cumplirlas a cabalidad, por lo tanto podría decirse que había una restricción en la creatividad, y lo que encontramos es que a pesar de ser las mismas condicionantes, cada diseño tenía su propia creatividad, lo cual nos comprobó muy pronto que era acertada la metodología utilizada. Por ejemplo una primera condicionante del diseño podía ser que trazaran 10 líneas verticales y 10 líneas horizontales formando una retícula, ¿Qué pasaba? Algunos ponía las líneas a la misma distancia, otros, todas la líneas a diferente distancia, otros la mitad a una distancia y la otra mitad a otra distancia, etc., así que la retícula que era el resultado, era diferente en todos los alumnos; una según condicionante podía ser que cada espacio sería de un solocolor pero con diferentes tonalidades, o de tres colores primarios de diferentes tonalidades, etc., así que el colorido del diseño resultaba diferente en cada diseño; una tercera condicionante podía ser que utilizaran cinco siluetas sobrepuestas de una bailarina de ballet, sin color, o sea que sería negra pues era el color de la cartulina; al final en las exposiciones semestrales se veían los resultados, así que se han de imaginar las cosas que pasan por la cabeza cuando quieres recordar algo así.
Allá por 1983, Francisco Merino que era profesor del TALLER DE PINTURA pintó un mural con la silueta de José María Morelos sobre puesta y en color, en la pared de la planta alta de uno de los edificios que dan al Boulevard Forjadores; al siguiente semestre o después, no me acuerdo, influido por el mural del Merino, se me ocurrió decirle a las y los estudiantes del TALLER DE DISEÑO GRAFICO que habría una selección de sus diseños para pintar la pared interior al fondo de las aulas; tomamos el salón por asalto cuando no había clases o los sábados y los estudiantes plasmaron los primeros murales que hubo en la prepa dentro de los salones; al principio hubo un altercado con la administración porque “lo hicimos sin permiso” y ahí estuvieron varios años, hasta que un día los quitaron por indicaciones de la administración de la escuela; entonces vino una segunda etapa de murales de las y los alumnos, y volvimos “a tomar por asalto” las bardas de la escuela y así quedó como tradición, pues ahí duraban los diseños dos años y cuando salía la generación se pintaban los diseños de la siguiente generación y así sucesivamente. Una experiencia académica INOLVIDABLE, espero que así haya sido también para las y los estudiantes. No lo sé.
Menos se me olvida que el año de mi prejubilación, cinco estudiantes del TALLER DE EXPRESIÓN GRÁFICA que iban graduarse, se fueron a examen extraordinario por faltas, lo hicieron y pasaron; pero pasó algo el mero día de su graduación, nunca supe el motivo, pero se pusieron de acuerdo por la noche, consiguieron una foto mía, la transformaron en formato stencil, la dibujaron en papel Kraft de casi dos metros, y elaboraron un diseño con la silueta en stencial con una frase muy singular que me escucharon más de una vez en el salón cuando alguien faltaba a la clase anterior: ¿Y TU YA NO VAS A VENIR A LA ESCUELA… CABRÓN!!. ..Y parece que ahí está todavía el mural, aunque le borraron la última palabra… probablemente por “altisonante”.
La Paz, Baja California Sur, a 27 de abril de 2023.