Colectivo exige claridad e información por parte de las autoridades e invitan a participar a la ciudadanía

La tarde de este domingo se reunieron en «las letras» del Malecón de La Paz un grupo de ciudadanos, artistas locales, ambientalistas y activistas para manifestar su inconformidad con el proyecto de ampliación de muelles de Pichilingue y con el modelo económico que consideran afectaría negativamente al puerto.

La manifestación fue convocada por el Colectivo Torpedo, uno más de los grupos que representan esa parte de la población en desacuerdo con el proyecto de ampliación de muelles en Pichilingue por la empresa Aquamayan, que recibiría a cruceros tipo Oasis, con una capacidad aproximada de 6 mil turistas.

Alejandro Águila, integrante del Colectivo Torpedo, invitó a las personas a participar en la consulta ciudadana a través de la cual se harían llegar a las instituciones federales las opiniones, sean expertas o no, del pueblo paceño respecto a la construcción del proyecto en Pichilingue. Proyecto que sería la representación de un modelo económico nocivo social y ambientalmente para La Paz, según esta postura.

Alejandro Águila, respecto al modelo económico referido y al problema socioambiental, hizo referencia a una situación paralela en Cozumel, donde el Colectivo Contra también está luchando porque no se realice un proyecto más en Cozumel de megacruceros. Ambos colectivos han realizado un conversatorio para compartir experiencias e informar, alertando de lo que podría suceder en el Puerto de Ilusión.

En relación a los beneficios que podría acarrear la llegada de cruceros a La Paz, Alejandro Águila descartó que fuese un beneficio real y comentó: «Las empresas de buceo nos dicen que están batallando muchísimo cuando llegan los cruceros. Cuando llega un turista todo lo contrata arriba del crucero». «No están dejando una derrama real y lamentablemente, como en Cozumel, se están acabando los corales. La contaminación en aire, suelo y agua está acabando con toda la biodiversidad marina».

El activista resaltó el impacto que podría tener en la vida marina, por ejemplo la del tiburón ballena, una de los tesoros vivientes –uno de tantos– que existen en nuestra tierra.

Agregó que, precisamente porque no existe aun el modelo de megacruceros, es por lo que La Paz todavía se mantiene como «la puerta al acuario del mundo», habiendo también entre su población movimientos de conservación marina. Mencionó que no quieren un modelo como el de Cabo San Lucas y que los que de verdad se llevan las grandes cantidades de dinero que funciona como estandarte y promesa de estos proyectos, son los grandes empresarios, una concentración del capital.

El Colectivo Torpedo quiso recordar al Ayuntamiento que el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) no permite proyectos como el que se propone en Pichilingue, dato que ya había reconocido la presidenta Milena Quiroga y declarado que se apegarían al PDU. Por último, exigieron claridad e información completa por parte de las autoridades a la población, así como un exhorto a la población para que se acerque y participe.

El proyecto de ampliación de muelle en Pichilingue se encuentra por ahora a la espera de la resolución de Manifestación de Impacto Ambiental por Semarnat, pero ya adelantó una supuesta «garantía» de 40 millones de pesos a API-BCS durante la administración de Mendoza Davis y que no fueron presentados en las cuentas de API-BCS al gobierno de Víctor Castro, según lo informó el director de la paraestatal, Narciso Agúndez Gómez.