El monitoreo científico más exhaustivo de arrecifes rocosos que se realiza en el Golfo de California alcanza 25 años de trabajo ininterrumpido. Para celebrar este cuarto de siglo, 18 especialistas se embarcaron el pasado 16 de septiembre en la Paz, Baja California Sur rumbo a una expedición de 30 días para monitorear el estado de 120 ecosistemas marinos y costeros.

El Dr. Octavio Aburto, docente del Scripps (SIO) Instituto de Oceanografía en la UC de San Diego y el investigador principal de esta expedición, inició en 1998 esta iniciativa inspirado en la publicación de Norman Myers en la que destacaba la importancia de proteger aquellos sitios del mundo valiosos por su biodiversidad.

“Nos subimos cuatro investigadores a una camioneta con una lancha inflable, nuestros tanques de buceo y nos fuimos costeando, visitando muchos de los lugares que pescadores y conocedores del Golfo nos habían recomendado como prioritarios”, recuerda el Dr. Octavio Aburto acerca de la primera aventura de este proyecto.

En estos últimos 25 años, este programa ha logrado monitorear más de 600 arrecifes, ha realizado más de medio millón de registros de alrededor de 3 millones de individuos (contados y medidos) de cerca de 800 especies y ha permitido el diseño de un modelo que alertó sobre la urgente protección de 15 regiones prioritarias.

Esta extensiva base de datos ha permitido a ecologistas marinos y científicos conservacionistas extender nuestro entendimiento de los procesos ecológicos y oceanográficos que influyen en la productividad del Golfo de California. Inicialmente, el Dr. Aburto colaboró con colegas en la SIO y la Universidad de Baja California Sur (UABCS) para desarrollar un modelo para identificar áreas prioritarias para su conservación. Este esfuerzo culminó en una propuesta para una red de reservas marinas que se extienden desde las islas en el norte del Golfo hasta la Isla Cerralvo y Cabo Pulmo en el sur.

A pesar de que no todas las áreas propuestas han recibido protección, muchas sí se han concretado y los monitoreos han continuado evaluado su estado ecológico. El Dr. Aburto apunta: “Sin este programa nunca se hubiera mostrado, por ejemplo, que el Parque Nacional Cabo Pulmo tuvo una recuperación de 463% de la biomasa de peces en 10 años de protección”.

Sin embargo, este éxito sigue siendo un caso atípico, ya que a otras áreas protegidas no les ha ido tan bien. El Dr. Fabio Favoretto, un candidato a postdoctorado en el Laboratorio del Dr. Aburto, recientemente publicó un análisis sobre cambios inducidos por el clima en las comunidades de arrecifes. Él observa que los datos revelan una tendencia a la “tropicalización” en los arrecifes del sur del Golfo de California, misma que está causando cambios en su función y estructura ecológica.

Esta investigación también calculó un aumento de temperatura de 1 grado centígrado con respecto a la década pasada (2010-2020) y reportó un aumento de 3 veces en la frecuencia de olas de calor marinas extremas. Estos cambios ambientales han llevado a la homogeneización de las condiciones y la reconfiguración de los arrecifes rocosos con un declive de la biomasa de peces de un 43% y un declive de la abundancia de invertebrados de un 35%. Las implicaciones a largo plazo de estos cambios son inciertas al día de hoy, aumentando la necesidad de una investigación continua y de la elaboración de estrategias de mitigación efectivas.

A través de los años, el Programa de Monitoreo Ecológico se ha convertido en una iniciativa colaborativa en donde una diversidad de científicos, investigadores y académicos de México y Estados Unidos, participan.

Mientras el monitoreo de peces e invertebrados ha mantenido una metodología consistente, el equipo de investigación ha integrado progresivamente nuevas tecnologías y metodologías y ha extendido la investigación a diversas temáticas con el fin de ofrecer una perspectiva ecológica más comprensiva.

Catalina López-Sagástegui, Directora del Gulf of California Marine Program (GCMP) en el Instituto de las Américas, quien ha respaldado el Programa de Monitoreo desde el 2008 comenta: “los arrecifes rocosos no existen en forma aislada. A medida de que disponemos de nuevas herramientas, técnicas y conocimientos, es imperativo que los programas de investigación se adapten. Además de peces e invertebrados, el programa ahora incluye la investigación oceanográfica, mamíferos marinos, tiburones, plancton algas y manglares.

Durante sus 25 años de existencia, el programa ha permitido a los científicos monitorear los cambios ambientales y evaluar la salud integral del ecosistema de esta región. El Dr. Aburto y su equipo han analizado la eficacia de las áreas marinas protegidas para salvaguardar la biodiversidad marina. Aunque hay casos de éxito como el de Cabo Pulmo, los datos revelan una tendencia preocupante de deterioro de la salud de los arrecifes rocosos. El Dr. Fabio Favoretto añade: “Estamos asistiendo a un declive de la biodiversidad marina; ciertas zonas se están volviendo menos productivas, y aún está por determinar el alcance total del impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos del Golfo de California.”

Los beneficios del programa van más allá del ámbito de la investigación académica. Los datos generados han servido de base a estrategias de conservación y gestión y han alertado a las partes interesadas sobre cambios medioambientales a gran escala que podrían afectar al turismo y la pesca. Además, el programa sirve de valioso campo de entrenamiento para estudiantes y científicos que inician su carrera, fomentando oportunidades para nuevas colaboraciones multidisciplinares.

“El GCMP ha apoyado firmemente el programa de vigilancia de los arrecifes rocosos, no sólo por sus contribuciones científicas, sino también como conducto para fomentar la colaboración binacional y multidisciplinar. Estamos comprometidos con los principios de transparencia y acceso abierto en la difusión del conocimiento”, afirma Catalina López-Sagástegui, Directora del GCMP. Para consolidar este compromiso, el GCMP instituyó una política de acceso abierto, que permite a los investigadores con limitaciones financieras o geográficas utilizar los datos.

López-Sagástegui explica: “Nuestra plataforma, dataMares, ofrece 25 años de datos acumulados, accesibles a cualquier persona interesada en avanzar en la investigación más allá de nuestro ámbito inmediato. El único requisito es la atribución adecuada a los investigadores que han recopilado diligentemente los datos.”

Los arrecifes rocosos del Golfo de California sirven de hábitat a una gran variedad de especies y sustentan tanto la pesca como una floreciente industria turística. La salud de estos ecosistemas está intrínsecamente ligada a las economías locales y regionales y sustenta a miles de familias. Mientras nos preparamos para un futuro marcado por las incertidumbres del cambio climático, se hace cada vez más evidente la necesidad de programas de investigación a largo plazo como la iniciativa de monitoreo de los arrecifes rocosos.

Conmemorar 25 años de monitoreo continuo es un logro significativo y posible gracias a los esfuerzos de colaboración de la Institución Scripps de Oceanografía, el GCMP en el Instituto de las Américas y el Centro para la Biodiversidad Marina y la Conservación A.C., y con la colaboración de 14 instituciones académicas y de investigación, más de 30 científicos, al menos 200 estudiantes, 11 organizaciones conservacionistas, más de 12 fotógrafos y videógrafos, seis diseñadores gráficos y web, más de 17 miembros del sector privado y muchas otras personas, tanto en tierra como en el mar, que han participado y brindado su apoyo a lo largo de los años.

La campaña de monitoreo 2023-2024 contará con la colaboración de investigadores de la UABCS y del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste en La Paz, Baja California Sur, además de un equipo de fotógrafos y videógrafos que documentarán la expedición. Este enfoque multidisciplinario generará material visual y científico que se compartirá mediante distintos productos y a través de diferentes canales.

Desde análisis de datos y artículos científicos, hasta material de comunicación científica para redes sociales o documentales científicos y de conservación. La variedad de productos que genere el programa de monitoreo apoyará los esfuerzos en curso para promover la conservación y una cultura de acceso abierto en las ciencias. Al destacar el trabajo que este equipo binacional de expertos está realizando en los arrecifes rocosos del Golfo de California, el objetivo es llamar la atención sobre la importancia de la exploración y la ciencia para aumentar nuestro conocimiento sobre la salud de los ecosistemas marinos y la conciencia sobre la necesidad de iniciativas de conservación y gestión que ayuden a construir un futuro sostenible y resistente para la región.