Esta iniciativa reconoce la importancia de la salud mental en el rendimiento laboral y la calidad de vida.

La Paz, Baja California Sur.- La XVI Legislatura del Congreso del Estado de Baja California Sur aprobó por unanimidad una reforma significativa que impactará positivamente en la salud de los trabajadores del sector público. La modificación al artículo 44 de la Ley de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado y Municipios busca garantizar que los entes públicos ofrezcan atención en salud preventiva y mental a sus empleados.

La iniciativa, presentada por la Diputada Eda María Palacios Márquez y respaldada por la Comisión Permanente de Asuntos Laborales y de Previsión Social, tiene como objetivo abordar los síntomas tempranos de enfermedades y trastornos relacionados con el estrés, la ansiedad, la depresión y otras patologías que afectan a quienes desempeñan funciones en los poderes del Estado, municipios e instituciones descentralizadas.

Esta reforma, alineada con la norma oficial mexicana NOM-035-STPS-2018 sobre factores de riesgo psicosocial en el trabajo, se centra en la identificación, análisis y prevención de dichos riesgos. Su propósito principal es crear entornos organizacionales favorables que mejoren la calidad de vida de los trabajadores y contribuyan al rendimiento óptimo de las instituciones donde prestan sus servicios.

La Comisión dictaminadora, al evaluar la propuesta, destacó la importancia de prevenir y abordar de manera proactiva los problemas de salud mental que puedan surgir en el entorno laboral. Considerando que estos problemas son una realidad contemporánea que debe abordarse de manera integral, se propuso una enmienda adicional para establecer la obligación normativa de los Titulares de los Poderes del Estado y Municipios. Esta obligación implica implementar acciones concretas que fomenten la salud mental de los trabajadores.

La reforma permitirá que las dependencias del sector público realicen convenios con instituciones de salud pública, fortaleciendo la colaboración entre el gobierno y el sistema de salud para lograr los objetivos planteados. Este enfoque proactivo refleja un compromiso con el bienestar integral de los trabajadores, reconociendo la importancia de la salud mental en el rendimiento laboral y la calidad de vida.