Lo sucedido con la doctora es reflejo del problema sistémico de la violencia contra la mujer. La violencia sexual ejercida por un hombre contra ella, trae de nuevo a la vista al patriarcado: Un sistema de poder que favorece a los hombres, subordina a las mujeres y está enclavado muy adentro de nosotros y nosotras.

Lo que ocurrió con la doctora una prueba del sistema patriarcal y machista en el que vivimos. Someter, en cuerpo y mente, a las mujeres a un estado constante de miedo. Ni en lo público ni en lo privado están a salvo.

Preocupante es la manera que este sistema patriarcal pone a la mujer como objeto de deseo. Un utensilio para usarse a conveniencia del varón. Noemí Otero y Adriana Fernández dicen que en el acto de violación está la finalidad de dominar y coartar la libertad de sexual dando como resultado un daño a su integridad.

En Baja California Sur las cifras acerca de violaciones a mujeres no son claras. Con datos del documento Información sobre violencia contra las mujeres del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, muestra que de enero a julio de este año se han registrado 195 <<presuntos delitos de violación>>, ocupando el tercer lugar nacional en el índice del delito por cada 100 mil habitantes. La media en México es de 10.7.

El terrible acto nos recuerda la sociedad machista que somos. No es un hecho aislado. Sin embargo, como ha comentado la doctora Lorella Castorena, la mayoría de las violaciones ocurren en ámbito familiar, pero son menos conocidos. En cambio, en una ciudad como La Paz, los hechos como éste son más visibles, pero mucho menos frecuentes.

La indignación hizo que la ciudadanía saliera a marchar. Protestar para exigir justicia y seguridad a las autoridades. Gritar. Exigir. Son necesarios para caminar al cambio.

#EnNuestraOpinióndeMierda creemos también es urgente ponernos a reflexionar sobre porqué nuestra sociedad está pasando por esto. Necesitamos entender cuáles son las implicaciones de este fenómeno de violencia sistematizada contra la mujer que va mucho más profundo.

Foto de Daniela Pérez