Dr. Sergio Beltrán

Al decir Coronavirus nos referimos a una familia (un grupo de virus) dentro del cual aparece “un nuevo miembro” denominado inicialmente Covid-19. El nombre abreviado de la enfermedad es SARS-CoV-2. El doce de diciembre del 2019 se detectan 29 casos de neumonía atípica asociados epidemiológicamente (estuvieron en mercado de comida en Wuhan).

El primero de enero del 2020 se clausura dicho mercado. Siete días después se determina como agente causal de dichas neumonías al nuevo miembro de los coronavirus. El 20 de Enero del 2020 se exporta a Tailandia, Corea y Japón; el 11 de Marzo del 2020 la OMS lo declara pandemia, mientras que el 28 de febrero 2020 se detecta el primer caso en la CDMX: un masculino de 35 años, caso importado de Italia. El 12 de Abril del 2020 tenemos el primer caso de SARS-CoV-2 En Guerrero Negro, Baja California Sur.

Se trata de una persona del sexo masculino de 50 años de edad. Caso importado, estable y sin más detalles (lo más probable del estado norte). Desde entonces, me llegaron mensajes llenos de angustia, de miedo, de fobia, de ansiedad y todo por una razón: “la incertidumbre”. Se ha incrementado como causa de consulta: trastornos ansiedad, ataques de pánico o crisis de angustia, agorafobia, insomnio, cefaleas tensionales y estados depresivos en Guerrero Negro.

Pregunta abierta: ¿El gobierno y la Secretaria de Salud están manejando adecuadamente la información hacia la población? En lo personal me parece que NO, pues tenemos una población angustiada y temerosa. Si el argumento oficial es no provocar miedo en la población, evidentemente no se está cumpliendo con el objetivo, al menos que haya otros intereses de por medio al no querer o no saber cómo informar.

La paradoja social que veo es que NUNCA jamás en la historia había existido tanto acceso a la información y de forma increíble los niveles de DESINFORMACIÓN, MIEDO Y PARANOIA son altísimos debido al mal uso (o no uso) de esta información.

Recomendaciones:

Era inminente y lo vengo diciendo desde semanas atrás, la llegada del SARS-CoV-2 a México, a BCS y al municipio de Mulege. Sabemos que es un Masculino y se encuentra estable (70% de los casos en México son estables y ambulatorios, deseamos sea el caso), no queremos saber el nombre, ni la familia, deseamos se haga el cerco epidemiológico correcto, detección y aislamiento de los contactos en los sitios y poblados donde tuvo contacto directo, que todos esos contactos se aíslen estrictamente (en caso de una negativa se imponga sanciones legal),

Que se dé un seguimiento adecuado a los contactos y sus contactos, que la población del municipio refuerce las medidas de aislamiento. Aclaro, este caso importado en base a la historia natural de la enfermedad pasó por el paralelo 28 ANTES de que se impusieran las medidas actuales de restricción, debió haber pasado de 14 días a la fecha, quizá paso asintomático (pero portador) en ese momento.

Envié un correo (mensaje) al Gobierno de BCS (sin éxito), al diputado Humberto Arce y al presidente municipal Felipe Prado Bautista, en donde les hago la propuesta de realizar, como lo hace el gobierno federal, por medio de conferencias (con medios de comunicación presentes) llevadas a cabo por el personal competente donde se INFORME y se EDUQUE a la población del estado.

No hay otra forma para despertar conciencia, que por años han estado dormidas, y lograr cambios positivos en nuestra actitud que por medio de información verdadera, llevada adecuadamente a la población a los que tienen angustia, a los que se cuidan y a los que no les importan.

Tenemos un caso en el municipio. El índice de transmisión es de 1:2.5-3 personas. Si llegó de China a Guerrero Negro (miles de miles de kilómetros) llegará inminentemente a Vizcaíno o San Ignacio u otros sitios).

El pánico NO ayuda, las medidas preventivas SI ayudan, para eso requerimos información, compromiso y educación, es la oportunidad que tiene el gobierno de unirse con el pueblo.