Sin duda, los días que no apareció debido a su encierro obligatorio por COVID-19, ocasionaron que el alcalde Rubén Muñoz Álvarez aumentara su presencia con una estrategia en redes sociales digitales, medios de comunicación y entrega de despensas justificadas por la crisis.

La pandemia permitió, sin quitar mérito a las buenas intenciones de jóvenes, que organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, los políticos utilizara la crisis sanitaria como una forma de promover su figura de casa en casa como si se tratase de una campaña electoral en forma.

En este sentido, Rubén quiere que el Cabildo de La Paz le permita utilizar 3 millones 792 mil pesos para crear un fondo para “dotar de alimentos, suministros de salud y gastos de operación para su cabal cumplimiento, a la población vulnerable”.

En esta trigésima cuarta sesión ordinaria, solicitará la reasignación de obras, acciones y montos correspondientes al Fondo para Infraestructura Social Municipal y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal (Fortamun). Con este último, a su regreso Muñoz Álvarez fue a entregar casa por casa una beca para estudiantes: ¿campaña política o preocupación real?

No es la primera vez que utiliza la pandemia para obtener la anuencia de los regidores. Intentó pedir préstamos y justificó la venta de un terreno de donación, a favor de Al Mar Residencia, proyecto inmobiliario de Miguel Sánchez Navarro.