Ayer, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, advirtió que de acuerdo al problema de desabasto de agua potable, su gobierno aplicará una veda en los estados del norte del país, para las empresas cerveceras: no podrán abrir las plantas.

Aclaró que no se frenará la producción pero exhorta a las compañías cerveceras a que se instalen al sureste de México.

«No es decir: “ya no vamos a producir cerveza”; es decir: “no se va a producir cerveza en el norte”, o sea, ya veda. ¿Quieren seguir produciendo cerveza, aumentando la producción? Todo el apoyo para el sur, sureste, ahí están los ríos Grijalva, ahí está el Usumacinta, ahí está el Papaloapan», dijo.

Agregó que efectivamente el gobierno intervendrá, porque –a diferencia de los neoliberales– expresó, no se pondrá lo económico por encima de todo lo demás, como puede entenderse que es el agua y otros bienes básicos.

Hoy en día los más de 5 millones de ciudadanos de Monterrey tienen series restricciones de agua –una de las ciudades más pobladas y al mismo tiempo con mayor producción de cerveza en el país, que a su vez es el exportador número uno de cerveza del mundo (2021).

Ante esto, López Obrador cuestionó la situación de sequía en el norte, y dijo que no se puede exponer a la población, por otra parte, al agua extraído de mantos que presentan altas cantidades de arsénico. Por lo pronto lo principal, mencionó, es asegurar el agua para el consumo humano –pero en su estado primero, sin cebada– mientras que el gobierno evaluará para asegurar la correcta concesión del agua.

El presidente hizo notar que, según sus datos, su gobierno no ha otorgado nuevas concesiones para explotar este elemento.