Por Gilberto Piñeda Bañuelos

Después de 8 largos meses, concluí satisfactoriamente el semestre sabático y  la estancia de investigación gráfica en  el Departamento de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato, regreso a La Paz y me encuentro con una noticia: se cerró el registro de candidatos a la Rectoría y solo hubo un candidato registrado que es el actual Rector, Dante Arturo Salgado González, que sigue en funciones pero busca la reelección, ya que el artículo 17 la Ley Orgánica vigente lo permite, dice: “El Rector es la máxima autoridad ejecutiva, representante legal de la Universidad y presidente del H. Consejo General Universitario. Durará en su cargo cuatro años y podrá volver a ocuparlo por un periodo consecutivo más, de igual duración”; curiosamente, el artículo 14 de la primera Ley Orgánica, la de 1975, no permitía la relección, decía: “El Rector será la autoridad ejecutiva de la Universidad y representante legal de la misma. Durará en su encargo cinco años y no podrá ser reelecto para el periodo inmediato”, o sea, que Ángel César Mendoza Arámburo, gobernador en aquel entonces que envío la iniciativa de Ley Orgánica al Congreso siguió fiel a la demanda maderista o antiporfirista de ¡Sufragio Efectivo, no Reelección! que finalmente quedó plasmado en la Constitución de 1917: si el presidente no se podía reelegir, tampoco el Rector, debió haber pensado (aunque no pensó en que si el presidente se elige por el voto universal, directo y secreto, también el Rector se podría reelegir así, como se eligen al director y subdirector en el CCH Morelos desde 1974, pero no lo hizo).  Todo cambió con la crisis universitaria temprana en la UABCS en 1978, desde entonces, se implantó la reelección, y pues el mismo gobernador, cambió de opinión de la noche a la mañana.

Solo hubo una excepción de corta duración  en otra de las crisis universitarias después de una huelga prolongada en 2007 que dio lugar a una reforma de la Ley Orgánica en donde se estableció que la elección del Rector sería por voto universal, directo, secreto y ponderado, y que no habría reelección del Rector; sin embargo a pesar del contenido democrático de la reforma a la Ley Orgánica de 2007, los transitorios  fueron extremada y paradójicamente autoritarios en la nueva Ley, pues le otorgó facultades al gobernador en turno, Narciso Agúndez, a destituir al Rector y sus funcionarios, y nombrar un Rector interino de sus confianzas violando la autonomía universitaria, con el agravante que este Rector, Samuel Flores, solo hizo el ridículo en la Universidad, aunque  se vio obligado a organizar las primeras y únicas elecciones democráticas que le obligaba la Ley Orgánica, habidas en la Universidad por voto universal, directo, secreto y ponderado de académicos, estudiantes y administrativos en 2010, en donde participaron cinco candidatos, dos de ellos con proyectos claramente confrontados, uno organizado desde arriba encabezado por Rodrigo Guerrero y otros organizado desde abajo encabezado por Alfredo Beltrán; mientras que los otros tres candidatos, representaban  a figuras destacadas afines a Jorge Vale Sánchez durante la crisis universitaria de 1996 (Juan Manuel Ávila, Miguel Ángel Ojeda y Carlos Villavicencio). Rodrigo Guerrero  obtuvo  30.242% y Alfredo Beltrán el 28.657% de los votos, por tratarse de una ponderación, prácticamente un empate técnico, pero fue el primero y único ejercicio democrático (los tres candidatos restantes con menor cantidad de votos, pero que juntos sumaron más de 41%, nada despreciable).

Todo vuelve a lo mismo después de la renuncia de Rodrigo Guerrero a 19 meses de concluir su mandato como Rector,  una renuncia muy bien aprovechado por el grupo universitario que había dominado la UABCS desde 1999  y que es prácticamente el mismo que ahora busca la reelección, se apoderaron de la mayoría del CGU quien nombró un Rector Interino y se enfrentaron a la Junta Consultiva quien había nombrado otro Rector Interino, teníamos ahora una Universidad con dos Rectores al mismo tiempo, como en el 78 (el Consejo Universitario de dividió en dos y nombre cada parte un Rector); entonces vino una crisis universitaria de interpretación de la Ley Orgánica, entre el CGU y la Junta Consultiva que viene desde 2011 y que nunca se pudo resolver del todo; aunque salió  airoso el grupo universitario en ese momento dominante en el CGU, utilizando como estrategia el terrorismo laboral y la represión, levantando  actas administrativas después de una toma en el edificio de Rectoría,  y denuncias penales a 10 académicos activos, dos jubilados y un abogado egresado de derecho de la UABCS; y no tardaron mucho para reformar con el apoyo del panismo gobernante, la Ley Orgánica, regresando de nuevo la reelección del Rector y se canceló el voto universal, directo, secreto y ponderado; todo esto con el aval del gobierno panista (recordar que el Rector nombrado por el CGU, Gustavo Cruz, fue llamado como Secretario de Educación Pública por el gobierno de Carlos Mendoza Davis, y cuando inicio el gobierno de la 4T en 2021, el actual Rector, Dante Salgado le nombró Coordinador de Vinculación Interinstitucional, o algo así,  pero ahora es alto funcionario de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades  Instituciones de Educación Superior).

Comento enseguida lo que a mi modo de ver es la cultura universitaria dominante que se fue formando en estos últimos 47 años:

Es muy curioso escuchar que los grupos de poder universitario, tanto de los que gobiernan, los que han gobernado y los que quisieran gobernar a la UABCS  apelen una y otra vez a la AUTONOMÏA, cuando en la realidad, la dependencia política y a veces ideológica con el poder gubernamental es una cultura universitaria que se arraigó en la Universidad Autónoma desde Baja California Sur desde que se nombró al primer Rector de la Universidad Autónoma de Baja California por el gobernador Ángel César Mendoza Arámburo en 1976,  quien volvió a hacerlo de manera directa después de la crisis universitaria  de 1978, que nombró directamente a un nuevo Rector, después de la renuncia del primero.

Por la magnitud de la crisis de 1978, se arraigó en el poder universitario la idea de que cuando se emitía la convocatoria para la elección de Rector por parte del Consejo General Universitario se necesitaba siempre el Visto Bueno del gobernador en turno (le vamos a llamar la “Cultura del Vo.Bo.”) esta ha sido parte de la cultura universitaria desde que se decretó la primera Ley Orgánica en diciembre de 1975.  A veces el Visto Bueno de la clase política gobernante se busca que sea de manera abierta y otras veces de manera subterránea, y si no lo busca el poder universitario, lo busca el poder gubernamental o lo imponen desde arriba cuando hay una crisis universitaria grave, como la de 1978, o la de 1996 o la de 2007 o la de 2010-2011, no sabemos que pasó en este 2023, pues solo hay un candidato Rector, pero además en busca de la reelección, pero estoy convencido que la “Cultura Universitaria del Vo.Bo.”, no ha terminado en la UABCS, debe ser una juste  ante las nuevas circunstancias.

Esta “Cultura Universitaria del Vo.Bo.” no solo es propia del grupo dominante que gobierna la Universidad, sino entre la propia comunidad universitaria, pues en 2021 cuando la derecha panista perdió las elecciones con los morenistas que se autonombran gobierno de la Cuarta Trasformación (4T);  precisamente por la “Cultura Universitaria del Vo.Bo.”, más de uno y una se imaginaba que podría haber un cambio del grupo dominante en la Universidad, que encabezaría algún candidato o candidata, afín a la 4T, pero no fue así, por una razón muy simple: el cambio de Rector o reelección del Rector empieza cuando se nombran a los representantes del Consejo General Universitario, que son finalmente quienes designan al Rector, y pues el CGU ya estaba listo para la Relección, no sé si con o sin el Vo.Bo de la nueva clase política gobernante que encabeza Víctor Manuel Castro Cosío, Alicia Meza Osuna y Bertha Montaño Cota.

A mi modo de ver, esto no cambia la “Cultura Universitaria del Vo.Bo.”, aun cuando el poder universitario dominante proviene del antiguo régimen gobernante, así que hay dos probabilidades (o más): o hay valores entendidos entre la clase política gobernante de la 4T y el grupo universitario dominante, o hay una alianza subterránea para distribuir el poder universitario, una vez que el Rector reelecto designe los nuevos funcionarios universitarios, y esperar el 2027 para la nueva elección de Rector(a). Se va a saber.

Antes de hacer una pregunta pública, quiero repetir lo que escribí el 30 de diciembre de 2021 acerac de una propuesta que hice al CGU de reforma democrática de la Ley Orgánica:

La última reforma a la Ley Orgánica por parte de la XIV legislatura del Congreso del Estado de mayoría panista a petición del Consejo General Universitario (seguramente por indicaciones del gobernador  Mendoza Davis)  fue el 30 de mayo de 2017 que se dice fue publicada en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado el 13 de junio de ese año, aunque no aparece, o no la supe buscar,  en el sitio Web donde están alojados todos los boletines oficiales (1975-2021); llama la atención que esta reforma fue solo para introducir en el artículo 1 de la Ley Orgánica que “La Universidad Autónoma de Baja California Sur es un organismo Público Descentralizado del Gobierno del Estado de Baja California Sur” (subrrayado nuestro), lo cual resulta ser un figura muy contradictoria con el régimen de Autonomía de la Universidade (desconozco que les pasaba por la cabeza a los integrantes del CGU que solicitaron esta reforma al Congreso).

Pasaría a contarles lo que ha pasado en estos últimos siete meses sobre una petición que hice con fecha 31 de mayo de 2021 al Consejo General Universitario (CGU) sobre una propuesta de Reforma a la Ley Orgánica, en un escrito dirigido al Rector en su calidad de presidente del CGU, Dante Arturo Salgado González y al Secretario General en su calidad de Secretario del Consejo Miguel Ángel Ojeda Ruiz de la Peña, porque no quería que me sucediera lo que les paso en 2019 a un estudiante y a un profesores jubilado universitarios (Adrián Trasviña y Manuel Rodríguez) que presentaron a la XV Legislatura del Congreso de mayoría Morenista un propuesta de reforma democrática a la Ley Orgánica, incluida la No Relección, que por cierto rechazaron los legisladors de la 4T. ¿Qué fue lo que pasó?: como el estudiante y el profesor jubilado no hicieron la propuesta al CGU directamente, sino al Congreso, el entonces Rector Gustavo Cruz Chávez y el Consejo General Universitario en pleno, se apersonaron al Congreso a satanizar al estudiante y al profesor jubilado, acusándolos de haber recurrido al poder legislativo en lugar de ventilar su propuesta al interior de la Universidad; pero no solo eso, sino que acusaron y amenazaron a la mayoría de diputadas y diputados de querer violar la autonomía universitaria si aprobaban la reforma a la Ley Orgánica; estas amenazas públicas  que fueron registradas por los medios de comunicación digitales, obligaron al profesor jubilado a retirar su firma, y asustaron a los diputados y diputadas, y la propuesta de reforma a la Ley Orgánica quedó congelada (Llamó mucho la atención que Leonel Cota Montaño, siendo funcionario del gobierno de la 4T federal, calificó a la propuesta de reforma presentado por el estudiante y profesor como “una ocurrencia”)” (El Organismo, 30 diciembre 2021).

Para evitar que sucediera lo que les pasó al estudiante y al profesor jubilado, la propuesta de Reforma democrática de la Ley Orgánica la hice directamente al CGU que son reformas a los artículos 1, 16, 17 y 43, que consiste en: cancelar en definitiva la dependencia institucional en la figura de la UABCS como “un organismo Público Descentralizado del Gobierno del Estado de Baja California Sur; establecer el voto universal, directo, secreto y ponderado por académicos, estudiantes y administrativos en la elección del Rector o Rectora,  y de titulares de las jefaturas  Departamento Académico; cancelar la reelección del Rector y asegurar la transparencia detalladas de la información presupuestaria, financiera y administrativa, respectivamente. Este es el momento de preguntar públicamente al Dr. Dante Arturo Salgado González, Rector y candidato a Rector,   y a la Dra. Alba Eritrea Gámez Vázquez, Secretaria General:

¿Cuál fue el motivo de fondo para negarme el derecho constitucional de petición?

¿Por qué se negaron a presentar mi escrito del 31 de mayo de 2021 de propuesta de reforma democrática de la Ley Orgánica que dirigí al Consejo General Universitario?

¿Si me negaron el derecho universitario de presentar reformas al Consejo General Universitario, también me van a negar el derecho como ciudadano a presentar la reforma democrática de la Ley orgánica de la UABCS al Congreso del Estado como único facultado para reformarla?

Van también unas pregunta a Víctor Manuel Castro Cosío, Gobernador, Alicia Meza Osuna, Secretaria de Educación Pública y   Bertha Montaño Cota, Secretaria de Finanzas y Administración:

Con el debido respeto a la Autonomía, ¿estarían de acuerdo que el Congreso del Estado hiciera una reforma democrática de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Baja California Sur?

Con el debido respeto a la Autonomía, ¿Estarían de acuerdo en solicitar  a la UABCS un informe publico detallado y desagregado de los ingresos y los gastos universitarios, que nunca hemos conocido las y los universitarios?

Como una de las estrategias del poder universitario y gubernamental ha sido históricamente el del “ni los veo, ni los oigo” no estaría de más que algunas(os) periodistas o reporteros independientes les hicieran estas preguntas por mí.

La Paz, Baja California Sur, a 7 de abril de 2023.

HE AQUÍ LA PROPUESTA ÍNTEGRA DE REFORMA A LA LEY ORGÁNICA DE LA UABCS: