Los documentos que datan de la Edad Media muestran que los seres humanos han planteado hipótesis sobre los orígenes geográficos del cannabis desde hace más de mil años, con el famoso polimático árabe Ibn Wahshiyya, quien sugirió que el origen de esta planta se remonta al año 930 D.C. y que nació en China o quizás en la India.

“A pesar de la abundante literatura que está surgiendo en las últimas tres décadas la clasificación del cannabis y su centro de origen, sigue siendo objeto de debate”

Investigador médico John McPartland de la Universidad de Vermont 

Para superar la falta de fósiles impresos, los científicos recurrieron al polen de plantas del género Cannabis; estos pólenes se estudiaron por primera vez desde la década de 1930 para ayudar a rastrear la larga historia de la planta.

Esta propagación hizo que varias plantas de cannabis estuvieran fácilmente disponibles para el cultivo en humanos de toda Eurasia. Y no es de extrañar que nos hayamos percatado rápidamente de las diversas propiedades del cáñamo: desde una droga que libera dopamina en el cerebro y cuyos receptores existen en nuestra masa gris, hasta fibras para la cuerda y el textil.

Además de ser una de las plantas más hermosas de la naturaleza creada, según muchos afirman, como capricho de la madre naturaleza o de Dios.