@AlekzAguila

A más de un año de iniciada la administración del XVII Ayuntamiento de La Paz, encabezado por Milena Quiroga, sigue habiendo una gran deuda con la comunidad del barrio El Manglito, uno que por décadas ha sido ignorado por la mayoría de las administraciones gubernamentales y ahora es violentado por los cárteles inmobiliarios.

Ésta se trata de la inconclusa obra del Parque El Manglito, mismo que fue empujado por una lucha social de una comunidad activa y para la cual la alcaldesa se comprometió a terminarlo hace más de doce meses. Sin embargo, desde febrero de este año pareciera que la obra no ha recibido ningún avance para que pueda ser recibida de manera oficial por la autoridad municipal.

Documentos obtenidos por la plataforma de transparencia y firmados por la Arq. Yuriko Yuen -directora de Obras Públicas- señalan que los reportes de auditoría cumplen con los requerimientos de la erogación de más de 10 MDP, pero esto se contrapone con las revisiones que se han realizado en el sitio y que determinan que la instalación eléctrica de las luminarias no se llevó a cabo de manera correcta por el contratista, lo que al día de hoy y después de semanas, tiene al parque en una oscuridad total, lo que representa un riesgo para las mujeres e infantes que señalan no asistir al parque por miedo a situaciones de inseguridad.

Ante esta situación, se puede corroborar que para el proceso de adjudicación de obra existe una fianza que la administración municipal podría cobrar para subsanar el incumplimiento y así dotar no sólo a la comunidad, sino a toda la ciudadanía de un espacio que cuando ha estado iluminado y funcionando, es de gran interés de las personas por utilizarlo.

De igual forma, el parque cuenta con un Centro Comunitario en total abandono, que precisamente tiene una propuesta de activación por parte de la comunidad misma, pero ni Yuriko Yuen ni Patricia Ahumada -Directora General de Gestión Integral de la Ciudad- han tenido el interés de dialogar con las representantes para que se pueda hacer uso, cuidado y mantenimiento de esta instalación al darle vida con una serie de talleres y actividades que buscan iniciarse en beneficio de la niñez del barrio.

En cuanto a la responsabilidad del gobernador Víctor Castro, a él se la ha externado la necesidad de derribar la barda perimetral que tenía el predio antes de darle el uso de parque, misma que no permite una correcta visibilidad para considerarlo un espacio seguro y que además atenta contra normativas federales de accesibilidad. El mandatario derivó esta necesidad y la instrucción de atenderla a la titular del INVI, Fernanda Villareal, pero es necesario la anuencia del municipio.
Es una lástima que ante la voluntad de las personas de utilizar un espacio, darle usos que van más allá de lo deportivo y recreativo, así como de generar recursos propios para su mantenimiento y gestión; ninguna de las áreas del ayuntamiento tenga el interés de darle el seguimiento necesario para cumplir los sueños de todas las personas que han estado involucradas en esta lucha que inició en abril del 2020. Dependerá de Milena que a casi tres años de un proceso sinuoso, se cristalicen las promesas que se han hecho y por fin se pueda dar por concluído un tortuoso caminar ante la responsabilidad de dos administraciones.