Daniela Pérez Reyes y Victoria Angélica Palacios Pérez

Durante la pandemia por Covid-19, continuó la criminalización social hacia las mujeres* y personas (trans, intersexuales, no binaries, entre otras) con capacidad de gestar que decidieron interrumpir su embarazo, lo cual se refleja en mil 113 carpetas de investigación por el supuesto delito de aborto en México, que es igual a 13 mujeres* perseguidas semanalmente por ejercer su derecho a decidir sobre su sexualidad y su reproducción.

En Baja California Sur, el aborto es legal solo cuando el embarazo es producto de una violación o inseminación artificial no consentida; cuando la mujer corra peligro de muerte o de afectación grave a su salud; cuando el producto presenta alteraciones genéticas o congénitas graves y cuando es resultado de una conducta imprudente.

El resto de los abortos, como el voluntario, son considerados delitos, por lo cual, en la pandemia el Gobierno de Baja California Sur, a través de la Procuraduría General de Justicia del estado (PJGE) ha perseguido a 18 personas por este delito, al mismo tiempo que la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) ha sido más restrictiva en la vigilancia de la venta del medicamento que se utiliza para abortar, exigiendo y reteniendo recetas, como sucede en el municipio de Comondú, de acuerdo con la solicitud de información 007623.

Justo por este contexto, en Baja California Sur existen colectivas como Las Calafias, Aborto Seguro y redes de acompañantes como Tú Decides BCS que se dedican a apoyar a las mujeres* que deciden abortar de manera voluntaria con información y acompañamiento para que puedan vivirlo como un derecho y una experiencia válida, en condiciones de seguridad, libertad y sororidad. Además, de la ayuda que las mujeres* pueden recibir de sus parejas, de sus familias, de médicos/as y aliades, que convierten esta experiencia en algo positivo para sus vidas.

En este trabajo, abonamos la desestigmatización social del aborto, mostrando cómo a pesar de los obstáculos, hay un gran número de mujeres* sudcalifornianas que han tenido experiencias positivas, porque creemos que es necesario difundir sus voces para contrarrestar las narrativas negativas.

Hasta la publicación de este corto-documental, el aborto está despenalizado solo en Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz e Hidalgo, y durante su rodaje se rechazó una iniciativa en el Congreso de BCS para legalizar el aborto voluntario hasta las 12 semanas de gestación, al mismo tiempo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional penalizar a las mujeres* que abortan y la protección de la vida desde la concepción en todos los estados de México.

Mientras tanto, las mujeres* continúan decidiendo sobre su cuerpo y lo hacen de forma segura, acompañadas en el aborto por sus redes de apoyo.