Al parecer la cantidad de inspectores de Transporte desplegados sobre las calles de Cabo San Lucas y San José del Cabo no sólo afecta a los ya temerosos conductores de Uber, sino a los turistas, pues se han reportado detenciones a unidades de trasporte de hasta por 50 minutos, entre inspectores y Guardia Nacional, dejando sorprendidos a los turistas que no saben lo que pasa.

Y es que después de la reunión que tuvieron el pasado 8 de marzo conductores de Uber con autoridades estatales y municipales, y habiendo acordado una tregua hasta el 14 de marzo, el plazo cumplido llegó y desató el agua contenida durante la semana.

Como bien dijo el presidente municipal de Los Cabos, Óscar Leggs, los inspectores seguirían haciendo su trabajo para frenar una inundación, de unidades de Uber, quienes operan al margen de la ley. Por ello sólo aquellos conductores de la plataforma que tuvieran un amparo al momento de la revisión, no serían «tocados» por las autoridades.

Si bien las piezas del rompecabezas encajan a la fuerza, o simplemente no encajan entre el precio y las unidades de los taxis convencionales en comparación con los de Uber, éstos operan irregularmente e incluso hacen marcha, mientras los propietarios de la plataforma lejos están de enfrentar los problemas de sus «empleados» o usuarios.

Ahora, la batalla sin armas entre taxistas, Ubers e inspectores del Tránsito, comienza a afectar el turismo tanto en San Lucas como en San José. Acaba de haber una retención con ayuda de la Guardia Nacional,  afectando a turistas que viajaban en el Uber detenido y cuyo chofer fue sacado del vehículo durante ese tiempo, experiencia que preocupó sobremanera a los extranjeros, pues no entendían lo que pasaba.

No es un caso aislado en la medida en que al haber más inspectores, hay más detenciones durante el servicio de Uber. Bajan de las unidades a los choferes junto con el pasaje, frecuentemente extranjeros que vienen de turistas por lo que repercute también en este rubro.

Al hacer sus detenciones los inspectores solicitan el apoyo de policías o Guardia Nacional, provocando temor entre los turistas que, o bien no se les informa de lo que sucede, o lo relacionan con otra clase de problemas de delincuencia célebres en México.