Reveló el alcalde de Los Cabos que en la toma clandestina detectada en el pozo 4 habrían participado «servidores públicos y personas físicas y jurídicas», en una conexión a la red de agua potable que estaría conectada de manera ilegal a un hotel de la zona de Cabo Bello, perjudicando el abastecimiento a las familias de esa zona.

Aunque el alcalde Óscar Leggs no dio nombres por no entorpecer las investigaciones que ya han iniciado, dijo que no aceptará la corrupción de nadie, que nadie está encima de la ley y que ésta se aplicará caiga quien caiga, más aun si estos hechos son ahora investigados por instancias federales y estatales.

El llamado huachicoleo fue descubierto al atenderse una fuga, que además puso en peligro a los trabajadores del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS), reveló Leggs durante una ceremonia de honores a la bandera.

Respecto a los presuntos responsables que están siendo investigados, expresó que sería incongruente decir que nadie está por encima de la ley y al mismo tiempo permitir esta clase de ilegalidades con la complicidad de servidores públicos.

Recordó que si bien a finales de noviembre se cerró el pozo 4 para que el centro de San Lucas tuviera agua todo el día, parece haberse comprendido mal esa medida temporal, y se ha tomado ese beneficio para los intereses de pequeños grupos «por encima de la colectividad, lo cual va en contra de gobernar con sentido humano».

Aseguró que se está haciendo lo pertinente para que estas conductas no queden impunes y se sancione penalmente a los servidores públicos que ayudaron –no se sabe en qué grado– al delito en cuestión. Se instruyó a la Contraloría Municipal y a la Comisaría de Oomsapas de Los Cabos y a Asuntos Jurídicos para el caso.

Además de la responsabilidad, una vez se esclarezca completamente la manera de proceder y los responsables, también se verificará la cantidad de agua que se ha robado con esa toma y el tiempo en el que estuvo suministrándose.