Bienvenida a lxs asistentes a la marcha

Bienvenidas, bienvenides, asistentes a esta, nuestra marcha. Muchas gracias por asistir y manifestarse en esta conmemoración y celebración.

Conmemoración, ya que aunque ha habido avances en el ejercicio y la promoción en materia de derechos humanos, la violencia continua nos une aquí y ahora en el hartazgo, la rabia, el dolor, el coraje y la tristeza de la situación de nosotras, las mujeres de nuestra ciudad, estado, país y del mundo.

Celebración porque celebramos nuestra vida, nuestro encuentro, éste que nos permite experimentar también el amor, la esperanza y la organización de nuestra digna rabia para poder gritar “¡Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio!”, de alzar la voz por aquellas que hoy ya no pueden. 

A continuación, la Asamblea Feminista del #8MBCS2023 dará lectura a su pronunciamiento:

PRONUNCIAMIENTO

A todas las personas que habitan Baja California Sur

A los poderes ejecutivo, legislativo y judicial

Al gobierno federal, al gobierno de Baja California Sur y a los Ayuntamientos

Hoy es el Día Internacional de las Mujeres, consagrado hace más de un siglo como un día de lucha. A través de los años y gracias al trabajo constante y enardecido de cada una de las mujeres y articulaciones feministas, se han podido visibilizar y se han cuestionado las desigualdades, desventajas y sumisiones a las que nos ha sometido el sistema patriarcal.

Este sistema nos impide el pleno ejercicio de nuestros derechos laborales y económicos, las desiguales reparticiones de tareas domésticas y de cuidados que contrasta fuertemente con el limitado acceso a propiedades que detentan las mujeres; este sistema que ha entorpecido históricamente que decidamos sobre nuestra salud sexual y reproductiva, que ha limitado nuestras oportunidades de acceso a educación, la soberanía sobre nuestro cuerpo y el caminar seguras por las calles.

Exigimos una vida libre de violencia, una vida segura y digna que nos permita llevar a cabo nuestros proyectos.

Reconocemos a las mujeres que nos han antecedido en esta lucha a nivel internacional, nacional y local: mujeres que a través de sus activismos y sus diferentes posiciones y roles sociales en el ámbito de lo público han logrado conquistar lo que para nosotras hoy día son derechos ya ganados. Gracias.

Reconocemos también en general a todas las mujeres que sostienen la vida, nuestras vidas: madres, abuelas, amigas, compañeras de vida. Gracias a ellas hoy estamos aquí.

Reconocemos nuestro valor humano encorsetado dentro de esta realidad que significa ser mujer en México, en sudcalifornia. Honramos nuestra fuerza interna, nuestra capacidad de creación y expresión, de digna rabia, de ternura radical.

Sin embargo, sabemos y enunciamos que el contexto bajo el cual se realiza la marcha este año es de violencia: hoy  hacemos visible  las condiciones de desigualdad, abuso de poder e inseguridad que vivimos las mujeres.

El año pasado nos acabamos las gargantas gritando “¡Ni Una Menos!”, exigimos justicia para Aolanis Sánchez, asesinada de un disparo con su bebé en brazos en la carretera de Guerrero negro; Daniela Lino, quemada por su ex pareja; Analuisa Gutiérrez, asesinada en un supuesto “robo en su domicilio”; Nayeli Guerrero, asesinada en el interior de su tienda de ropa y a la que han aplazado 5 veces las audiencias y fecha de juicio oral; Andrea Juárez, assinada por su hijo; Marycarmen Monserrath, encontrada en su domicilio asfixiada y semidesnuda; Annel Viridiana, asesinada de un disparo en la cabeza; Ana Laura, asesinada por su pareja con grave daño craneal; Leticia y Rocío, quemadas por sus parejas en sus casas; Gabriela golpeada por su ex pareja y fallecida a causa de complicaciones justo en diciembre de 2022; y dos mujeres más sin identificar.

Sólo obtuvimos “justicia” en 4 casos con sentencias condenatorias, 1 fallo condenatorio más, pero de ninguno ha habido un esclarecimiento de los hechos contundente y hay casos en los que ni siquiera hay un presunto responsable siendo investigado.

Este año la lista creció. Hoy también nos faltan Mónica, quien fue asesinada por su pareja  quien se suicidó; Xiomara, quien recibió un disparo de su pareja que también se suicidó; Itzayana, que recibió un disparo de un elemento de la SEMAR en las instalaciones de navales de la semar en Mulegé; Valeria Jasso, una turista que fue desaparecida y encontrada sin vida por un disparo en la cabeza; Jazmín; Shanquella, una turista extranjera golpeada  y encontrada sin vida en el interior de un domicilio; y dos mujeres sin identificar que la violencia feminicida nos arrancó este 2022. Ellas deberían estar aquí; el gobierno y la sociedad les hemos fallado. Exigimos justicia también para ellas. NI UNA MÁS, NI UNA MÁS, NI UNA ASESINADA MÁS.

Durante 2022, 150 sudcalifornianas salieron un día de su casa y no regresaron más. Fueron desaparecidas de forma forzosa, no localizadas o localizadas después de haberlas privado de su libertad. Exigimos volver a casa, vivir tranquilas, y a todas las mujeres desaparecidas las queremos de vuelta. PORQUE VIVAS SE LAS LLEVARON, VIVAS LAS QUEREMOS.

Marchamos por todos los funcionarios públicos, medios de comunicación, comunicadores y docentes que ejercieron y reprodujeron violencia de género, contra ellos y sus prácticas patriarcales y por todas las personas que los encubren. Nuestra solidaridad con las víctimas.

Estas son las violencias que más notamos en los medios, pero hay muchas otras formas de violencia que día a día suceden y que no vemos en los noticieros: existen a la fecha 290 carpetas de investigación por el delito de violación, casi una diaria; así como 2 mil 620 casos de violencia familiar registrados en Baja California Sur según cifras oficiales.

Sabemos que estas son cifras oficiales resultado de los casos denunciados. Se estima que en BCS sólo el 10% de los delitos se denuncian y el 90% restante no se denuncia por múltiples razones. ¿Qué se está haciendo para prevenir, atender y sancionar esta violencia?

En todos estos casos que exponemos, reclamamos la indolencia del proceder de las autoridades. Denunciamos la larga espera, aborrecemos la revictimización que viven tanto las víctimas como los familiares de las víctimas cuyas carpetas de investigación están vinculadas a violencia feminicida y violencia de género. La falta de profesionalismo y sensibilidad por parte del personal que recibe y atiende las denuncias se encuentra a la orden del día. La Procuraduría General de Justicia de Baja California Sur en el desempeño de los procesos que le competen da la impresión a víctimas, a familiares implicados y a la sociedad en general de que es cómplice de los violentadores con el aire de impunidad que nos rodea, protegiendo a los depredadores.

Reconocemos el grandísimo avance en la legalización del aborto el pasado junio de 2022 que ha ayudado a ampliar las posibilidades de quienes ya abortaban de forma segura con medicamentos en casa y acompañadas por colectivas feministas, amigas y demás, y que ahora también pueden decidir abortar en los hospitales de la Secretaría de Salud. Sin embargo, es importante señalar que la criminalización social e institucional continúa, puesto que se han iniciado 3 carpetas de investigación por el delito de aborto en 2022: pese a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya había emitido un criterio bajo el cual determina que no se puede criminalizar a ninguna mujer por abortar, el Gobierno de BCS sigue persiguiendo mujeres por este delito.

Es responsabilidad de los Estados promover, proteger y garantizar los derechos de las mujeres y niñas, esa es su razón de ser. Reconocemos que han habido avances, pero visibilizamos que dichos avances se han dado a marchas forzadas, que no es ningún favor y que muchos de ellos suceden gracias a la presión de la sociedad que se manifiesta y lucha.

Mientras no se resuelvan las problemáticas que denunciamos, las mujeres diversas no podemos vivir dignamente ni llevar a cabo nuestros proyectos de vida: no podemos vivir plenamente sabiéndonos en riesgo de ser violentadas hasta por el propio Estado que, se supone, debe velar por nuestros derechos.  ¡EL ESTADO OPRESOR ES UN MACHO VIOLADOR!

Por todas estas razones y muchas más, gritamos para exigir al gobierno federal, al gobierno de Baja California Sur, a los Ayuntamientos y al Congreso de Baja California Sur, al poder judicial y a la sociedad:

  • CERO TOLERANCIA AL HOSTIGAMIENTO Y ACOSO SEXUAL EN TODOS LOS ESPACIOS. Queremos vivir seguras.
  • Que las instituciones, en particular a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur, que deje de simular y que asuman la responsabilidad de su negligencia, la falta de acción al no sancionar dichos delitos y que implementen verdaderas medidas preventivas en caso de denuncia.
  • Que nombren los feminicidios por lo que son, ya que se ha visto un intento de minimizar e incluso ignorar las violencias que sufrimos al tipificar de forma intencional estos delitos haciéndolos pasar por “muerte natural” u “homicidios”, o los intentos de feminicidio como violencia familiar.
  • Que deje de revictimizar a las mujeres que acuden a denunciar y en los procesos penales y se profesionalice DE VERDAD en la atención a las víctimas y denunciantes que para eso también son nuestros impuestos y queremos resultados.
  • Que la Procuraduría y Secretaría de Seguridad ejecuten acciones concretas que trabajen realmente en la investigación de los delitos que perpetúan las múltiples violencias que día a día sufrimos por el sólo hecho de ser mujeres. Porque por si no se han dado cuenta, la violencia de género no ha hecho más que aumentar año con año, por lo tanto su estrategia para prevenirla, si es que hay una, NO FUNCIONA.
  • Que dejen de citar a las familias de las víctimas sin tener avances en las investigaciones por sus familiares desaparecidas o víctimas de feminicidio. Si no hay avances, es pura estrategia política, es revictimización, es violencia.
  • Que aplique todo el peso de la Ley, es decir, la pena máxima para los torturadores, violadores y asesinos.
  • A la Secretaría de Educación Pública, que se establezca sanciones severas contra los maestros y directores que resulten culpables de acoso en las escuelas, y no solo reasignarlos. Mucho menos defenderlos, encubrirlos o tratar de acallar a las víctimas, eso s violencia y es COMPLICIDAD.
  • Que los medios de comunicación dejen de violentarnos, que se capaciten y hagan su trabajo desde una perspectiva de derechos humanos.
  • Al Congreso y diputados y diputadas de Baja California Sur, exigimos la derogación de los artículos 152, 154, 155 y 156 para que no se desvíen estos esfuerzos en investigar y criminalizar a las mujeres por ejercer sus derechos, como se vio en el registro de incidencias delictivas 2022. Como han dicho en la SCJN, estar a favor de la vida es respetar la dignidad y la libertad de las mujeres.
  • Así como la tipificación del acoso callejero, una deuda pendiente con todas las mujeres víctimas de esta violencia.
  • A la Secretaría de Salud, que se actualice en los protocolos de atención a interrupciones legales del embarazo,  agilice su atención y deje de perseguir a las adolescentes que acuden para ejercer este derecho. Así como exigimos al IMSS y al ISSSTE que dejen de escudarse en el Código Penal Federal y brinden este servicio a sus derechohabientes.

En este día hacemos un llamado a todas nosotras a seguir luchando y organizándonos juntas por la igualdad, el respeto y la justicia. No podemos permitirnos quedarnos calladas frente a la violencia, la discriminación o la opresión. Debemos alzar nuestras voces y denunciar cualquier injusticia que presenciamos, por pequeña que sea. No podemos permitir que la historia se repita, no podemos permitir que la violencia y la discriminación sigan siendo una realidad en nuestras vidas.

A la sociedad sudcaliforniana les exigimos romper con los pactos patriarcales: no es solo el cuerpo policiaco y las instituciones quienes deben cuidar y velar por  hacer valer la ley, es cada una de las personas habitantes de esta entidad que somos espectadores y en algunos casos partícipes de las injusticias cometidas;

A las autoridades las exhortamos a transformarse de fondo en todo el conjunto de instituciones políticas que debe sostener una vida segura, plena, cuidada para las niñas y mujeres, las personas, la comunidad y el Estado.

Gritaremos hasta ser escuchadas, rayaremos hasta que les duelan más las muertas que los muros, que los monumentos; arderemos hasta consumirles esas ganas de consumirnos: no estamos dispuestas a que nos sepulten mientras los feminicidas no paguen sus culpas.

Somos el eco de todas las voces que claman justicia, que desean vivir una vida digna con igualdad de oportunidades para acceder a esa vida digna, plena.


Somos manada. No estamos solas. Nunca más sin nosotras. Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio.

¡NI UNA ASESINADA MÁS!

¡VIVAS NOS QUEREMOS!