@Alekz Aguila

Este martes, la alcaldesa Milena Quiroga anunció que el ayuntamiento que encabeza ya trabaja en la planeación de una ruta alterna al tráfico proveniente del sur de la ciudad, para supuestamente desahogar la saturación de vehículos que a diario circulan por las avenidas Forjadores y Pino Payas, esto con el pretexto de que la población que habita en dicha zona de la capital no cuenta con opciones de movilidad que les permita llegar rápidamente a sus centros de trabajo, estudios o actividades diarias; y es que en palabras de egresada de ingeniería civil existe un problema de planeación previo a su administración ya que la mancha urbana se expandió con mucha celeridad y poca visión para el transporte.

El problema de este plan radica en que la solución propuesta por la edil se sigue centrando en movilizar automóviles privados, pero no en dotar a la población con mayores y mejores opciones para sus traslados, teniendo una visión de ciudad autocentrista y no apostando por la movilidad masiva, y ya ni siquiera pensar en la no motorizada.

Dicha obra pretende conectar la colonia de Olas Altas a través de un circuito que llegaría hasta la carretera al norte a la altura del Ecoparque, lo que enciende las alarmas en cuanto al desarrollo inmobiliario de la ciudad, pues fue justo el anterior alcalde Rubén Muñoz -representante de la constructora Century 21 y mayor promotor de la visión desarrollista sin importar el ordenamiento territorial- quien comenzó con la propuesta y gestión de este proyecto que estaría conectado toda la zona del rumbo de San Juan de la Costa, en la cual la micro invasión de pequeños proyectos inmobiliarios amenaza a la bahía de La Paz por el potencial de los impactos ambientales acumulativos.

Es así como el discurso de movilidad que la alcaldesa ha aprovechado en compartir en distintos foros, como la visita del Dr. Miguel Malo representante de la Organización Panamericana de la Salud, su encuentro con la Jefa de Gobierno de CDMX Claudia Sheinbaum o incluso impulsando la ley de movilidad durante su pasado como legisladora; se han quedado en letra muerta y en palabras esperanzadoras, mientras que la realidad es que su administración se sigue caracterizando la falta de compromiso en la inversión para la infraestructura no centrada en autos, la poca transparencia en cuanto a licencias de construcción emitidas o en la autorización de desarrollos como el hotel Chablé que confirma que la apuesta por los hoteles sigue siendo vigente.

Lo que esta ciudad necesita es que el recurso público se centre en resolver necesidades de forma sistémica y no plantear ocurrencias como puentes, túneles o libramientos; por lo que apostar por transporte público de calidad sería una verdadera estrella en el horizonte para que La Paz resuelva los problemas acarreados por la falta de planeación que por tantas administraciones ha sufrido.