Según explicó el diputado Eduardo Van Wormer, la negativa contra la reforma eléctrica no es una derrota para Morena, sino una «gran derrota para el pueblo de México», y una «puñalada por la espalda la que dio la oposición a la seguridad energética del país y al bolsillo de los usuarios.

Aseguró que en este esquema que se quiere mantener, «donde el Estado no tiene la rectoría completa del mercado eléctrico, como sucede en países como España donde el gobierno perdió toda capacidad de regular el suministro y precios de la electricidad y se encuentra impotente ante las elevadas y constantes alzas del energético».

Considró como un un terrible error votar en contra de un proyecto de nación que más de la mitad de la población avala, sin embargo, la lucha de Morena por defender la soberanía nacional, que sus bienes y riquezas sean para beneficio público, que sirvan como motor del desarrollo nacional y no se queden en unos cuantos bolsillos sigue en pie, afirmó.

«El rechazo a la reforma eléctrica no es una derrota para morena como lo señalan algunos, es una gran derrota para el pueblo de México que deja su futuro energético en manos de terceros y condicionado por el lucro; morena ganó porque sigue del lado de la gente, morena ganó porque es fiel a sus principios y busca cumplir lo que prometió con toda claridad y de frente a la ciudadanía, sin cambios, sin acuerdos inconfesables; morena seguirá adelante con mayor determinación, con la convicción de que se está luchando para todos y no para unos cuántos», destacó.

El diputado explicó que el pasado domingo 17 de abril el país vivió una jornada sumamente importante en la Cámara de Diputados, donde se discutió la reforma eléctrica propuesta por el ejecutivo federal, en la cual se aseguraba que el estado mexicano reservara para sí la generación de poco más de la mitad porcentual de la energía eléctrica que el país requiere; esto era parte del proyecto para garantizar la soberanía energética junto con otras acciones como aumentar la refinación y demás actividades petroquímicas, con el fin de que nuestro país en un entorno global tan cambiante no quedara a expensas de factores externos para contar de manera segura con la energía que es necesaria para el desarrollo del país y el bienestar de las familias.

«Como  todos saben también, desafortunadamente esta reforma no fue aprobada debida a la unión de los partidos de oposición que defendieron el esquema actual que privilegia a los particulares y en especial a una serie de empresas extranjeras obligando a la empresa del estado, Comisión Federal de Electricidad a comprar energía mediante contratos que la obligan a pagar altos costos por esta energía y por otro, permiten a las empresas productoras privadas usar la infraestructura del estado sin pagar el derecho correspondiente, lo que deriva en que Comisión Federal debe de absorber los grandes costos que le genera comprarle caro y cobrar poco a las empresas privadas; este esquema desde luego genera una gran carga para las finanzas de la empresa que acaban siendo absorbidas por los usuarios y por el propio estado», concluyó