Al menos resulta curioso que el viernes 2 de junio el presidente Andrés Manuel López Obrador haya recordado que se tiene un contrato con una empresa estadounidense para que no falte gas en Baja California Sur, mientras la presunta empresa tiene sello de clausura temporal colocado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) por no presentar documentos requeridos por ésta el pasado 11 de mayo.

El presidente anunció que pidió a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) un informe sobre los apagones en Baja California Sur y sobre los trabajos que se están haciendo para resolver ese problema en las plantas de energía.

Más adelante señaló que «se tiene el contrato con la empresa estadounidense para que no falte el gas en Baja California Sur y no le falte el suministro de gas a las plantas de La Paz que da el servicio de energía para Los Cabos y toda esa región».

De tratarse de la empresa estadounidense New Fortress Energy, el contrato se realizó en junio de 2021, que concedía tres permisos para transportar gas natural licuado (GNL), almacenamiento y distribución.

Sin embargo, hasta el momento la aportación de energía por parte de la empresa sería de muy poco peso en Baja California Sur, a un año de haberse realizado el contrato y teniendo ya 15 días de clausurada por CRE, según lo confirmó la directora del Centro de Energías Renovables y Calidad Ambiental de La Paz (CERCA) Jaqueline Valenzuela. Quien además señaló que la empresa no ha provisto de manera continua de gas natural al subsistema de la CFE en La Paz.

Se estaría operando actualmente con diésel y combustóleo casi en su totalidad, sin verdadera participación por parte de la empresa New Fortress Energy en un suministro complementario y supuestamente sustentable. Por lo que la clausura implica muy poca afectación, y los apagones de los que se habría de hacer el reporte solicitado por López Obrador, no derivan de esa clausura para nada.

Un clausura que, como expresó también la directora de CERCA, no es muy probable que se disipe inmediatamente, pues son procesos de decisiones por parte de un consejo de la CRE que no se dan de la noche a la mañana. Como tampoco debió haber sido una decisión tomada de botepronto la dichosa clausura. Por eso resulta curioso que apenas el viernes 2 de junio el presidente haya dicho que se tiene el contrato con «una empresa estadounidense» para solucionar las carencias energéticas, en una especie de solución que ya va cumplir el año en este mes pero que no ha presentado avances según lo declarado, y que de hecho sigue con el sello de clausura temporal.