Gabriel Álvarez Manríquez busca a su madre. Busca entre el polvo con una pala en la mano, sin importar que el calor le achicharre la piel, porque la esperanza de encontrarla seguramente es más grande que cualquier insolación en estas tierras áridas de Baja California Sur.

El 12 de julio 2017 Elvira Yolanda  Manríquez Pérez desaparece. Aún la recuerda con la falda de mezclilla y unos huaraches anaranjados. No puede olvidar sus tatuajes: uno de una mariposa y otro con los nombres de Jorge y Michel.

Gabriel es sólo una de las tantas víctimas que trabajan en localizar a un familiar en Baja California Sur. Ellos están unidos por una razón: encontrarlos, aunque esto signifique hacer el trabajo que las autoridades competentes no hacen.

Búsqueda por La Paz es una de las agrupaciones ciudadanas dispuestas hacer el trabajo sucio, pues la negligencia de la Procuraduría de Baja California Sur sumerge en el olvido las carpetas de investigación que deben dar respuesta al paradero de sus seres queridos.

Cada domingo, una cuadrilla de 50 ciudadanos sale a diferentes áreas del estado a buscar sus familiares desaparecidos. Toman palas, picos, guantes, cubre bocas o cualquier prenda que ayuda a protegerse del sol y salen camino al monte.

Entre parajes llenos de matorrales y animales silvestres, espacio fuera del dominio de la civilización, los familiares salen a investigar el más mínimo rastros que arroje una pista para encontrar a sus seres queridos desaparecidos.

Algunos piensan que no los localizaran vivos, pero eso no importa porque necesitan despedirse. Los ciudadanos que atraviesan por esta condena de la inseguridad y el olvido institucional, tienen la esperanza en dar un entierro digno a sus familiares desaparecidos. A otros, la ilusión de encontrar vivos a sus familiares no se va tan fácil.

La fuerza del grupo da una nueva cara a la organización ciudadana, esas personas ignoradas trabajan a cuenta gotas por la lentitud de los agentes del Ministerio Público.

Más de 150 desaparecidos en BCS

Iris Manríquez, miembro del colectivo Búsqueda por La Paz, precisa que el registro de la organización contabiliza 150 personas desaparecidas en Baja California Sur. La indiferencia los obliga a unirse y en la fuerza que les otorga esa unión aseguran que no descansarán hasta hallarlos.

La Paz, Cabo San Lucas, San José del Cabo, Ciudad Constitución, Santa Rosalía, Loreto. Son las ciudades y los poblados en las que desarrollar su incansable labor, áreas tapizadas con carteles con las caras de aquellos que ya no están, acompañados de números telefónicos que esperan sonar con cierto dato nuevo que los acerque un poco más a terminar con su trágica aventura.

El miedo a las autoridades y la indiferencia de las mismas llega a tal nivel que los familiares de las víctimas ya no denuncian los casos. Prefirieren unirse a grupos como Búsqueda por La Paz donde encontraron cobijo a su desesperación y a su dolor.

“Casi todos los casos son iguales. Las personas que llegan al grupo apenas las empiezas a conocer y empiezas a preguntarles cuáles son sus casos, como los han tratado; la verdad es que la mayoría es el mismo trato. Expedientes guardados, archivados, que no siguen las investigaciones ahí quedan: la pérdida y nada más. No llevan una investigación tal cual y la mayoría están iguales, todas las carpetas están iguales” subraya Iris Manríquez.

Hacer notorio el énfasis del olvido institucional, de la indiferencia de las autoridades estatales y a la vez mostrar que la búsqueda, son razones que orillan a los familiares a realizar diversas marchas  en el estado.

En una marcha de familiares de personas desaparecidas, protestaron en la explanada del Palacio de Gobierno. Con esto, hacen constatar la impunidad que sufren al no tener respuestas en las investigaciones oficiales. Colocan carteles en escaleras y dan lectura a cartas escritas para sus familiares desaparecidos.

El registro precisa de 150 casos de personas desaparecidas, sin embargo, estiman que pudieran ser muchos más ya que hay personas que no se atreven a denunciar ni en los grupos de búsqueda.

Inexistente Comisión de Búsqueda en BCS

La movilización de los ciudadanos sirve no sólo para encontrar restos de personas. La presión es tal que las autoridades del Poder Legislativo y Ejecutivo dejan de fingir que el problema no existe en la media península. Su esfuerzo consigue que el Poder Legislativo del Estado aprobara la Ley en Materia de Desaparición Forzada en junio de este año.

La aprobación de esta ley es una avance para que el Gobierno de Baja California Sur establezca una Comisión Estatal de Búsqueda de Desaparecidos, luego de años de atraso para la conformación de esta instancia.

Antes de que cualquier persona con intereses políticos pueda hacerse con la comisión, padres de desaparecidos piden ser consejeros ante el Congreso del Estado, porque argumenta que ellos conocen las fallas y las fortalezas de la complejidad jurídica.

La agenda del gobernador, Carlos Mendoza Davis, repleta de eventos de lujo y gloria deportista no se quebranta hasta que los familiares presionan a tal grado que la problemática en Baja California Sur pasó al plano nacional. Aun así, el gobernador rara vez habla de los desaparecidos. Sólo cuando alguien llega a incomodarlo con preguntas relacionadas.

La Ley en Materia de Desaparición Forzada es una herramienta jurídica que ayudará al Gobierno a crear la Comisión Estatal de Búsqueda, no obstante siempre hay otra forma nunca considerada por las autoridades del Poder Ejecutivo: un decreto del gobernador.

Carlos Mendoza Davis podía decretar la creación de la Comisión Estatal de Búsqueda, sin embargo, no lo hizo. Ahora, los legisladores aseguran que accederán a éste mecanismo para conformar la instancia.

Antes de finalizar julio quedaría instalada el órgano gubernamental de investigación, pero el plazo final puesto por la Federación es septiembre de este año. Pese a que es cuestión de tiempo para para su instalación, existen otros factores que empobrecen el trabajo de las asociaciones de búsqueda: el trabajo pericial de identificación.

La Procuraduría de Baja California Sur tarda meses en identificar cuerpos o restos encontrados por las asociaciones.

En su visita al Estado, hace unos meses, el subsecretario de Derechos Humanos, Población  y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, reconoce la grave problemática forense por la que atraviesa México. Lamenta que aún existe la dolorosa realidad de fosas comunes en el país, habiendo un registro de 26 mil cuerpos sin identificar.

Encinas Rodríguez tiene registro de la problemática gracias a los familiares de personas desaparecidas. Al término de aquella reunión, el subsecretario lanza una promesa de apoyar con recurso las tareas de búsqueda.

También fue tajante al señalar que la instalación de la Comisión de Búsqueda de Desaparecidos será una realidad en breve para Baja California Sur.

Entre tanto esto pasa, mujeres y hombres seguirán escarbando las áridas regiones de Baja California Sur hasta dar con aquellos que no están.