Escasez de agua, inexistencia de un sistema de drenaje, contaminación, mal manejo de aguas negras, megaproyectos inmobiliarios y poca transparencia, son algunos señalamientos de un sector de la ciudadanía loretana, en torno al proceso de renovación del Plan Subregional de Desarrollo (PSDU) Loreto, Nopolo, Notri, Ligüi y Ensenada Blanca.
Un PSDU sin privilegio
Durante su administración Paola Cota, de la alianza PAN-PRI-PRD-PRS y Humanista, comenzó un proceso de actualización de este documento que tiene como objetivo de crear líneas de acción para la organización territorial, el desarrollo económico y social, ordenamiento territorial.
El dinero del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), cuya misión es vender terrenos en los que se pueden desarrollar planes de negocios para privados, posibilitó iniciar mesas de trabajo con distintos sectores de organizaciones ambientales, empresas hoteleras, desarrolladores inmobiliarios principalmente.
Con más de 40 años viviendo en Loreto, Cecilia Fisher explicó que no hay agua existente para la población y menos para soportar un crecimiento urbano acelerado. Le preocupan los megaproyectos inmobiliarios que podrían detonar tras la aprobación de un PSDU que no contemple a toda la gente y se privilegie a unos cuantos.
Megaproyectos en un ANP
En una ciudad de 22,000 habitantes con evidentes carencias infraestructurales de agua potable y tratamiento de aguas negras, comentó la ciudadana y activista social, es imprescindible efectuar un documento de ordenamiento transparente sin irregularidades e información equivocada.
El PSDU sirve también para establecer las densidades de fraccionamientos, es decir, cuántas casas por hectárea se pueden construir. Darío Davis, director de Bienestar y Desarrollo Urbano de Loreto insistió que se está cuidando esta parte para evitar, según sus palabras, afectaciones a la municipalidad.
“Hay megaproyectos dentro de Loreto de muchas hectáreas, pero estas personas son propietarios y tienen derecho a desarrollar como quieren, pero sino ponemos claros los datos sobre cuánta agua tenemos y con qué servicios de drenaje contamos agua no vamos a vivir bien”, precisó.
Contaminación en el paraíso
Sin duda, los paisajes del Parque Nacional Bahía de Loreto son un estímulo para el sector inmobiliario que pretende atraer el mayor número de clientes. No obstante, la exigencia de un sistema de drenaje y de tratamiento de aguas residuales están contaminando este paraíso natural.
La activista desmintió información del PSDU, porque declaran la existencia lagunas de oxidación, pero en realidad se trata de contenedores con agua negras a tan solo ocho metros de casas.
Incluso, la administración de Paola Cota fue sorprendida tirando desechos en un terreno privado, lo cual, obligó a entablar un litigio a los dueños contra el ayuntamiento. Hasta el momento existen 42 demandas de ciudadanos en temas de agua y drenaje.
Sin planta de tratamiento
Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Loreto (PTAR Loreto) no funciona, representado un riesgo sanitario para los habitantes, debido al derrame de aguas negras provocado por problemas en las bombas con las que opera la planta.
El director confirmó denuncias por lo evidenciado por ciudadanos a la pasada alcaldía del mal manejo de las aguas negras. Adelantó que municipalidad Ochoa Paz comenzó las gestiones con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para construir una nueva.
Cecilia Fisher recomendó a los funcionarios primero satisfacer el derecho básico de acceso al agua a la población, antes de condenar a la ciudad a un crecimiento urbano insostenible que termine por a secar al destino turístico.
Le preocupó la postura de la administración pasada. Mencionó que, en la última reunión de la consulta pública, quedó grabada una declaración en la que invitaban a la ciudadanía a negociar con los desarrolladores inmobiliarios, lavándose las manos en la encomienda de garantizar el agua y hacer llegar a quienes la necesitan ahora.
Crisis hídrica
Las autoridades del municipio han reconocido que, si bien aumentaron en un 97% en 2020 la cobertura con agua potable, lo cierto es que colonias como Miramar, La Rivera, Los Cardones y Vista al Mar las abastecen con un servicio de pipas, según el documento “Actualización Plan Subregional de Desarrollo (PSDU) Loreto, Nopolo, Notri, Ligüi y Ensenada Blanca”. Para racionar el líquido se realizan tandeos en la colonia Zaragoza.
Por su parte, el funcionario municipal aseguró que han corregido los datos erróneos, entre estos, lo relacionado al estado actual del acuífero de San Juan Londó. Al preguntarle si existe en este existe una crisis severa contestó: ‘no precisamente’.
Sin embargo, en la “Actualización de la disponibilidad media anual de agua en el acuífero de San Juan Londó (0329) de 2024”, la Conagua concluyó no otorgar más concesiones al no existir volumen disponible. El déficit de 2,577,248 metros cúbicos.
Aunque en el PSDU se afirmó extraerá agua de otros pozos, Fisher insistió que la principal fuente de abastecimiento sigue siendo San Juan Londó. Además, lamentó la forma de proceder del ayuntamiento considerándolo engañoso y no propició para alentar la participación ciudadana.
¿Reuniones a puerta cerrada?
Las reuniones prometidas para trabajar por los nuevos servidores municipales, explicó Cecilia Fisher, no ocurrieron. Una estaba prometida para principios de octubre de 2024, pero no ocurrieron como esperaban.
“A menos de 100 días están haciendo lo mismo”, dijo Fisher al recordar las críticas de poca transparencia que hizo Paz Ochoa a la alcaldía de Paola Cota.
En cambio, Darío Davis indicó que hubo mesas técnicas de trabajo que no fueron abiertas. Aunque rechazó reuniones con la asociación de hoteleros y con la organización ambientalista EcoAlianza, Fisher comentó que, si se efectuaron y que ellos no representan a la mayoría de la ciudadanía, por lo que exigió mayor promoción al proceso.
Faltan 12 días para la conclusión del proceso de consulta pública del PSDU y las preocupaciones de los loretanos y apenas este 14 de noviembre de 2024, en las oficinas de EcoAlianza, desarrollarán una reunión informativa para dar a conocer los avances del documento.