Una breve historia

Un llamado de atención

Un paseo por el museo regional de antropología e historia de B.C.S

Alfredo Zuloaga González / En El Tintero

La historia, es esa herramienta que se utiliza para resguardar, expresar y exponer aquellos acontecimientos importantes que han sido de trascendencia para el mundo. Una ciencia que no solamente involucra a los hechos humanos, sino también se encarga de mantener entre sus pasajes todas aquellas cuestiones cronológicas que se relacionan con el paso por el mundo. Ya sea el caso social, cultural, político, de índole natural, o religiosa.

Esta disciplina nos entromete a un tiempo. Nos puede llevar al siglo V e introducirnos al asunto. Nos deja lecturas para conocer los pensamientos de aquellos días y poder hacer una reflexión para compararlos con los de hoy. O también nos puede llevar en un recorrido por nuestros hechos históricos y notar todos esos cambios de pensamiento y de madurez de los seres.

El personaje que se encarga de hacer que la historia quede plasmada, es el cronista. ¿Sabe usted cuál es su labor? El cronista, más que nadie debe saber los acontecimientos del pasado, debe ir recapitulando información e irla acomodando para relacionar fechas, tiempos, personajes, ciudades, etc. Mantiene al pretérito en flama viva con el presente y le va dando forma para que las nuevas generaciones tengan con la mayor precisión y facilidad, el conocimiento que va se va dejando a lo largo de la vida. “Es una obligación para los gobiernos,  preservar tanto la identidad como la memoria de su pueblo”. Es por eso que decimos desde nuestra opinión, que el ser cronista, no es para cualquier persona. Se debe tener el gusto por los hechos pretéritos y un gran amor por dejar algo para la posteridad. Es por eso que acuña bien la frase que se le atribuye a Jenofonte:

No hay cosa más honrosa ni alegre en la vida, que dejar memoria de vuestros dichos y hechos en los que deseáis que os recuerden”…

“Una breve historia”

“Las dos Orugas”

A una oruga se le miraba muy alegre avanzando entre los tallos de una hoja. Se detenía y aprovechaba para comer un bocado. En eso, se acerca otra oruga y comienzan a compartir su tiempo juntas. Se ofrecían de sus más finas hojas, bebían sorbos de agua en los copados del árbol y se arrastraban entre los ramajes.

Al transcurrir los días, una de las orugas comenzó a notar que su amiga se había vuelto distante. Ella entendía que eso era parte del desarrollo normal en todas las orugas, pues le iban a dar paso a una serie de eventos que involucran a su evolución normal que a ella ya le había ocurrido anteriormente. Al paso de los días, a la amiga de la oruga, se le miraba platicar con otras orugas y compartiendo su tiempo. No tardó mucho para que la naturaleza comenzara a hacer lo suyo, es por eso que tenía que buscar una rama adecuada donde estuviese protegida de cualquier adversidad. El tiempo marcó el asunto, se entrometió al silencio profundo de su pupa, ahí dentro reflexionaba, analizaba situaciones, aprendía nuevas hazañas y proyectaba nuevos retos. A los días su amiga oruga decidió ir a buscarle para recibir algunos consejos, para su mayor sorpresa ella ya no estaba disponible. Al acercarse al lugar donde siempre solían juntarse, solo miró una pupa eclosionada y a lo lejos, entre los rayos del sol y las hojas altas que en algún momento soñaron alcanzar, se postraban unas brillantes y coloridas alas”.

Dándole una vuelta al escrito, queremos darnos a la tarea de expresar un asunto que nos llamó bastante la atención. El pasado lunes 25 de octubre acudimos a las instalaciones del INSUDE – cosa que comúnmente hacemos para ir a echar una “retita de basquetbol”-, y nos dimos cuenta de que unos carros estaban estacionados sobre el piso de las canchas, pisos que no están hechos para soportar tanto tonelaje, aparte, robando un espacio de la cancha que impedía el espacio para tirar unas canastas. Somos activos en ese ámbito y vamos a notar si vuelve a ocurrir algo similar, porque de ser así que se deje abierto el acceso para también poder meter nuestros vehículos para “poder bajar las cosas más cerquita”. Primera llamada.

Ya para concluir con nuestra opinión, queremos expresarle sobre nuestra experiencia en el Museo Regional de Antropología e Historia de Baja California Sur.  Nos dimos a la tarea de recurrir al director, el  Dr. Luis Alberto Trasviña Moreno que nos hizo la invitación para dar un recorrido por las instalaciones. Nos fuimos cronológicamente recorriendo los pisos del recinto entre pláticas y recibiendo cátedra de lo que conlleva y engloba la historia  sudcaliforniana. La atención por parte de la recepción y los trabajadores que mantienen viva la armonía del museo fue muy grata, es por eso que hacemos un llamado a la población a que se den una vuelta y se lleven un gajito de conocimiento que resguarda la memoria de nuestros ayeres.

También aprovechando el espacio, vamos a hacer la invitación este viernes 29 de octubre de 2021 a las 18:30 h, a una charla a cargo del Arqueólogo Carlos Mandujano Álvarez, “VOLVER A VERTE”. La cita es en el Museo Regional de Antropología e Historia de Baja California Sur, en donde se expondrá un tanto de la arqueología e historia en la Sierra de la Giganta. El evento se llevará a cabo en la sala de Exposiciones temporales, con un aforo limitado de 40 personas, para no bajar la guardia en los aspectos sanitarios, uso obligatorio de cubre bocas.

Informes: museorah@gmail.com

Comentarios y buzón de quejas: Bajo el fundamento del artículo 7° de la Carta Alta y el 19° en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

eneltinteroz@gmail.com