Este fin de semana, durante la conmemoración del 107 aniversario del Faro Viejo de Cabo San Lucas, el presidente municipal Óscar Leggs aprovechó para lanzar un mensaje donde aseguró que su gobierno se pondrá a trabajar en la recuperación del acceso gratuito a dicho espacio tan emblemático para los cabeños.

Y no sólo del mencionado municipio, sino como parte de un rescate histórico para sudcalifornianos. Se dijo parte de un gobierno comprometido con el rescate de la historia. Por este motivo es de medular importancia que se logre un acuerdo para el libre acceso de la población a El Faro, símbolo cultural de su pueblo.

Recalcó la necesidad de que se haga un gobierno con sentido humano y una de las formas de ese humanismo es el rescate de la historia.

Hizo alusión a la igualdad ante la ley, «donde no haya distinción para la atención de hombres, mujeres y de la comunidad de la diversidad sexual». Así como de índole económico, al señalar que se aplica la ley al empresario más exitoso como al ciudadano «en mayores condiciones de precariedad».

Este último punto evoca la participación de asociaciones civiles como Yenecamú, cuyo presidente Felipe de Jesús Marrón Rosas solicitó en febrero pasado la intervención del gobierno de Los Cabos para que garantice tres puntos, a saber: Que se permita acceso gratuito al Faro Viejo, a la playa de Cabo Falso a toda la ciudadanía y que no se utilice el edificio de Faro Viejo para negocio de la iniciativa privada.

Dicho monumento forma parte del catálogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y sin embargo está en pugna intermitente pero vigente hasta hoy en día, desde 1994.

En concordancia con el mensaje expresado este fin de semana por el presidente Óscar Leggs respecto al patrimonio, rescate de las raíces, sentido y orgullo histórico, las autoridades ya habían acordado dar seguimiento a las solicitudes de la sociedad civil en colaboración con otras dependencias, como Zofemat, Catastro o Sindicatura.

Ernesto Coppel Kelly sería el propietario de las tierras que rodean al Faro Viejo y de esta manera ha promovido la restricción del libre acceso a este sitio, cuestión que parece ser el meollo del asunto en cuanto al reclamo social. El Faro Viejo fue inaugurado el 5 de mayo de 1905, y ha sido ya paciente de distintas restauraciones a lo largo de todos estos años e inclusive de batallas de aqueos contra troyanos.