La antigua minería de El Triunfo y San Antonio y las pinturas rupestres de Boca del Álamo, en Los Barriles, forman parte de las proyecciones para desarrollar un turismo histórico y cultural en el municipio, así como de apreciación de los recursos naturales por turistas nacionales y extranjeros.

En cuanto al tema de la antigua minería de El Triunfo y San Antonio se presentó el proyecto del sendero «Ruta de la Plata», que contará con una serie de señales, así como carteles informativos y otros materiales para guiar y contextualizar a los visitantes.

Aunque el nombre de la ruta haga referencia a la minera, la directora de turismo municipal, Natalia Ruffo Castaño explicó que serán parte del inventario los paisajes y la naturaleza, añadiendo actividades como paseos a caballo, en bicicleta o senderismo.

La señalética de la Ruta de la Plata abarcará 7.5 kilómetros en un recorrido de relevante carga histórica para la zona, aunque aun están por especificarse los lineamientos y requerimientos en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Baja California Sur. 

Uno de los puntos fuertes de esta iniciativa es la de darle vida a un desarrollo económico y social en las comunidades rurales, según lo expresado por Ruffo Castaño.

Por otra parte y en lo que parece ser una visión en conjunto de esta clase de impulsos al turismo, se encuentran las pinturas rupestres de Boca del Álamo, en la delegación de Los Barriles.

Con la participación de la comunidad y del INAH se diseñará un programa para dar a conocer estas pinturas, vestigios de los antiguos californios y ubicadas en un territorio de excepcional atractivo natural. Por lo que se conjugarán los recorridos a estas pinturas una vez se efectúe el plan de su restauración, si bien ya se avanzó en el diseño de la señalética de esa otra ruta.

Así lo explicó el diputado local del sexto distrito, Eduardo Van Wormer Castro, que se reunió con el encargado del despacho del INAH en el estado, Luis Alberto Trasviña Moreno y con el arqueólogo Alberto Calderón Vega.

Van Wormer dijo que, además de procurar la conservación de este legado milenario, el proyecto en conjunto con la oferta turística de diferentes índoles, como la pesca deportiva, harían detonar la economía de las comunidades –o es lo que se pretende– y para eso hay que involucrar a las familias que ahí viven.