Aunque Baja California Sur no reportó feminicidios, los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SENSSP) demuestran el alto número de incidentes de violencia contra la mujer. La violencia familiar con 1,882 llamadas y pareja con 544 reportes son los delitos más registrados.
De enero a mayo de 2019, el SENSSP reportó 14 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de abuso sexual y 8 relacionadas con violación en Baja California Sur.
El documento del órgano vinculado a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana contiene información sobre la violencia contra las mujeres, su incidencia delictiva y llamadas realizadas al 911 hasta el 31 de mayo de 2019.
El panorama para las mujeres no es alentador en BCS. Hubo 176 reportes de emergencia de actos violentos (ya sea daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico), aunque el estado se posicionó en el último lugar nacional y no rebasó la media nacional.
Simplemente en este periodo, en cuestión de corrupción de menores existen 9 casos traduciéndose a una tasa por cada 100 mil habitantes de 2.1 por encima de la media nacional que es 0.9.
La corrupción de menores tiene varias acepciones. Los juristas catalogan tres grupos, primero describe que un adulto delinque si procura o facilita la depravación sexual de un púber; lleva a comenzar la vida sexual o depravar a un impúber o inducir, incitar o auxiliar a un menor en la práctica de pedir limosna, hábitos viciosos, ebriedad, formar parte de una asociación delictuosa o cometer cualquier delito.
Por otro lado, en México se criminalizará a un mayor de edad obligue a los menores a adquirir malos hábitos o vicios como el alcoholismo, uso de sustancias tóxicas u otras que produzcan efectos similares; se dedique a la prostitución o prácticas homosexuales o forme parte de una asociación delictuosa. Por último, el empleo de menores en cantinas, tabernas o centros de vicio.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en 2018 concluyó que el mayor peligro que pueden enfrentar las mujeres está en sus propios hogares.