Ezequiel Lizalde Rodríguez falleció el 24 de noviembre de 2020 a causa de las secuelas de la enfermedad de COVID-19 que causa el coronavirus SARS CoV-2.

Ezequiel se desempeñaba como trabajador asalariado ejerciendo la función múltiple de periodista, reportero, conductor de radio y televisión en la compañía capitalista de medios informativos CPS MEDIA (Compañía Periodística Sudcaliforniana, S.A. de C.V.). Seguramente muy pocos  coincidan conmigo en que su muerte fue causada por el propio funcionamiento sistémico del mercado capitalista en época de crisis sanitaria que agudizó la crisis económica que se venía anunciando antes de la pandemia. El asunto es que en época de crisis, quienes pagan los platos rotos son los trabajadores y trabajadoras, porque los capitalistas por ningún motivo están dispuestos a reducir sus ganancias; y como tienen el control de las relaciones laborales y hay relaciones de complicidad con las instituciones gubernamentales, con toda facilidad, o los despiden, o les bajan los salarios, o le aumentan la jornada sin pago de horas extras o simplemente intensifican el trabajo durante la jornada laboral.

Funcionamiento sistémico de la hidra capitalista.

Los zapatistas utilizan una metáfora para caracterizar al capitalismo como aquella hidra mitológica que identificamos como un monstruo de mil cabezas, que si le cortas una, le sale otra, y es cuento de nunca acabar, por eso es tan difícil terminar con el sistema de explotación y opresión.

En el capitalismo el trabajo asalariado no puede existir sin el capital y las mercancías tampoco sin el trabajo, y en su inmensa mayoría sin el trabajo asalariado. En el capitalismo la mayoría no puede vivir sin trabajar y solo unos pocos viven sin trabajar (basta con ser accionista o accionista mayoritario de una compañía capitalista, vivir en una residencia propia de cientos o miles de metros cuadrados , tener un yate o un avión propios, viajar por el mundo, invertir en otras compañías, etcétera). En el capitalismo las mercancías se producen en las grandes compañías capitalista con el objeto de venderse y obtener con ello una ganancia, como por ejemplo la venta de los periódicos, de las señales de la internet, la radio y la televisión; o la venta de los cuartos de hoteles de lujo todo incluido o los tiempos compartidos de condominios, etcétera.  El capitalismo todo lo convierte en mercancías, también a la fuerza de trabajo manual e intelectual que se utiliza para producir otras mercancías, por eso, la fuerza de trabajo es una mercancía especial por ser la fuente del valor, que produce uno equivalente a su valor  y un valor adicional, una plusvalía,  que se apropia la compañía capitalista como valor monetario en forma de ganancia, entonces sí, contando con ella, una parte la pueden utilizar para consumo propio y familiar, y una mayor parte convertirla en capital dinero y capital productivo; precisamente ahí se encuentra el origen de la explotación del trabajo y de   las ganancias de las compañías capitalistas. Como en cualquier mercado, en el capitalismo, las compañías capitalistas compran la fuerza de trabajo a un valor monetario determinado que por lo general se ubica por debajo de su valor, que en manos del comprador (capitalista) es capital y una vez en manos del vendedor o vendedora (el trabajador o trabajadora) se convierte en salario que a veces aparece como salario por tiempo y otras veces como salario a destajo. Todo este entramado conduce inevitablemente a una enorme concentración de la riqueza en unos cuantos capitalistas y una expansión de la pobreza y la extrema pobreza en México y el Mundo. Así funciona el sistema.

La forma mercantil de la compañías capitalistas de cualquier actividad económica de que se trate son las sociedades por acciones en donde un accionista o un grupo de accionistas mantienen el control de la compañía y de sus consejos de administración que son los que mantienen la hegemonía de las relaciones entre el poder económico y el poder político, quienes en más de un caso, han formado parte del poder público; quienes determinan la forma de las relaciones laborales y de trabajo en las compañías capitalistas; es el caso de la Compañía Periodística Sudcaliforniana, S.A. de C.V. y su presidente del Consejo de Administración Fernando González Corona, quienes  a través de CPS Noticias  y CPS MEDIA manejan sus medios de comunicación Tribuna de Los Cabos, Tribuna de Los Paz y Tribuna de la Bahía, TVMar y Radiante FM; que operan en  Puerto Vallarta, Jalisco, Bahía de Banderas, Nayarit,  La Paz y Los Cabos en Baja California Sur.  

El asunto es que el presidente del Consejo de Administración del CPS Media es también un capitalista del sector inmobiliario y turístico acostumbrado a la sobreexplotación laboral;  propietario, fundador y presidente de Tafer Hotels & Resorts y co-fundador y propietario mayoritario de The Villa Groups; ya que formó Villa Group Resorts y luego fundó Tafer Hotels & Resorts y ha desarrollado además doce Resorts.  Hay que destacar que “Los hoteles en The Villa Group Beach Resorts & Spas cuentan con suites de lujo, cocina gourmet, spa de clase mundial, servicio de primer nivel.. “(Villargroupresort.com.mx) como los Hoteles Villa del Palmar en Cabo San Lucas, Puerto Vallarta, Riviera Nayarit, Loreto y Cancún; Hotel Villa del Arco en Cabo San Lucas; los Hoteles Villa La Estancia en Los Cabos y  Riviera Nayarit; por su lado el grupo Tafer cuenta con los Hoteles Garza Blanca  Resort en Cancún, Puerto Vallarta y Cabo San Lucas, Sierra Lago Resort &Spa en la Sierra Madre y un Hotel Boutique en la Biosfera de Sian Ka´an  y como suele suceder  con las compañías capitalistas crean su pantallas filantrópicas como la Fundación Eagle´s Wings presidida por el propio Fernando González Corona, Luz María Torres, Jim Mc Cartthy y Robert Kistner, este último Director del Proyecto de la Región Caribe de Tafer Hotels &Resort.

Hará unos tres años, la revista Proceso publicó refiriéndose a Fernando González Corona que “el polémico empresario hotelero e inmobiliario, nacido en Mazatlán, incorporó la sociedad Avenger Sportfishing Limited el 30 de agosto de 2000, año en que decidió retirarse de la política. El mismo día, la sociedad acordó la compra del yate “Avenger” –con bandera de las Islas Caimán– por un millón 200 mil dólares, que obtuvo con un préstamo del Henry Ansbacher & Co Limited, ubicado en Londres, préstamo conseguido con relativa facilidad, pues el mismo banco, a través de su filial fiduciaria en las Islas Caimán, gestionaba la compañía. González Corona, dueño de The Villa Group, también aparece en los archivos de Appleby como presidente de la sociedad de inversión G.H. Enteprises Ltd., creada en las Islas Caimán en 1991 y disuelta en 2006, lo que significa que la sociedad operó mientras el hombre ocupaba cargos públicos”.. Recordemos que Fernando González Corona fue presidente municipal de Puerto Vallarta y diputado federal del Partido Acción Nacional (Proceso, 5 de noviembre de 2017).

CPS MEDIA: LA SOBREEXPLOTACIÓN DEL TRABAJO ASALARIADO EN ÉPOCA DE PANDEMIA.

Regresando a CPSMEDIA como cualquier otra compañía capitalista ella cuenta con una estructura de mando a la que trabajadores y trabajadoras  de la comunicación deben obedecer en cualquiera de sus partes materializada en personas de carne y hueso, empezando por el mandón de la compañía: Fernando González Corona, Presidente del Consejo de Administración; Fernando González Contreras, Vicepresidente, Daniel Cuevas García , Director General de CPS Media, Fabio Fernández Valdéz  Director Regional de CPS Los Cabos, Claudia Meléndez, Directora Regional de CPS La Paz  y Directora Corporativa de Radio; Elizabeth Hernández  Velázquez, Directora Corporativa de TV Mar; Hugo Lynn Almada Director Corporativo de Información, Iván Galván Godoy Director Comercial Corporativo; Edson González Pompa, Director Corporativo de Desarrollo Digital; Carlos Reynoso Comparán Director Corporativo de Ingresos; y ,Rufino Osuna Lora, Contralor General. 

Es en esta estructura de mando donde se establecen las relaciones de trabajo y laborales a las que están sometidos las trabajadoras y los trabajadores; basta un testimonio de una trabajadora temporal de la comunicación para ejemplificar las sobrexplotación del trabajo. Ella nos cuenta:

“Inicié labores en CPS Media el día domingo 29 de marzo de 2020, en el puesto de reportera que me ofrecía casi el doble de mi sueldo anterior: $6,317.00 sin deducciones, que se convertían en $5,438.00 netos quincenales, sin embargo, asumí la explotación implícita: no hay horario para reporteros; tienes que checar su entrada y tu salida a través de una huella digital; tienes que entregar una cuota diaria de 5 notas; tienes que redactar cada nota al momento y enviarlas en tiempo real a través de WhatsApp; antes de las 12:00 horas tienes que tener listas 3 notas que eran candidatas a ser presentadas a través de un enlace telefónico en el noticiero en vivo del mediodía; acudir a las oficinas a redactar las 5 notas en formato de cápsula de guion radiofónico con insert del material en video grabado por los/as camarógrafos/as; grabar el texto de las notas con tu voz en las cabinas de radio; entregar el material a los editores quienes las preparan para que sean transmitidas en radio y televisión; redactar las notas de manera amplia, en tiempo pasado y enviarlas por correo para que sean incluidas en el periódico impreso Tribuna de La Paz y Tribuna de Los Cabos.

En esos días yo no me quitaba ya mi cubrebocas, traía mi gel, toallitas desinfectantes en mi bolsa, desinfectaba mis cosas de manera constante e incluso empecé a usar pronto unas caretas protectoras hechas por mí,  y empecé a trabajar siempre con la esperanza de que pronto los administrativos se darían cuenta de la gravedad de la pandemia y tomarían cartas en el asunto.

Las jornadas laborales eran extenuantes. La primera semana apenas podía cumplir con mis múltiples deberes para los que debía llevar una logística perfecta, entre la planeación de los 5 temas de mis notas; contactar a los entrevistados vía telefónica y concertar una cita (presencial o telefónica); trasladarme al lugar de los hecho con el apoyo de el/la camarografo/a; bosquejar las preguntas de la entrevista; redactar las notas en mi celular; buscar las ubicaciones en Google Maps de los lugares para hacer tomas de video; enviar la nota por WhatsApp; y ajustarme a las horas de entrega fijadas. En esos primeros días salía de la oficina después de hasta 12 horas de jornada laboral. No importaba a qué hora llegara, el trabajo siempre parecía nunca acabar y desde la oficina veía como caía la noche con hambre y ganas de estar en casa y descansar.

Con los días me hice más ágil en la dinámica laboral, sin embargo, reconozco que la jornada laboral nunca disminuyó de entre 8 y 10 horas laborales, que cuando eres reportero, sabemos, la jornada ni siquiera termina cuando entregas tu trabajo, porque a veces surgen detalles de corrección, o apenas sales de la redacción, estás pensando en los temas del día siguiente, leyendo los medios para estar al tanto de las noticias y las agendas, estar alerta para redactar alguna nota coyuntural que surge aún después de que hayas terminado tu cuota, o incluso, enviando mensajes o haciendo llamadas para concertar citas con entrevistados para los siguientes días.

A tan solo 15 días de mi ingreso a la empresa, citaron a los reporteros  a una reunión donde Claudia Meléndez, directora de CPS Media La Paz nos notificó que se nos iba a recortar el 25% de nuestro sueldo a partir de junio debido a que los negocios del inversionista Fernando González Corona (Tafer Hotels & Resorts) se habían visto afectados por la pandemia, por lo que se nos descontarían 7 días al mes bajo el concepto de “Días solidarios por contingencia” hasta que la empresa regresara a sus ingresos mensuales de los primeros meses del año….

..Justamente ahí empezó una caída en picada, donde los ánimos, los reclamos, un ambiente de profunda tensión, desesperanza e incertidumbre, sin embargo, los que laboramos por una parte aceptamos la medida, ya que para nosotros significaba sacrificar una parte del sueldo, pero conservar todos el empleo, pero no fue así, y a tan solo una semana de anunciada la reducción de sueldos empezaron los despidos colectivos, que en realidad fueron renuncias forzadas a cuyos empleados solo les dieron aproximadamente la cuarta parte del dinero que de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo les tocaba en el caso de despido, despojándolos de sus derechos laborales y sin el ingreso económico estable, con todo lo que representa esto en la actual situación de pandemia, por lo que solo unos cuantos procedieron a demandar a la empresa. Desde abril hasta la actualidad suman alrededor de 15 compañeros/as despedidos/as, quienes representan aproximadamente el 15% de la plantilla laboral de CPS antes de la pandemia y que tenían antigüedades que iban desde 1 y hasta 13 años.

Ante esta situación, los compañeros/as que se quedaron laborando han tenido que absorber las labores de otras áreas y sumarlas a las que ya hacían, todo esto sin una remuneración extra, al contrario, aún con el recorte de sueldo, pues se nos pagó la última quincena de abril íntegra, pero en junio nuestras quincenas llegaban de $4,303.00 pesos netos…”.

Aquí termina este largo pero ilustrativo testimonio de la sobrexplotación del trabajo asalariado en CPS MEDIA.

Como dijimos al inicio, quienes pagan los platos rotos en esta crisis sanitaria son los trabajadores y trabajadoras de CPS MEDIA, todas ellas y ellos han sido sometidos a un hostigamiento laboral indiscutible que al imponer una reducción  drástica de los salarios encubiertos con “días solidarios por la contingencia”; les han sometido a un intensificación del trabajo durante su jornada con el agravante de la estrés y ansiedad provocada por la pandemia; han sustituido el salario por tiempo establecido en sus contratos al salario a destajo que es una modalidad que aumenta la explotación del trabajo;   y quienes han sido rescindidos y rescindidas de sus contratos  no han recibido la indemnización constitucional.

Cinco meses antes de su muerte, el 7 de julio de 2020 en el portal TresSeisCinco MX, Ezequiel escribió el artículo “El periodismo no es concurso de simpatías” aludiendo a una nota escrita en 2014 por Elena Poniatowska  titulada “Escribir es un chinga”, donde relata en detalle, sin mencionar nombres, lo que le paso previamente a su ingreso como trabajador asalariado  a CPS MEDIA cuando el gobernador Carlos Mendoza Davis  ordenó a los directivos del periódico donde trabajaba (creo que era el Diario de La Paz)  acallar (Léase: Hacer callar, Aplacar, Aquietar, Sosegar) la voz de los sin voz que hablaban en los reportajes de Ezequiel como fueron las voces de los pescadores de Punta Lobos, las protestas de los padres y  jóvenes  de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en México, las inconformidades de los egresados y  familiares de los niños y niñas de la escuela 18 de marzo que el gobernador ordenó demoler,  de la lucha de la familia Cordero que impidió el despojo que querían hacer  las compañías mineras Paredones Amarillos y Los Cardones en la Sierra de la Laguna; de las exigencias antipatriarcales en las movilizaciones feministas y la exigencia del reconocimiento de los derechos del movimiento LGBTI+;  entre otras muchas voces. Con esta presión encima, Ezequiel llegó a trabajar a  CPS MEDIA, probablemente esperanzado de que las cosas iban a cambiar en lo profesional y en lo laboral, como muchos otros pensaron al ingresar a TVMAR, Radiante FM o a los Tribuna. Pero no fue así, el funcionamiento es sistémico… Y pues en esta ocasión le tocó a Ezequiel.

La pandemia, el Covid-19 y el viacrucis de Ezequiel.

Al iniciar el año 2020 no nos imaginábamos lo que íbamos a padecer durante estos 10 meses. Trabajadores y trabajadoras de CPS MEDIA nunca se imaginaron que les iban a reducir arbitrariamente sus salarios entre el 20% y el 40% (Nuestra Región, 21 agosto 2020), que  les iban a intensificar su jornada de laboral aún más de lo habitual, que los iban a despedir, mucho menos que a Ezequiel le daría la enfermedad del COVID-19 y que en un cortísimo tiempo iba a tener que soportar un ViaCrucis, literal, que lo llevaría camino a la muerte, sin deberla ni temerla.

Recordemos que el Coronavirus SARS-CoV2 que produce la enfermedad respiratoria Covid-19, inició en China en diciembre de 2019, que para el 18 de marzo había 191 mil 127 personas contagiadas en el Mundo, de las cuales ya estaban fuera de China 110 mil 011 contagiados. En México se había anunciado que la Jornada de Sana Distancia iniciaría el 23 de marzo, pero se adelantó para el 19; y en la conferencia de prensa del 23 de marzo se informaba que había en México solo 316 casos confirmados y solo 2 defunciones; ocho meses después, el día que falleció Ezequiel (24 de noviembre) el gobierno informaba que había 1 millón 060 mil 152 casos confirmados acumulados, que habían fallecido 102 mil 739 personas y que se habían recuperado 791 mil 516 personas, o sea que la pandemia había causado estragos en México y el Mundo; ahora las cifras van creciendo: al 26 de diciembre de 2020 se habían acumulado ya 1 millón 377 mil 217 personas contagiadas  y habían fallecido 122 mil 026 personas.

Ezequiel fue uno de esos más de 791 mil recuperados temporalmente y uno de esos más de 102 mil fallecidos; pero Ezequiel no es una cifra, ni una estadística, ni un número más de las conferencias de prensa del gobierno; Ezequiel era un reportero crítico, objetivo y oportuno, que daba voz a los sin voz en sus notas periodísticas, en sus reportajes y en sus artículos; tenía una habilidad extraordinaria para captar lo que el informante le ofrecía, era puntual en sus preguntas y traducía con exactitud la palabra de los sin voz, sin importar que incomodara al poder de arriba; y cuando las compañías en las que trabajó le impedían que la voz de los sin voz pasara al aire o a los impresos, él mismo se convertía en un medio de comunicación entre los sin voz y la opinión pública, y lo hacía en el momento oportuno en sus transmisiones en vivo o en sus notas escritas en su sitio personal de FaceBook. Pero un día, no sé exactamente que día,  ese sitio amaneció congelado: a Ezequiel lo había dado la enfermedad del COVID-19 y tuvo que ser ingresado al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y llevado a rehabilitación al CRIT; y aquí empezó su ViaCrucis. Ezequiel no fue intubado, pero estuvo muy delicado, así lo vimos cuando nos dio un mensaje en su FaceBook cuando salió del hospital. Ezequiel nunca pudo recurarse. Leamos sus palabras: 

4 de octubre de 2020.

“..las secuelas que te deja el Covid es lo peor del virus, estoy harto… Entre lo más recurrente es cansancio crónico, dolores de cabeza, falta de aire, insomnio y dolor en el pecho. Y estoy experimentado depresión. Estos síntomas son terribles, desde el martes me reincorpore al trabajo y a la vida con todo y las secuelas físicas y psicológicas…”

11 de octubre de 2020 (Video)

“..uno de los doctores me dijo que era candidato a intubarme, pero me dijo que pues como era muy joven y no tengo ningún tipo de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, me dijo que me iba a tener en observación dos días y depende de cómo evolucionara me iba a mandar al CRIT, lo cual para mí fue un alivio porque en cuanto llegué me pusieron en un camilla, me encapsularon, me pusieron suero, oxígeno y me pusieron una inyección en el estómago que duele mucho; también me dieron como ocho pastillas… y pues yo estaba muy asustado, realmente no sabía que iba a pasar conmigo, tenía miedo de que me intubaran, tenía miedo… no sé si tenía miedo de morir, la verdad… si llegara a morir, me daba pendiente el sufrimiento que le iba a dejar a mi mamá, era lo único que me preocupaba, porque lo lógico es que los padres murieran primero que los hijos, y yo sabía que si yo moría primero, ella no iba a resistir, y tendría un dolor muy grande… Y bueno, superé los dos días en la clínica, afortunadamente no me intubaron, me mandaron al CRIT, en el CRIT un servicio buenísimo, una nueva camada de doctores, de enfermeros, de personal médico, todos haciendo su chamba, y ahí fue donde me recuperé… Y pues esa es la historia…”

18 de octubre de 2020

“¿Qué hace el gobierno y los hospital de BCS para ayudar a los pacientes Covid cuando regresan a casa?

La Paz.- ¿Que alguien que me diga si existe algún programa que ayude a la recuperación para pacientes de la Covid-19 una vez que están en casa, además de las terapias pulmonares?. Están surgiendo problemas porque las secuelas no se curan de la noche a la mañana, requieren de tiempo y es muy doloroso.

¿Que pasa con aquellos empleados que tienen que regresar a trabajar y su condición no les permite hacerlo? ¿Quién los está defendiendo ante el abuso de las empresas?

Los pacientes que han regresado a casa tras estar hospitalizados por fallas respiratorias están lidiando con problemas físicos, neurológicos, cognitivos y emocionales ¿quién los está ateniendo?

También se requiere medicamento para las dificultades para respirar, y los problemas cardíacos.”

18 de octubre de 2020

Buenos Días amigos… Confiando en que estoy sanando y de todo corazón deseo que todas las personas que estan con la Covid-19, estén en mente positiva para vencer juntos este virus…  Amá, gracias por no soltarme nunca..”

22 de octubre de 2020

Hola amigos. Buenas tardes…. Como muchos saben estos atravesando por lo que consideró el peor momento de mi vida… Salí librado del Covid-19 y la hospitalización, pero me quedaron secuelas que me están matando.

Los médicos del IMSS me dicen que las secuelas pueden tardar en desaparecer varios meses, lo cual soy consciente pues se trata de una enfermedad nueva y ni ello saben, pero por mientras no pudo trabajar y tengo que hacerlo, mi salud se esta deteriorando cada día, requiero atención médica, el IMSS ya no me otorga incapacidad y tengo trabajar, con todo y lo mal que me siento.

En mi desesperación acudo a ustedes porque pretendo ir con un médico especialista particular en enfermedades respiratorias, que me haga estudios para saber qué ocurren en mis pulmones, pero eso cuesta. Con un solo paso me agito, me canso y siento que muero. Además desde hace dos días tengo un dolor torácico fuerte que aparece cuando duermo puede ser de día o de noche.

Para ello requiero de apoyo económico, ojalá puedan donarme algo dentro de sus posibilidades. Gracias a todos de corazón…

3 de noviembre de 2020

Hola amigos, hoy me dieron de alta luego de permanecer 12 días hospitalizado por secuelas de covid-19. Continuaré con mi recuperación en casa, ya que aun dependo del oxígeno. Agradezco a todos por su apoyo y  de buenos deseos… Gracias de corazón y a mi ángel de la guarda Rosa Díaz  que no me soltó en este difícil momento…”

Finalmente, supimos por su compañero y amigo del alma, Alán Flores, que el 20 de noviembre regresó de nuevo al hospital;  pero a los dos días Alan envió a todas y a todas unas palabras estremecedoras: “Mi hermano Ezequiel se encuentra muy grave, con dos sondas torácicas metidas para sacar el aire y otra sonda para poder comer. Ya que en sus pulmones hay uno o más agujeros luego de colapsarse, lo que hace que su corazón este más apretado por el aire que se sale y llena otros huecos y su frecuencia se incrementa cansándolo mucho. La esperanza o el milagro sería que estos agujeros cierren y la infección ceda para que se recupere…”. Ezequiel no pudo recuperarse y se nos fue.

En vida, no hubo justicia para Ezequiel, el sistema acabó con él, el hostigamiento laboral a la que se vio sometido por parte de CPS MEDIA antes, durante y después de la enfermedad COVID-19, multiplicó sus niveles de tensión, ansiedad y estrés laboral, que invariablemente bajo sus defensas y se desplomó su sistema inmunológico: CPS MEDIA no escuchó su llamada de auxilio para que le dieran oportunidad de trabajar en casa, escudándose en que el Instituto Mexicano del Seguro Social no le había dado incapacidad médica; también es una prueba de que la política sanitaria federal y estatal no tiene la atención debida a  las miles de personas en el país que superan la enfermedad de COVID-19, no atienden como es debido las trágicas secuelas de la enfermedad, ahí está el caso de Ezequiel que la gravedad de las secuelas lo llevó a la muerte, sin haber obtenido oportunamente la incapacidad médica del IMSS y haber sido negada la solicitud a CPS MEDIA de trabajar en casa.

Está claro que en el caso de Ezequiel hubo hostigamiento laboral como sucede con todos los trabajadores y trabajadoras de CPS MEDIA, y por lo tanto una violación sistemática del artículo 3Bis de la Ley Federal del Trabajo; mientras que la falta de seguimiento a la recuperación de Ezequiel por parte de las instituciones de salud hubo una violación al derecho humano la protección de la salud establecido en el artículo 4º Constitucional; y en todo esto, fueron omisas las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Gobierno Federal y la Secretaría del Trabajo y Desarrollo Social del Gobierno del Estado de Baja California Sur.    

Desconozco si los compañeros y compañeras que estuvieron apoyando a Ezequiel a través de la Red de Periodistas de Baja California Sur han pensado iniciar algún procedimiento para que las autoridades hagan justicia para Ezequiel, que sería a la vez justicia para los trabajadores y trabajadoras de CPS MEDIA y  para los miles de recuperados de COVID-19 en el país que no han visto el cumplimiento del derecho  humano a la protección de la salud.

Para finalizar una pregunta: ¿Acaso creen ustedes que la red de compañías capitalistas CPS MEDIA, The Villa Groups y Tafer Hotels & Resort les interesa que se haga justicia para Ezequiel?.

Esta es mi opinión de mierda….

La Paz, Baja California Sur, a 28 de diciembre de 2020.

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