El día de ayer conductores de la plataforma Uber se manifestaron en el municipio de Los Cabos exigiendo, entre otras cosas, la liberación de seis compañeros de trabajo que habían sido detenidos por las autoridades. La manifestación, que consistió en un bloqueo de distintas calles principales (libramiento y glorieta Fonatur, y salidas a la carretera transpeninsular y corredor turístico) duró alrededor de ocho horas.

Además de la liberación de sus compañeros, pedían alto a los operativos que consideraron como una cacería, cesar el abuso de autoridad contra su gremio y llegar a una mesa de diálogo a nivel estatal.

Acudieron elementos de la Guardia Nacional, estatales y municipales y entre diálogos se logró el desbloqueo de las calles, de un conflicto que no tiene una semana solamente, pero que sí ha aumentado estas últimas semanas ante los reclamos de los choferes de Uber, que han tenido que resistirse a acciones policiales como intentos de recogerles los vehículos y otros operativos.

Por su parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ya está preparada para presentar una queja por abusos policiales contra los choferes de Uber, pues ya se presentaron denuncias al respecto; y la CEDH espera recibir las pruebas. Sin embargo, ya anunció el presidente estatal de la CEDH, Elías Camargo Cárdenas, que aunque no se presente una denuncia por parte d los afectados, la CEDH procederá por oficio contra los responsables del «uso excesivo de la fuerza». Pero, para emitir recomendaciones a las autoridades policiacas y sancionen a sus elementos.

Otro que le entró al quite de los Uber fue el alcalde de Los Cabos, Óscar Leggs, quien pidió que se liberara sin cargos a los detenidos; sólo que hay que mencionar que es un asunto que correspondería a la Policía Estatal, aunque no deja de verse la buena fe del edil pese a que sea autoridad municipal.

Y es que parte de esa buena fe se debe a que se creó un problema al cerrarse esas arterias por los manifestantes, y que a la espera de la liberación de sus compañeros, así como de expresar sus inconformidades ante la presencia de autoridades competentes, el bloqueo duró hasta ocho horas.

Cabe mencionar apenas una serie de cartulinas y de dichos, relacionados con los que, idealmente, tendría que ser una investigación no sólo contra los afectados Uber, o los afectados taxistas, sino contra los beneficiados, de su origen, sus estatus, y otros enlaces, si es que los hubiese en uno de los principales destinos turísticos para extranjeros en todo el país.