Una de las empresas patrocinadoras más importantes de la próxima Cumbre del Clima (COP27) a celebrarse en Egipto del 6 al 18 de noviembre es nada menos que Coca-Cola, la empresa que más contamina en el mundo según el ranking elaborado por la ONG #BreakFreeFromPlastic.

Coca-Cola sería seguida en su efecto contaminante por su casi gemela PepsiCo, y por Unilever, Nestlé, Philip Morris, Danone o Colgate-Palmolive en ese orden.

El gobierno de Egipto firmó acuerdos de colaboración con la empresa respecto a la COP27 y junto a otras empresas, como IBM. Al margen de las pretenciones de la Agenda 2030 en cuanto a la reducción de Gases Efecto Invernadero (GPI), la empresa fue señalada por más de 11 mil organizaciones ecologistas, en un informe gestionado por la Break Free From Plastic, como la que genera más plástico, durante cuatro años consecutivos. Resultó cuando menos irónico el que la Coca-Cola y otras compañías trataran de «lavarse la cara» mediante este patrocinio.

En cuanto a la filial en México, Coca-Cola Femsa, es la tercera en Latinoamérica en acceder al beneplácito de los diversos acuerdos internacionales para reducir la emisión de GEI.

«La COP27 nos brinda la oportunidad de continuar interactuando con los expertos, las organizaciones sin ánimo de lucro, la industria y los gobiernos para apoyar acciones hacia un cambio sostenible en toda nuestra cadena de valor», declara Michael Goltzman, vicepresidente global de Políticas Públicas y Sostenibilidad de Coca-Cola, en el momento de firmar el acuerdo con las autoridades egipcias.

Por su parte, Greenpeace responde: «Vergonzoso: Coca-Cola, el mayor contaminador por plásticos, patrocina la cumbre del clima COP27. El 99% de los plásticos está hecho de combustibles fósiles: esta colaboración socava el objetivo mismo del evento que patrocina».

Mientras que desde Ecologistas en Acción apuntan: «Coca-Cola y otras corporaciones utilizan este tipo de eventos para hacer greenwashing. Cada vez con más frecuencia, las grandes empresas nos intentan vender sus gestos verdes. Lamentablemente, esto ya forma parte del teatrillo en que se han convertido estas cumbres», agregando que tanto las latas como el plástico son los que –dicen– más abundan en los mares.

Entre los recovecos de lo que se dice y lo que se hace, la empresa Coca Cola reconoce que «los envases representan alrededor del 30% de nuestra huella de carbono». Pese a que la marca de bebidas asegura que sus «esfuerzos por un mundo sin residuos y por la reducción de las emisiones de carbono van de la mano», ante el sospechosismo de los ambientalistas.

Éstos han organizado una propuesta en Change.org para que la ONU rechace el patrocinio de la empresa en favor de la COP27, que por otra parte tiene muchas otras conexiones tanto con Coca Cola como con otros puntos fuertes. Por último, los ambientalistas cierran diciendo que la Cumbre Ambientalista «No es una juerga multimillonaria para contaminadores corporativos», pero ¿qué es en realidad?