Según manifestó Miguel Rivas, director de Santuarios Marinos de la organización internacional Oceana, quienes viajaban en la embarcación por la que ahora Balandra se encuentra en esta deplorable situación ambiental, incurrieron al menos en tres faltas: haber entrado al Área Natural Protegida con una embarcación motorizada, haber jugado con bengalas y el derrame en sí mismo.

Miguel Rivas, asegura esto basándose –dice– en el plan de manejo de esta ANP, por lo que dada la gravedad del asunto, pide un «castigo ejemplar para vitar otro desastre ecológico».

Ocean se enfoca en la protección de océanos mediante la rehabilitación de pesquerías, así como la creación de áreas marinas protegidas y por lo tanto defiende a la condición de playa Balandra como Área Natural Protegida, situación que la parecer va siendo poco a poco llevada al terreno de la polémica.

Por lo pronto, Oceana declara que Balandra ha sido ejemplar en cuanto a la protección de sus manglares, tanto así que lo reconocieron en el ranking que publicaron en 2021, destacando además que las ANP en México no tienen las herramientas para implementar los programas de manejo ideales.

Al parecer Balandra no sólo es un ejemplo de protección de sus manglares, sino precisamente de carencia de un plan de manejo óptimo.

Así lo declara Miguel Rivas de Oceana, y asevera que «las embarcaciones incumplen constantemente horarios de visita e ingresan más de 400 personas diarias, que es el máximo permitido. Esto debido a la falta de inspección y vigilancia para lo que se necesitan recursos humanos, técnicos y económicos».

En cuanto a este caso en específico exhortó a que se determinen los impactos reales del accidente y se apliquen las sanciones «ejemplares». Evocó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) para que hiciese la labor de establecer las sanciones que corresponden de acuerdo a la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.

«Este lamentable accidente es la oportunidad para que los programas de manejo de las Áreas Naturales Protegidas sean actualizados de acuerdo a los retos actuales de México en materia de conservación, así como contar con los recursos necesarios para su cumplimiento» concluyó.