Autonomía Comunicacional, AC./La Voz del Pacífico

Este jueves 20 de enero se cumplen 2 años de la EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL de Emanuel Alejandro Aguilar Montoya.

Se presume que elementos de la Policía Estatal de Baja California Sur, tras protagonizar una persecución vehicular por calles y avenidas de Guerrero Negro, decidieron accionar sus armas y asesinar a un ciudadano DESARMADO.

 Su única falta o error fue no detenerse en la persecución, lo cual no justifica las terribles acciones de los uniformados, mismos que después de arrebatarle la vida a un padre de familia y trabajador de la CFE, fabricaron pruebas para inculpar a la víctima argumentando que iba armado, además de modificar y contaminar el lugar de los hechos para entorpecer las investigaciones.

Hasta este día, la carpeta de investigación integrada por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), se encuentra prácticamente sin avances significativos pues no se han girado ordenes de aprehensión ni mucho alguien ha sido vinculado a proceso por estos hechos.

Mientras tanto, existe una gran brecha de dolor en su familia durante estos 2 años que, por falta de voluntad o incompetencia de las autoridades, no ha accedido a la justicia: el o los responsables siguen libres sin recibir un castigo por sus actos.

Así es la procuración de justicia en Baja California Sur. Las viejas inercias y la impunidad se mantienen vigentes.

Las ejecuciones extrajudiciales son de los peores delitos que pueden existir, ya que las cometen quienes están para velar por nuestra seguridad, encima que sus sueldos se pagan con recursos públicos, es decir, de los contribuyentes.

Desde Guerrero Negro nos unimos a las exigencias de #JusticiaParaEmanuel.

¡Ni perdón ni olvido!