Por: Ensenada Resiste

Las personas defensoras de los derechos humanos, ambientales y de la vida, viven en un constante riesgo agravado por los intereses políticos y económicos que desafían, sobre todo, cuando se trata de la implementación de proyectos de infraestructura y desarrollo a gran escala.

Encima, la impunidad tiene un rol importante en que esta situación permanezca y se profundice hasta impedir que las personas puedan ejercer su derecho a manifestar su inconformidad ante las violencias sistémicas que atraviesan los territorios que habitan.

Toda la península de Baja California ha sido testigo de la llegada de megaproyectos que ponen en riesgo los ecosistemas y, por tanto, la vida de todos los seres vivos que dependemos de ellos. En Mexicali, ha sido así.

Ciudadanía organizada en torno a la defensa del territorio de Mexicali y Ensenada se unen para informar la situación del líquido en la región.

En 2017, el entonces gobernador Kiko Vega (que tiene tela que cortar hablando de desvíos de fondos, violencia de género, nepotismo y una larga lista más) propuso al Congreso Estatal una Ley Estatal de Aguas, cuyo objetivo era privatizar este bien natural y ponerlo a disposición de megaproyectos que necesitaran grandes cantidades de este líquido vital para funcionar. Ese mismo año, la comunidad bajacaliforniana respondió con manifestaciones masivas que echaron atrás esta ley.

No fue coincidencia que el Gobierno de Baja California (liderado por Kiko Vega, familiares y amigos) hicieran la propuesta de esta Ley, pues su plan era instalar una planta productora de cerveza, la Constellation Brands. Esta empresa requeriría 20 millones de metros cúbico de agua al año, que es la cantidad necesaria para abastecer de agua a la mitad de la población ensenadense.

Después de muchos esfuerzos colectivos para resistir y defender el agua, en una región donde ya existe una grave escasez y mala distribución, el pueblo mexicalense votó ABRUMADORAMENTE en contra (76% de los votos en la consulta pública). Y actualmente continúan organizados para asegurarse que esta empresa se vaya.

Sin embargo, derivado de los encuentros para defender su voz, ante la insensibilidad del gobierno, un grupo de defensores se manifestó cerrando los accesos al congreso local. Por esta razón, a ocho de ellos se les inició un proceso judicial, misma que el 4to sistema penal consideró insostenible la acusación y cerró (Número Único de Caso (NUC) 02/2017/42577 interpuesta en el 2017).

Pese a la resolución judicial a favor de las y los activistas, el actual gobierno de Baja California (liderado por Jaime Bonilla, amigos y familia) reabrieron la investigación y citaron a este grupo de defensores de derechos humanos a comparecer, sin importar que el acceso al agua es un derecho humano de acuerdo con el 4to artículo de la Constitución mexicana. Este es un ejercicio de intimidación y hostigamiento para detener cualquier intento de defensa del agua. Pero, ¡NO permitiremos el despojo! ¡ALTO a la criminalización de defensores y defensoras del agua!

Es por esto, que en solidaridad y apoyo a nuestras y nuestros compañeros defensores de la vida en Mexicali Resiste y otras geografías, en Ensenada convocamos a dialogar y escuchar las voces organizadas de otras, otros y otres defensores en la región. Queremos visibilizar que seguimos presentes defendiendo el territorio y tejer redes para acompañarnos en la resistencia a los proyectos que atentan contra la vida y los derechos humanos.

Este evento se realizará en el Parque de México y Diamante desde las 15:00 el día 26 de septiembre del 2021. Durante el evento participarán diferentes colectivas defensoras de derechos humanos, habrá trueque, diálogo, expresiones artísticas y la proyección del documental “Mirar morir”.

Si están a la distancia pueden seguir el evento en la página de Facebook de Ensenada Resiste.