Respaldamos el pronunciamiento del 27 de septiembre de 2022 dado a conocer públicamente por la organización no gubernamental Red Protegiendo el Territorio y Soberanía BCS.

La BRIGADA RICARDO FLORES MAGÓN, que tiene su sede en el Centro Cultural Ricardo Flores Magón, ha seguido con atención el desarrollo de la RED desde la primera reunión que se tuvo en el Centro Cultural Sudcalifornia “La Catra” el pasado 2 de abril donde leímos un comunicado en condiciones de igualdad como todas las organizaciones y colectivas participantes hasta su constitución el 30 de julio, donde hicimos llegar nuestra opinión a la comisión organizadora de las razones por los cuales no coincidíamos con la estructura organizativa que se proponía, por ese motivo decidimos no ser un obstáculo en los esfuerzos organizativos de la RED.

Lo anterior no es ningún impedimento para respaldar un excelente documento que se dio a conocer a los medios de comunicación el pasado 27 de septiembre y hacemos nuestro, por un lado, los objetivos  dados a conocer ese día: “Nuestro propósito es que la ciudad y el estado crezcan de manera sustentable, en un sano desarrollo de vida y el respeto a nuestros recursos naturales; protegernos como comunidad sudcaliforniana y clarificar los modelos económicos y de ciudad que permitan integrar nuestro desarrollo humano a la potenciación de los servicios ecosistémicos de la localidad, y que se cumplan las leyes para la protección de los recursos que serán utilizados por ésta y por todas las siguientes generaciones a favor de la población” y por otro lado, hacemos nuestra la caracterización que han hecho en el documento, cuando señalan puntalmente que:

En nuestro Estado concurren proyectos, acciones o modelos que tienen un común denominador:

1.- Presumen de desarrollo sustentable, de beneficio para la comunidad y generadores de fuentes de empleo.

Pero omiten decir:

 – Que los proyectos van en contra de la normativa, que son una amenaza para el recurso agua y que incrementarían la escasez que ya padece el estado.

Es el “desarrollo” –dicen- es el empleo –señalan-. Pero nosotros respondemos que es el robo del paisaje, la exclusión, la contaminación de nuestros recursos naturales, es la privatización de nuestros espacios públicos bajo “modelos novedosos”, es la deformación de nuestra ciudad, del estilo de vida y la pérdida de la identidad, la atención plena a las necesidades de quienes están de paso, el disimulo de las necesidades de quienes habitamos aquí, de sectores que a fuerza de no satisfacer sus necesidades básicas, se les pone en condición vulnerable, sectores que se encuentran en la periferia pero no sólo en la periferia, sino también en las áreas céntricas que están en el olvido.

Les caracteriza el patrón de especulación del agua, del despojo y bloqueo de acceso a nuestras playas, la gentrificación y modelo de crecimiento urbano, conocido por el desplazamiento de los residentes habituales. Lo que se vive es un supuesto desarrollo que encubre al despojo con anuncios y actitud triunfante porque la población “gana”, al ser un modelo de prosperidad y diseño para el mundo en unos cuantos metros cuadrados de exclusivos hoteles o fraccionamientos. Pero hay otra realidad en la extensión territorial estatal que no se muestra al mundo. Por decirlo claro: es el despojo disfrazado de “desarrollo”.

Son evidentes los contrastes, y al escuchar el discurso de la autoridad por la preocupación del bienestar del pueblo y las comunidades, nos percatamos que no coincide con la repetición del modelo económico que favorece a los de siempre, un modelo con diferentes nombres, diferentes énfasis, nuevas veredas, pero todo lleva a la misma meta, el sobrevalorado destino turístico de clase mundial que puede en algunos casos ofrecer cierta ostentación en las avenidas principales, pero a pocas cuadras atrás, calles sin pavimentar, falta de agua, sin drenaje, sin alumbrado ni transporte” (subrayados nuestros).

El modelo económico del que se habla, no es otra cosa más que un modelo de desarrollo capitalista  adoptado para Baja California Sur basado en el turismo y el gran turismo depredador con sus grandes hoteles, sus zonas residenciales,  sus marinas y sus cruceros, que  tiene su origen en el Proyecto de Gran Visión de finales del siglo XX, así llamado  en el último sexenio estatal del gobierno del Partido Revolucionario Institucional (1993-1999) que después impulsaron los gobiernos de la coalición de los Partidos de la Revolución Democrática y del Trabajo (1999-2011), los  gobiernos del Partido Acción Nacional (2011-2021) y ahora impulsa el gobierno del Movimiento de Regeneración Nacional (2021-2024) con su proyecto Mar de Cortés para la región Golfo de California,  que parece no tienen ninguna intención de modificar, a menos que se vean obligados por un amplio movimiento social de resistencia a este modelo de desarrollo capitalista.

Invariablemente, la defensa del agua y la vida es el centro de todas las acciones contra los macroproyectos capitalistas mineros, comerciales, inmobiliarios y turísticos, pues son ellos los que consumen tres o cuatro veces más agua que la población residente, tan solo un ejemplo: el promedio de consumo de un habitante es de 150 litros por persona por día, mientras que una persona que forma parte del flujo turístico e inmobiliario consume entre 400 y 600 litros por persona por día, y si hacemos caso  de los datos del Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027  la vida humana futura está en un grave riesgo, pues ya en la actualidad, en tres municipios de los cinco la disponibilidad media anual de agua superficial es deficitaria en -70.1 millones de metros cúbicos al año (Comondú -30.4, Los Cabos -21.1 y La Paz -18.6); si a esto agregamos que al impulsar un modelo de desarrollo capitalista tipo Los Cabos a todo Baja California Sur, las tasas de crecimiento entre 2010 y 2020 que fue  de 2.3% anual se pueden cuadruplicar en las próximas décadas.

Con todo junto, el agua y la vida de Baja California Sur están en peligro.

Por eso, repetimos ahora lo que dice al final del comunicado del 27 de septiembre la ONG Red Protegiendo el Territorio y Soberanía BCS:

Nuestro patrimonio natural es origen y destino de nuestras vidas, conocemos nuestro derecho a defenderlo y asumimos nuestro deber de hacerlo”.

Como parte de la población sudcaliforniana estaremos atentas y atentos a los planes de acción mediante su página oficial, para sumarnos en la medida de nuestras fuerzas como colectiva(o) a las accionas contra los macroproyectos capitalistas, mineros, comerciales, inmobiliarios y turísticos depredadores.

La Paz, Baja California Sur, a 30 de septiembre de 2022.

BRIGADA RICARDO FLORES MAGÓN