La gente se apretujaba para poder ver al animal. ¿Vendrá de las profundidades del mar? ¿Será una tortuga de una nueva especie? Todo era posible en la calurosa noche. Quizá el terrible sol le jugó mal a ese extraño ejemplar: ese maldito cambio climático. Por varios minutos la gente observó eso que parecía un caparazón negro, pero la realidad fue otra.

El ser acuático resultó un tinaco de 1,100 litros color negro. Estaba semienterrado en la arena y ocasionó que la gente se acercara a investigar. Es una vieja táctica para atrapar jaibas.

La sed por mitote hizo que decenas dejaran de caminar mientras observaban la posible maravilla, creciendo el interés; sin duda,  la oscuridad engañó a varios como lo reportó CPS Noticias La Paz en sus redes sociales.

Inmediatamente, como nos tienen acostumbradas las redes digitales, comenzó la carrilla por tremendo error. Las explicaciones fueron varias, pero todo quedó como un chiste.