Iván Gutiérrez

Nunca te mentí

y aunque ya no gire el mundo en torno a ti,

yo casi siempre estaré ahí.

Luego de una crisis depresiva y un retiro a Ortiguera, pueblo pesquero del Cantábrico asturiano, el cantautor español Nacho Vegas por fin regresa a los escenarios, y lo hace con una gira por México para promocionar “Mundos inmóviles derrumbándose”, su nuevo álbum parido desde la soledad y la ternura.

Al día de hoy no he conocido a nadie que, dándose la oportunidad de escuchar dos o tres temas de Nacho, no se haya convencido de estar frente a un brillante y dramático escritor de historias musicales. Desde temas como “El hombre que casi conoció a Michi Panero” hasta “La Vida Manca”, pasando por obras legendarias como “La Gran Broma Final” y “Cuando te canses de mí”, el repertorio del músico español está repleto de bellos poemas musicalizados, con pasajes líricos y composiciones que llevan las emociones a sus estados más puros, desgarradores y bellos.  

Ahora, tras dos años de no sacar material inédito (su último álbum salió en 2020 bajo el nombre de “Oro, salitre y carbón”), Nacho vuelve con un nuevo trabajo lleno de gran hondura poética y un sonido luminoso y orgánico. Este álbum llega justo dos décadas después de que el músico iniciara su carrera musical (por allá del 2001 publicó su primer álbum “Actos Inexplicables”), y en él podemos encontrar todo lo que ha hecho grande a Nacho en el pasado: la pluma afilada, la introspección, la aguerrida crítica social, lo íntimo y confesional, y esas melodías que se instalan en el oyente desde la primera escucha.

En esta nueva entrega podemos encontrar todo un mosaico de pinturas musicales. Desde los deslumbrantes estribillos de “La flor de la manzana” o “Big Crunch” a la sensibilidad desbordante de “El don de la ternura”, pasando por la desgarradora “Ramón In” o la ácida “El mundo en torno a ti”.

Si bien en lo personal, hasta ahora mi favorita es “Esta noche nunca acaba”, una balada melancólica para esos días de lluvia donde los recuerdos de viejos amores vuelven a filtrarse por el presente, generando esa extraña sensación que combina a la perfección el cariño y el dolor, un arte que Nacho ha perfeccionado tras veinte años de experimentar y transformar dichas emociones en bellas canciones. Basta apreciar este breve fragmentado, en uno de los momentos más hirientes y bellos de la pieza, para irse aproximando a la genialidad de este nuevo álbum:

¿Estoy perdido o soy el perdedor?

Vuelvo a cantarle a lo indecible y sueño otros mundos posibles

Donde tu eres condición y aunque no es la vida que ansiaba

Esta noche nunca acaba puedes irte, haz el favor

O quédate, por favor

Mundos Inmovibles Derrumbándose refleja la gran personalidad y la magnética expresividad de Nacho, y cuenta además con la participación de talentosísimos músicos que arropan con sus instrumentos las nuevas melodías al estilo Nacho Vegas.

Por supuesto, el mérito de este músico no radica únicamente en la genialidad detrás de sus letras y canciones, sino también en su activismo político, pues desde su posición como músico realiza constantes críticas al sistema político-económico que propicia la desigualdad social, la precariedad y el acumulamiento de la riqueza en manos de unos cuantos. Por igual, Nacho siempre ha sido un gran impulsor de la escena musical independiente, expresando su inconformidad con la dinámica de mercado que la actual industria musical impone a los artistas, a quienes orilla a seguir la dinámica de híper-productividad y consumo de las redes sociales.

Para quienes ya seguimos a Nacho desde hace tiempo, el lanzamiento de este nuevo álbum es motivo de celebración, y lo es aún más al enterarnos de que los bajacalifornianos tendremos la oportunidad de escucharlo en vivo en la mismísima Tijuana el próximo 19 de marzo del presente año, fecha en que el asturiano compartirá su show en el Black Box, como parte de su gira por territorio mexicano.  

Y para los que todavía no forman parte de este culto, dense la oportunidad de descubrir a uno de los mejores compositores de la actualidad. Créanme, siempre pasa lo mismo con quienes se dejan arropar por el músico español: en su vida hay un antes y un después de Nacho Vegas.