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Me cae que estas mineras canadienses no saben cómo lavar la imagen. Llama la atención que el Centro Internacional de Excelencia en la Administración Sostenible de Recursos en Industrias Extractivas y Energías (ICE-SRM, por sus siglas inglés), órgano adherido a la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE) eligió a México para desarrollar el programa piloto de minería ‘sostenible’.

Resulta que uno de los tres corporativos elegidos es La Colorada Mineral Resources, en Sonora, de Argonaut Gold. Quizá a esta empresa no la recuerden mucho, pero aquí estamos nosotros para recordarte sobre esta compañía que impulsaba el proyecto minero a cielo abierto en cerca del antiguo distrito de San Antonio, al sur de La Paz: Compañía Minera Pitalla. Tiene 15 concesiones que significan unas 46 mil 328 hectáreas.

Actualmente dicho proyecto está detenido. El rechazo ciudadano y la autoridad ambiental que decidió negarle la autorización porque la minería se contrapone al Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de La Paz (PDUCPLP).

<< El proyecto San Antonio puede clasificarse como etapa de exploración tardía hasta que se cuente con los permisos necesarios y se obtengan las licencias para operar>>,

se lee en el Reporte Técnico sobre Recursos del Proyecto de San Antonio NI 43-101 (2012).

Minería ‘sostenible’

Minería Sostenible es lo mismo que aquella Iniciativa para el Desarrollo de la Minería Responsable (RMDI) del Foro Económico Mundial en 2013. En lugar de ser una herramienta para considerar los impactos culturales, psicológicos y ambientales, solo quedó como un discurso, el cual, fue muy utilizado por las mineras para contrarrestar a las personas que resistían por daños de la minería a cielo abierto de metales considerada tóxica.

Resulta muy interesante que las empresas mineras participantes son canadienses. Tuligtic en Puebla de Almaden Minerals; La Colorada en Sonora de Argonaut Gold, y San Martín en Querétaro operada por Starcore. Involucradas todas en injusticias ambientales caracterizadas por la violencia en las comunidades y generando procesos de resistencia a una actividad que arrasa con nuestra poca agua, violenta nuestros pueblos, destruye ecosistemas y expolia culturas que muchas veces habitan, sienten y piensan la naturaleza desde un sentido biocultural.

La propuesta parecer ser que disminuirán sus impacto ambiental utilizando energías renovables, estrategia que otras minas ya utilizan como Grupo México.

Agenda 2030

El UNECE está ligado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) encargada de promover la extracción hidrocarburos y minería de forma sustentable. Hoy los medios de comunicación publicaron que Puebla, Sonora y Querétaro estaban dentro de un programa piloto usando de pretexto el marco de la Agenda 2030 firmada en 2015. Es decir, combatir el colapso ambiental con las mismas políticas extractivistas.

Si el UNECE-ONU cree que nuestro país puede salvarse cumpliendo estándares y metodologías burocráticas lamento decirles que están muy equivocados y lo saben. Nuestras economías dependen de su crecimiento y de la destrucción ambiental para obtener minerales e hidrocarburos para sostener un sistema de hiperconsumo. No es más que una simulación mientras el planeta tierra de desmorona.

La UNECE-ONU continúa centrando al extractivismo en el centro creyendo ciegamente en que la economía debe crecer como símbolo de desarrollo social. Mientras el Estado mexicano no dependa de políticas extractivistas contaminantes seguiremos siendo una de las zonas de sacrificios instauradas históricamente dentro de la geopolítica de los minerales que mantienen en condiciones de subordinación estructural.