Estimular la cultura en el desierto requiere paciencia, pero la cultura es dócil en las áridas regiones de la media península; es como si se escondiera bajo sus rocas, entre cañadas, en sus rancherías.

La Secretaría de Cultura apostó por este enfoque. Aquí en la entidad arrancó justo en Santiago, núcleo social de la Sierra de la Laguna, y pretende continuar sus jornadas el próximo sábado, en el pueblo de San Antonio, conector natural de la sierra con el valle de Los Planes, un espacio estratégico para el desarrollo cultural y comunitario.

El programa “Misiones por la Diversidad Cultural” no busca “colonizar” a la sociedad sobre el Arte y la Cultura (como lo hicieran las misiones de Vasconcelos a principios del siglo pasado o las que fundaron aquí los jesuitas y franciscanos en la colonia), en cambio busca “generar cultura y revalorar las practicas comunitarias a partir de las voces y las expresiones de cada localidad”.

“Para ello, la cosa es como empezar de cero” mencionó el dramaturgo y gestor cultural Marcos Renato García para El Organismo, en una charla informal durante los trabajos con el equipo multidisciplinario mientras revisaban la logística de las futuras jornadas en las salas de capacitación del instituto de cultura estatal.

 “Vamos a recorrer la media península haciendo milpas culturales escuchando qué es lo que los habitantes de Baja California Sur quieren que sea su cultura y cuáles son las necesidades que tienen para desarrollarla desde sus comunidades” dijo.

La milpa cultural en San Antonio es el sábado 13 de julio en La secundaria Alejandro Meza León en San Antonio a partir las 9 am. “Y es que como sabes, la cultura puede ser hasta la forma que hacemos café de talega” dijo.

“En vez de acudir a las fuentes más fáciles, se nos ha instruido que las milpas culturales busquen conocer de primera mano cuáles son esas expresiones culturales y cómo se están desarrollando, en especial, cuáles son aquellas cuyo potencial aún está pendiente para recibir el reconocimiento y valoración que merecen”, añadió.

Aprovechó para extender la invitación a los “artistas, músicos artesanos, maestros, pero también quienes preparan la comida y conservas regionales o se dedican a los oficios tradicionales”.

Todo esto suena muy bien en el papel, pero ¿cómo se supone que este esfuerzo no va a caer de nuevo en “saco roto” como lo han hecho otras “misiones” a través de la historia de la política pública y cultural del país?

“El proyecto ya cuenta con una serie de procesos y ellos incluyen aspectos que no son solo la investigación —aclaró— además vamos a organizar Jolgorios”.

Los “Jolgorios”, explicó, serán “celebraciones públicas de arte y cultura que busca impulsar el talento local construyendo espacios seguros, lúdicos y participativos de cada localidad”. Es por ello, dijo, que el proyecto requiere justificar muy claramente quiénes y cuáles son estos talentos locales. “Así que como dice nuestro el lema que hemos asumido en nuestro equipo ¡ven verás!”.