Daniela Reyes / Causa Natura Media

Las lluvias de septiembre hicieron rebosar de agua al estero de San José del Cabo, al noroeste de México, y abrieron la bocana, esa barra arenosa que separa la laguna de agua dulce del mar salado del océano Pacífico, dejando salir todo el lirio acuático que rebosaba sobre la superficie.

Quedó descubierto un parche del espejo de agua somero y con olor fétido. Las aves se amontonan en ese pedazo de hábitat que les queda. Se aprecia una capa superficial de lama, islas de lodo, el lirio reproduciéndose en las orillas, para en un mes o dos cubrirlo por completo de nuevo, y el carrizo rodeando el espejo consumiendo su agua y dejándolo seco.

Lirio acuático, una especie invasora, cubriendo la superficie de la laguna conocida como estero de San José del Cabo. Fuente: Daniela Reyes.

La rápida propagación del lirio acuático es atribuida por la comunidad científica a las descargas de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) construida por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) que, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), equivalen a 10 mil 234 tinacos de mil 100 litros diarios en el suelo contiguo y directamente en el Estero de San José del Cabo.

En una evaluación del desempeño de la PTAR hecha por el IMTA en 2013, Fonatur reportó que lograba vender solo el 60% del volumen de agua tratada en verano y el 40% en invierno, mientras que lo restante lo descargaba al estero.

Imagen satelital de la PTAR de Fonatur con los dos puntos de descarga autorizados por la Conagua. Fuente: Evaluación integral del desempeño operativo de la PTAR en SJC hecho por el IMTA.

Las aguas residuales aportan nitratos y fosfatos que son nutrientes que hacen crecer el lirio. Al morir esta especie, debido a que no hay flujo de agua, aporta sedimento y sobre ese suelo se establecen otras especies nativas e invasoras como el carrizo, los tulares y el pino salado que absorben grandes cantidades de agua, secan el estero y compactan el suelo, explicó Maricela Martínez, jefa de Departamento de Control Biológico de Plantas Invasivas del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).

“El problema de quitar lirio acuático es fácil y rápido, pero cuando ya hay otra que se estableció, que es muy agresiva como los carrizos y tulares, si no se actúa de inmediato se va a perder, no se va a poder recuperar”, señaló Martínez.

Gestión del agua urbana en perjuicio del estero

Con la estrategia de regular el crecimiento desordenado de los destinos de playa, en 1980 Fonatur, una empresa pública responsable de la planeación y desarrollo de proyectos turísticos en México, impulsó la creación de cinco Centros Integralmente Planeados (CIP) que eran ciudades turísticas planificadas.

Uno de ellos fue el CIP de Los Cabos, conformado por las ciudades de Cabo San Lucas, San José del Cabo y un corredor turístico que las conecta.

El CIP de San José del Cabo era un centro turístico de gran escala con catorce lotes hoteleros frente a la playa, un campo de golf y tres super manzanas residenciales que se consolidó como la zona hotelera de la ciudad.

También construyó la PTAR para recibir las aguas residuales del CIP en la planta más baja de la ciudad para evitar bombearla. Sin embargo, con el auge del turismo, de 2000 a 2010, San José del Cabo presentó una tasa de crecimiento poblacional del 8.2%, frente al 1.4% suscitado en el país. Esto hizo que la PTAR quedara rodeada por crecimiento urbano y rebasada en su capacidad original y actual, debido a que recibe aguas municipales también.

Fotografía tomada hacia la planta de tratamiento desde la carretera. Fuente: Daniela Reyes

“La planta no tenía ningún impacto negativo en el estero porque operaba con la capacidad suficiente para poder tratar las aguas, pero empieza a crecer la ciudad, se ve rebasada la planta, el municipio no le pudo hacer frente a esa situación y quedó en manos de Fonatur por más de treinta años”, señaló Blanca Pedrín, empresaria hotelera y presidenta del Patronato Estero Añuití.

La PTAR tiene una capacidad de 250 litros por segundo, sin embargo, actualmente recibe hasta 540 litros por segundo en horas pico o de mayor demanda.

“Debido al crecimiento urbano descontrolado, existen aguas residuales que son enviadas por el municipio a la PTAR, sin que estén autorizadas ni sea responsabilidad de Fonatur, lo que ocasiona que la instalación funcione de forma deficiente y comprometiendo en todo momento, la calidad de las descargas, en perjuicio de la inversión federal”, señaló Fonatur a través de un comunicado en 2019.

“Por el crecimiento, a la PTAR le llega más cantidad de agua de la que puede darle un tratamiento adecuado. Se le da tratamiento a todo lo que entra la planta, pero hay que ver qué tan eficiente es ese tratamiento o a qué horas disminuye la calidad. El problema es que hay aguas que ni siquiera entran a la planta de tratamiento. Llegan picos altísimos en pocos minutos, no alcanzan ni siquiera a entrar a la planta y se vierten al estero. No hay una capacidad de regulación de esos volúmenes extraordinarios”, señaló Tatiana Davis, titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA).

En la evaluación del desempeño de la PTAR hecha por el IMTA en 2013, encontró que el equipo no contaba con la capacidad y esto comprometía la calidad del agua al presentar concentraciones de sólidos suspendidos totales (SST) de 51 miligramos por litro, cuando la NOM-003-SEMARNAT-1997 establece que el límite es de 30.

“En términos generales se tiene un agua que cumple con la NOM-003-SEMARNAT-1997, sin embargo, no en SST. Por la gran acumulación de sólidos en el sistema el agua residual tratada de la PTAR actualmente no cumple con la concentración de sólidos suspendidos de 20 mg/L para riego de áreas verdes y de 40 mg/L para su descarga al estero”, señala el documento del IMTA sin que haya un informe más reciente al respecto.

De acuerdo con el reporte físico-químico de Fonatur, el agua tratada no rebasa el límite permitido por la NOM 001-SEMARNAT-1996 en cuanto a DBO5 utilizado para medir la cantidad de contaminación orgánica en aguas residuales desde 2016 hasta 2023.

Por su parte, Ramón Rubio, director general del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (Oomsapas) Los Cabos, señaló que desconoce la calidad y volúmenes del agua tratada por la PTAR.

“Yo desconozco la calidad de las aguas tratadas de esa planta porque como organismo no nos llegan esos reportes. Tampoco conozco los volúmenes que están mandando ellos. Hicimos una solicitud para que nos hicieran llegar a nosotros algunas mediciones de parámetros sobre la concentración química de las aguas para saber qué tan eficiente es el proceso de tratamiento”, señaló Rubio.

Plan de acción para control de especies invasoras

El estero es un oasis costero de agua dulce y, por su importancia, fue decretado como una Reserva Ecológica Estatal en 1994 y se le reconoció como sitio RAMSAR en 2009. Sin embargo, es considerado uno de los humedales más amenazados del noroeste de México, debido al crecimiento de servicios turísticos y comerciales, señala Pronatura Noroeste.

La presión antropogénica terminó por desequilibrar el balance natural y creó un problema ambiental, señaló Enrique Troyo, investigador del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor).

Personal del IMTA visitó el estero en octubre de 2023 e informó que el 90% de las 50 hectáreas de la ANP estaba infestada por especies acuáticas nativas y exóticas con un alto nivel de invasividad como el lirio acuático.

“El lirio acuático consume todo el oxígeno que hay y empieza a troficar (afectar las cadenas alimentarias) el ecosistema acuático porque crea una mortandad de peces, desplazamiento de otras especies vegetales y una alteración en la comunidad microbiana”, señala Troyo.

La situación actual del estero pone en riesgo la vida de las 217 especies de aves acuáticas que utilizan este lugar como descanso, protección y alimentación, de las cuales 97 son migratorias y 19 están en riesgo como el gallito marino, explicó Graciela Tiburcio, especialista en manejo y conservación de vida silvestre.

Por otra parte, está la infestación de tulares y carrizos que forman parte de las mil especies más peligrosas del mundo y que aunque son nativas se están convirtiendo en invasoras y están secando al estero. De acuerdo con Martínez, esto pondría en riesgo el abastecimiento de las aguas subterráneas, por lo que el tema de las plantas acuáticas invasivas debería ser abordado como de seguridad nacional.

“Ya no hay agua en el país ni en el mundo, no nada más en México, entonces el Estado no ha entendido que es algo a lo que hay que destinar recursos y que hay que hacer acciones inmediatas para el control de estas plantas y podamos asegurar el agua”, señaló Martínez.

Para atender esta problemática, Martínez propone brindar asesoría para la implementación de un Programa Urgente de Manejo Integrado de las especies y realizar una evaluación de las plantas de tratamiento de aguas residuales.

“Se necesita establecer un programa de control integral de plantas invasivas donde hay uso de agentes de control biológico y control manual. El control biológico es clave porque los agentes que utilizamos producen una reacción en la planta para que no produzca semillas y asegurar que no va a haber una generación nueva de esas especies”, señaló Martínez.

Otro documento que, de acuerdo con Colin y Troyo, debería actualizarse es el Plan de Manejo de la Reserva, que fue expedido en 1998 y actualizado en 2004, a fin de incorporar medidas acordes a la condición actual del ecosistema. Ha habido propuestas para esta actualización de parte de la sociedad civil y del sector académico, pero no han prosperado en el cabildo de Los Cabos.

A través de un decreto en 2011, el gobierno de Baja California Sur traspasó al Ayuntamiento de Los Cabos el estero bajo la categoría de Zona Sujeta a Conservación Ecológica, por lo que este último tiene el compromiso de administrar la reserva.

“A través de una solicitud pedimos que se traspasara la custodia al municipio de Los Cabos por ser uno de los más ricos del país, y pensando en que se etiquetaría recursos para cuidarlo. Desgraciadamente son tantos los intereses tanto políticos como económicos que hemos visto la decadencia del estero de San José”, señaló Pedrín.

De 2011 a 2020 y en 2022, la reserva no recibió ningún ingreso para su manejo, mientras que para 2024 le asignaron un presupuesto de un millón 200 mil pesos, 800 mil pesos menos que en 2023.

“Los fondos decrecientes destinados a la ANP y a las especies prioritarias a la conservación, funcionarios a cargo sin el perfil adecuado, entre mil cosas, permiten vislumbrar que no habrá cambios en el futuro de continuar igual. Esto nos habla más de un deterioro creciente que de políticas exitosas de conservación. Dejando claro que la parte ambiental no es un tema de importancia para el gobierno. La incapacidad, la omisión, la ignorancia, la simulación y la corrupción son lo que están consumiendo al Estero Josefino”, señaló Tiburcio.

Iniciativas para recuperar el estero

En la memoria de la sociedad josefina está un estero vigoroso que era el espacio público por excelencia. Recuerdan cuando navegaban en canoas o se reunían con sus familias para nadar y pescar.

“La gente da por muerto al estero pero deberíamos preguntarnos, ¿qué clase de justicia es la que permitió a mis abuelos vivir eso y a mí no?”, señaló Francisco Colín, integrante de la iniciativa Contaminantes Anónimus que impulsa diálogos ambientales en México.

En esas reuniones el estero era una preocupación recurrente por lo que en agosto de 2023 surgió la iniciativa SOS Estero, dedicada a hacer limpiezas manuales para remover el lirio acuático en la Reserva Estatal Estero de San José del Cabo, en el noroeste de México.

Las limpiezas se han mantenido mínimo una vez a la semana con la participación voluntaria de la ciudadanía y hasta instituciones gubernamentales y empresarios, pero cesaron en julio de 2024 cuando se dieron cuenta de que no había forma de ganarle a la rápida propagación del lirio y por ocupaciones personales.

“Nos desmotivó ver que en realidad los números no dan para decir que con una limpieza manual puedes sobrellevar el problema. Otro factor es que también no deja de ser riesgoso por el tema de que son aguas negras”, señaló Colin.

Reubicación de la PTAR

“En el momento en el que se reubique la planta, se van a resolver los problemas del estero”, señaló Pedrín. Sin embargo, esta solución se enfrenta a una complicación mayor, debido a que con la disolución de Fonatur que inició en 2022, hay incertidumbre respecto a quien es propietario y quien debería operar la PTAR.

En enero de 2024, Fonatur dejó de operar la planta de tratamiento y esta debía pasar a manos del Gobierno de Baja California Sur y posteriormente al Oomsapas Los Cabos, sin embargo, debido a que la CIP, incluida la PTAR, fue construida en un terreno propiedad del Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal (Fifonafe), este se ostenta como el propietario de la planta y concesionó su operación a la empresa Opex Latina por un año.

Se solicitó el contrato celebrado entre Fifonafe y la empresa privada a través de transparencia, pero Fifonafe declaró la información como confidencial debido a que “su operación no involucra dinero público por no estar subsidiada y su operación actualmente se lleva a cabo con recursos provenientes de un particular”. También se solicitó una entrevista pero al cierre de edición de este reportaje no hubo respuesta.

“El terreno y la infraestructura son de Fifonafe y se ha hecho difícil. Lo que ha buscado el gobierno del estado es que Fifonafe ceda el terreno y la planta legalmente, pero no a título gratuito, hay unos términos que implican pagar lo que le ha costado operarlo durante este tiempo”, señaló Davis.

La adquisición y operación de la planta de Fonatur por parte del gobierno estatal y a su vez del Organismo, asegurará el tratamiento adecuado de las aguas provenientes del servicio de agua potable, señaló Rubio de Oomsapas Los Cabos.

Él asegura que una vez reciba la planta del gobierno estatal, se construirá un vaso que permita amortiguar el ingreso de aguas residuales y posteriormente se reubicará.

“Nosotros ya tenemos un plan de acción para el momento en el que se nos entregue. El plan de acción es generar un vaso o tanque regulador, que amortice el volumen de los picos para en el transcurso del día ingresarlo al proceso y garantizar que no haya derrames. Por otro lado, está construir una planta de 600 litros por segundo lejos del estero que soporte el crecimiento de la cabecera municipal y quitar la planta actual de Fonatur. El volumen de la nueva PTAR se sumaría a los 150 litros por segundo de la PTAR La Sonoreña y tendríamos 750 litros por segundo en total”, señaló Rubio.

De acuerdo con el titular del Oomsapas Los Cabos, esto sería posible a través de una inversión del Banco Mundial, que busca financiar proyectos de sustentabilidad local, para no aumentar la deuda pública.

Por su parte, Opex Latina, la empresa concesionaria con base en Los Mochis, Sinaloa, ha manifestado públicamente su intención de comprar la planta de tratamiento. Causa Natura Media solicitó una entrevista a Cesar Guevara, uno de los socios de la empresa, pero hasta el momento de la publicación no se pudo concretar.

El Oomsapas Los Cabos señala que de acuerdo con el artículo 115 de la Constitución Mexicana, el servicio público de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales recae únicamente en los municipios, y la participación de un privado debería ser a través de una concesión celebrada con el organismo.

El estero como parque ecológico y turístico digno

Plan Integral del Estero de San José del Cabo presentado por Patronato Añuiti. Fuente: Patronato Añuiti

El estero era conocido como añuiti, que significa lugar de palmeras para los pericúes, indígenas nómadas que habitaban en la zona de Los Cabos, por lo que el ecosistema también es parte crucial de la historia y de la identidad cultural.

Con esto en mente, en 2010 se creó el Patronato Estero Añuití integrado por ciudadanía preocupada por el estado del estero de San José del Cabo e interesado en que se reconozca su valor ecológico y cultural, y que actualmente impulsa el proyecto para la creación de un parque en el estero.

“Hoy decidimos que ya no se ocupan más paliativos ni promesas, sino de acciones contundentes. Nos dimos a la tarea de proponer que en el estero se haga un parque como el de La Mexicana, que está en Ciudad de México. Si logramos eso, cumpliremos con el medio ambiente, la justicia social y el componente económico”, señaló Pedrín.

Este proyecto fue presentado a la comunidad el 18 de octubre en San José del Cabo y Pedrín señala que se seguirá consensuando con la ciudadanía, así como se pretende entregar al gobierno del estado para que sea presentado en la federación.

“Estamos invitando a diputados, senadores, regidores, colegios, instituciones a que conozcan el proyecto para que lo impulsemos, y que haya un compromiso por parte del estado de darle una solución definitiva”, señaló Pedrín.

*Este es el tercer reportaje de la serie #AguaContaminada, publicada originalmente en Causa Natura Media.