El presidente de la república mexicana, Andrés Manuel López Obrador, anunció en su conferencia diaria mañanera, anunció que la Defensa Nacional bombardeará nubes en el Valle de México para contrarrestar la sequía.

Además del traslado del agua rescatada de los pozos en los trabajos de pozos que se hizo durante la construcción del AIFA, s cooordinarán con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) así lo afirmó Luis Cresencio Sandoval.

«Se generó otra idea tomando en consideración que tenemos un avión con todo el equipamiento para bombardear nubes y que trabaja normalmente en el norte del país, ahorita está en Baja California, se vio con Conagua si podíamos apoyar con ese avión en la parte que requiriesen para poder hacer llover», dijo.

Aun se trabaja con técnicos de Conagua para llevar a cabo el mentado bombardeo, teniéndose en cuenta las condiciones de nubosidad y humedad de cada territorio.

Especificó que apenas están determinando las fechas en que harán este trabajo, pero ya lo anunciaron para abril y mayo, realizando el bombardea en las zonas que Conagua determinará, por lo pronto sólo en el área de Cutzmala «para coadyuvar en ese problema que se tiene del agua».

Esto, entre la crisis general de sequía obedece a un informe de Claudia Sheinbaum sobre la reducción del caudal que tendrá en los próximos meses la zona del centro de país.

Sin embargo, esto podría extenderse hacia el noroeste del país dado que es la zona con mayor crisis hídrica.

El bombardeo de nubes es un proyecto que tiene sus inicios en los años 40 en Estados Unidos y consiste en descargar cientos de litros de yoduro de plata sobre los tipos de nubes cumulonimbus y la nimbostratus, con lo que se propicia mayor humedad y se precipiten las gotas.

Hay que señalar que si la lluvia es buena, la provocación de tormentas artificiales puede provocar efectos no deseados. Sin embargo, no se trata de la misma geoingeniería solar contra la cual se lanzó un decreto por parte del Gobierno de México luego de que una empresa privada hiciera experimentos en Baja California Sur sin avisar a las autoridades ni nacionales ni estatales.

Además, es con fines distintos pues la de la empresa privada se trata de un experimento contra el cambio climático, pero que ya cotiza en bolsa sin tener de hecho el visto bueno de una amplia comunidad científica al respecto.