El Choyero
El pasado 14 de febrero, mediante la red social Facebook de Manuel Cota, diputado federal del estado y quien abiertamente aspira a ocupar la alcaldía de La Paz después de presuntamente pactar su candidatura con los grupos locales de Morena y con la misma Milena Quiroga, se emitió una charla con su padre, Leonel Cota Montaño, ex alcalde de La Paz, primer gobernador de oposición de Baja California Sur y actual Subsecretario Federal de Agricultura y Desarrollo Rural, en la que se salen a supuestamente aclarar algunas acusaciones emitidas por la prensa recientemente.
Sin embargo, lo importante de este contenido es el cinismo con el que este par admite que fue durante la gestión leonina que se entregó la capital del estado a los intereses del capital inmobiliario. Y es que con la “carta de presentación que es la transparencia y la congruencia”, cuentan cómo mediante una serie de transacciones en pro de la “visión de desarrollo para La Paz”, se vendió nuestro territorio.
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Primeramente expone las razones de una de las ventas más escandalosas recordadas en los tiempos recientes de la ciudad: la del Mogote. Muchas y muchos de nosotros recordamos los más bellos atardeceres que podíamos ver desde el malecón, hasta el año 2002, en el que este personaje, entonces gobernador del estado, decidió vender alrededor de 400 hectáreas a un empresario de Los Cabos. Esto lo justifica diciendo que el dinero se utilizó para la primera rehabilitación mayor del malecón, del cual corrió a comerciantes locales (¿quién no tuvo grandes tardes de café en el Kiwi y aledaños?), así como la construcción de la carretera de cuatro carriles del tramo Cd.Insurgentes a Cd. Constitución. Así, de esta manera, se reconoce que vender el paisaje y las áreas naturales más bellas de la ciudad, se puede justificar en aras del falso desarrollo, embellecimiento urbano y para cubrir necesidades de transportación; lo que en realidad es inversión de dinero público para el beneficio de privados.
“Partir con lo que tiene el gobierno la oportunidad de promocionar, que fue el Mogote”
Pero no solamente fue el mítico Mogote lo que se entregó al sector inmobiliario, sino que también el cerro donde hoy se encuentra el fraccionamiento ‘Pedregal de La Paz’ —donde las propiedades llegan a costar arriba de un par de millones de dólares— fue vendido a un empresario cabeño para que los ingresos pudieran cubrir adeudos de nómina que tenía el municipio de La Paz; reconociendo que una mala política de recaudación, se puede solventar con la venta de predios que son de y para la población.
Y si la sola venta de dicho cerro no fuera un grave problema, el ahora funcionario federal recordó anecdóticamente que la esposa de dicho empresario, impulsó con sus conocidos la carrera Leonista por la gubernatura, usando así estos terrenos como moneda de cambio para el apoyo en su propio ascenso político.
No solamente la naturaleza fue desplazada en aras del falso progreso, sino que también hubo comunidades que perdieron sus territorios para darle paso al desarrollo inmobiliario. Así lo recuerda una vecina de la colonia Rinconada Lázaro Cárdenas, quien contó que su familia y otras provenientes de Oaxaca y Guerrero se asentaron a su llegada a la capital sudcaliforniana en la Colina del Sol, donde vivían de manera tranquila y gozando de una gran vista a la bahía de La Paz. Hasta que llegó el entonces gobernador Cota Montaño y les dijo que ese privilegio era para personas ricas, así que les desplazó para enviarles hasta una zona para aquel entonces remota en la ciudad hacia las periferias en las faldas del cerro Villas de Guadalupe y que entonces se pudiera iniciar el proyecto inmobiliario Alttus donde ellas vivían.
Claramente, para los Cota, no existe valor ecosistémico de nuestro territorio, sino que la tierra simplemente es para quien pueda pagarla, y entre más cara, más privilegio para hacer con ella lo que quieran los empresarios. Adiós a los paisajes, a los espacios de recreación y de amortiguamiento ambiental, bienvenido “el desarrollo” que genera más y más desigualdades urbanas y que tienen hoy a nuestro estado con el mayor costo de vivienda en el país, haciendo imposible pagar una renta asequible en el centro de la ciudad, y teniendo que buscar cada vez más hacia el sur, donde existe una pésima planeación urbana y baja conectividad de movilidad.
Así, la carrera de Manuel Cota que va en ascenso para alcanzar la alcaldía de La Paz en el próximo periodo, se vislumbra como un gran riesgo de aumento en turistificación y gentrificación para nuestra ciudad, todo esto con el apoyo de comunicadores y peones de la cuarta transformación que tejen su llegada al poder para beneficio propio.