Daniela Reyes

Memoria Indómita

Hoy, 28 de septiembre, es el Día de Acción Global por el Aborto Legal y Seguro, y se cumplen 3 meses de que se aprobara el Aborto Legal en Baja California Sur (BCS), por lo que en todo el estado todas las clínicas de la Secretaría de Salud (SSABCS) deben practicar Interrupciones Legales del Embarazo (ILE) hasta las 12 semanas de gestación (sdg), una realidad que se anhelaba y por la que se ha trabajado desde hace muchos años.

Antes del aborto legal, las mujeres y personas con capacidad de gestar contaban con opciones reducidas y que eran solo para quienes contaban con las relaciones o influencias y condiciones materiales para llevarlas a cabo. La capacidad de decidir se reducía a abortar con medicamentos en casa, viajar a la ciudad de México o abortar en BCS en clínicas clandestinas (que no en todos los casos es inseguro). Con el aborto legal, las posibilidades se amplían. Ahora no solamente pueden elegir si hacerlo con medicamentos o ir a la Ciudad de México, sino que ahora también pueden decidir si lo quieren hacer en un hospital público y gratuito.

Al acudir a un hospital, están decidiendo hacerlo ahí con el cuidado de personal médico capacitado, y continúa también la opción de hacerlo con medicamentos en casa de forma segura con el acompañamiento sin estigmas de amigas, familia, pareja, o de colectivas feministas como Las Calafias, Brujas Californias, Aquelarre del Desierto, Pitahayas Feministas y La Alhuata Feminista, y de acompañantas de aborto autónomas.

Ese es realmente el logro conquistado, un paso hacia el aborto libre, en el que hay opciones para que de verdad las personas puedan elegir la forma en la que desean llevar a cabo sus abortos y de esta forma ejerzan su autonomía y autogestión. El resultado es que 17 mujeres han solicitado una Interrupción Legal del Embarazo en los hospitales de la SSA BCS, mientras que los abortos con medicamentos en casa no han parado de suceder. 

Aunque el aborto es un derecho que abona a la libertad de las personas, aún quedan varios puntos por atender para fortalecer la desición de las mujeres, la accesibilidad y la seguridad. Por ejemplo, el aborto no es accesible para todas debido a que las clínicas de la SSA BCS no llegan a toda la geografía del estado. Hay zonas donde predominan las unidades de otras instituciones como del Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), los cuales se rehusan a practicar la ILE y tienen que referir a las pacientes a las clínicas de la SSA, lo cual implica desplazamiento y una violación al derecho que tienen todas las personas a decidir ser atendidas en las instituciones en las que son derechohabientes.

También hay que señalar que en lo que va del año la SSA ha practicado 2 legrados y se desconocen los criterios por los cuales se decidió llevarlos a cabo, aún cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha evidenciado que es una técnica obsoleta y con mayores costos para el sistema de salud, por lo que el Lineamiento Técnico para la atención del Aborto Seguro en México emitido por la Secretaría de Salud dice que no es recomendable practicarlo, y ambos consideran el uso de medicamentos o la aspiración como más prácticos, ambulatorios y de alta efectividad. Por lo que en estos casos las instituciones no deberían practicar el legrado y no imponerlo, al contrario deberían dejar que la persona decidiera si quiere llevar a cabo su procedimiento con AMEU o con medicamentos.

La ley establece 5 días hábiles para que la SSA realice la atención y ese tiempo puede ser utilizado para asegurar que existan condiciones apropiadas para la paciente para que no haya ningún riesgo, sin embargo en algunos casos, se ha requerido de los 5 días, lo cual no es viable por ejemplo para una persona de clase trabajadora que no pueden ausentarse por tanto tiempo en su trabajo. Ante esto la respuesta de la secretaria de salud, Zazil Flores Aldape, quien ahora sí apela a la decisión de cada persona dice que, “ya es decisión de cada persona si quiere invertir este tiempo en este procedimiento. Todo mundo está en derecho de tomar estas decisiones y debe quedar claro que el hecho de solicitar estudios está hecho para garantizar que la atención sea de calidad”. Aquí nuevamente la alternativa es que el ISSSTE e IMSS brinden este servicio para que la SSA pueda ser más rápida en su atención.

Por su parte, el IMSS y el ISSSTE quienes actualmente solo practican abortos cuando sea a causa de una imprudencia de la mujer embarazada, cuando sea resultado de una violación o cuando de no provocarse el aborto, la mujer embarazada corra peligro de muerte a juicio del médico, ni si quiera permite que las las mujeres y personas con capacidad de gestar en sudcalifornia decidan voluntariamente si quieren o no practicarse abortos en sus instalaciones, negando este que es un servicio de salud más. En la actual situación, estas instituciones deben cumplir con los protocolos para brindar los abortos que SÍ están capacitados para brindar, y evitar persuadir, maltratar y criminalizar (como sucede  todos los dias) a sus derechohabientes que acuden por abortos espontáneos y de quienes intentan acceder a la ILE, ya que a la primera le tienen que garantizar la atención y a la segunda, referirla a una institución de la SSA.

Finalmente, mientras que la legalización solo hace legales la ILE hasta las 12 sdg, hay personas que continúan siendo criminalizadas y obligadas a continuar con sus embarazos (lo cual es considerado tortura o trato inhumano por la CEDAW) y por lo tanto, a una maternidad forzada, simplemente por no cumplir con ese requisito. En estos casos, las mujeres siguen contando sin muchas opciones, pero si las hay en las colectivas feministas y acompañantas de aborto autónomas.

Con el aborto legal, BCS ha dado grandes pasos para que las mujeres y personas con capacidad de gestar puedan tener más libertad y decidir no solo sobre su cuerpo (reproducción), sino también en las condiciones en los que lo llevará a cabo, sin embargo, quedan grietas por las cuales se siguen colando la criminalización, el estigma, malas prácticas y la inaccesibilidad del aborto, que nos posicionan lejos pero cada vez más cerca del aborto libre.