Colectivos, ambientalistas, académicos, y ciudadanos inconformes, lanzan convocatoria y abren hashtag #SobornemosaSemarnat #SobornemosSemarnat, con una dura crítica contra la institución y su papel como autoridad ante posibles impactos ambientales de los proyectos de muelles para recepción de cruceros en La Paz y Cozumel.

La unión de colectivos, ambientalistas, académicos, trabajadores del sector turístico y manifestantes en general contra la entrada de cruceros a la ciudad de La Paz, Baja California Sur, en colaboración con quienes advierten y reclaman de esta problemática desde Cozumel, Quintana Roo, acaban de publicar un texto informativo, de convocatoria y crítica contra la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Dicha dependencia «está operando a favor de los proyectos de puertos de cruceros en dos zonas (Cozumel, Quintana Roo, y La Paz, Baja California Sur) en donde afectarán grave e irreversiblemente ecosistemas marinos delicados y esenciales», –asegura el texto.

Señalan que dicha autoridad «incurrió en graves omisiones al aprobar la Manifestación de Impacto Ambiental para el proyecto del 4to muelle en Cozumel», por lo que esperan que incurra en esas mismas omisiones en el proyecto de Pichilingue.

Ya que el texto tiene una crítica dura, a manera de sátira o quizá literal, contra la Semarnat, a continuación lo publicamos de manera íntegra para que sea el lector quien lo considere de primera mano.

#SobornemosaSEMARNAT PARA QUE PROTEJA LOS ECOSISTEMAS MARINOS Y COSTEROS

 Somos un colectivo de personas desesperadas por proteger nuestra casa común. Queremos hacer un último intento para salvar nuestros océanos.

  La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) está operando a favor de los proyectos de puertos de cruceros en dos zonas (Cozumel, Quintana Roo, y La Paz, Baja California Sur) en donde afectarán grave e irreversiblemente ecosistemas marinos delicados y esenciales.

 La autoridad incurrió en graves omisiones al aprobar la Manifestación de Impacto Ambiental para el proyecto del 4to muelle en Cozumel.

Nos organizamos para incentivar a la SEMARNAT para que cumpla la ley.

Nos hemos propuesto juntar 1 millón de pesos. Esperamos que esta cantidad sea atractiva y consiga que la SEMARNAT cumpla su mandato de procurar “la máxima protección, conservación y aprovechamiento de los recursos naturales (sic)” y en consecuencia, rechace estos megaproyectos.

Nos articulamos desde Cozumel, Quintana Roo y La Paz, Baja California Sur, donde se pretende construir y ampliar muelles para recibir megacruceros. Estos proyectos amenazan directamente las formas de vida y subsistencia de las personas que habitan estas ciudades y el equilibrio ambiental de ambos sitios, además de que constituyen una pieza más del modelo de maldesarrollo que acelera y propicia la Crisis Climática que vivimos en nuestro planeta.

Organizaciones de sociedad civil, activistas, colectivos, tiburones ballenas, corales, tres langostinos, varias familias de esponjas de mar y medio centenar de mantarrayas nos organizamos para persuadir, por todos los medios posibles, a la máxima autoridad medioambiental de nuestro país, a la luz de los siguientes hechos:

El 12 de diciembre de 2021, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales aprobó el proyecto de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto denominado “Muelle Cozumel. Terminal de cruceros”. Organizaciones locales y ciudadanía de Cozumel han manifestado su desconcierto ante esta resolución, ya que la MIA presenta importantes deficiencias, tales como omitir el sitio exacto en el que se pretende ejecutar la obra, además de ocultar la existencia de especies que se encuentran sujetas a protección especial, como el coral Cuerno de alce (Acropora palmata), protegido por la NOM-059 y actualmente utilizado en diversos proyectos de restauración arrecifal en Quintana Roo. Además, se desestimaron las opiniones negativas para el proyecto de cientos de personas, organizaciones de la sociedad civil, especialistas e incluso entidades gubernamentales, como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

De manera paralela, en La Paz, Baja California Sur, se anunció el proyecto de ampliación de la Terminal Marítima Pichilingue; con la intención de desarrollar infraestructura capaz de recibir megacruceros y proveer servicios y entretenimiento para quienes en ellos arriben. A pesar de que SEMARNAT no ha emitido dictamen sobre la MIA, organizaciones ambientales y la sociedad en general temen la aceptación de un proyecto que impactará en La Paz de forma irremediable, que afectará negativamente a los comercios locales, encarecerá las rentas, aumentará la demanda de energía -habrá más apagones– concentrará los recursos entre intereses extranjeros, incrementará el estrés hídrico, desplazará especies fundamentales para el equilibrio ecosistémico, tales como el tiburón ballena, y destruirá el paraíso que por años hemos resguardado.

Además de que provocará el acaparamiento del aforo permitido en Balandra, que le quitará a la población local la oportunidad de disfrutar la más icónica playa de la ciudad, la primera inconsistencia en este proyecto es que -de acuerdo con el Programa de Desarrollo Urbano de La Paz- la zona en donde se proyecta construir tiene un uso de suelo denominado de Equipamiento Urbano, en el que las instalaciones portuarias y de usos marítimos no están contempladas, lo que hace incompatible al proyecto.

En un acto desesperado e inaudito, organizaciones, activistas y colectivos recurrimos a formas poco ortodoxas para motivar el cumplimiento de la ley. Convocamos a la ciudadanía para que se sume a la defensa de nuestros ecosistemas marinos y costas, para que durante los próximos fines de semana se una a la colecta nacional para que #SobornemosaSEMARNAT (desconocemos la cifra necesaria) y podamos persuadir a la autoridad para que cumpla la ley. Para efectos de la colecta, se aceptan terrenos, departamentos y casas en el extranjero (sabemos que son bien vistos por autoridades de todos los niveles y partidos), maletines (con o sin ligas), cheques, joyas, automóviles en buen estado (mejor si son eléctricos), monedas de circulación legal (excepto criptomonedas por su impacto ambiental). Tenemos dudas de si una colecta masiva para que se cumpla la ley puede considerarse como un soborno.

Sabemos que en el pasado (aunque por los hechos se infiere que también en la actualidad) esta práctica se ha usado para conseguir el aval de las autoridades medioambientales para diferentes megaproyectos, por eso ahora convocamos a la población para que “sobornemos” a la SEMARNAT para que se decida a frenar la destrucción de estos ecosistemas únicos y fundamentales para el equilibrio de nuestro planeta.

Rechazamos toda forma de corrupción, pero la urgencia nos apela a actuar e imaginar las vías a nuestro alcance para seguir contando con la vitalidad de los océanos y sus sistemas de vida. En caso de que no contemos con un canal directo y público para entregar el dinero recaudado, así como la garantía de que se cumplirá la ley, lo pondremos a disposición de las acciones de los colectivos y organizaciones para la defensa del territorio en contra de los muelles de cruceros en Cozumel y La Paz.

“Si el paraíso existe es porque lo defendemos”

Atentamente, la colectividad de la esperanza desesperada.