Las empresas inmobiliarias PIEDRA BOLAS y SIX FUND S.A. de C.V. tienen un trato entre ellas con el que acaban despojando, desde 2013, a habitantes de la delegación de Miraflores, que dirigieron una carta al gobernador Víctor Castro Cosío para denunciar estas injusticias, a casi 9 años ya de haber denunciado estos hechos con las autoridades correspondientes.

La empresa Piedra Bolas, representada por Jorge Mercade Dura y Andrés Rubén Castillo, como Six Fund, representada por Luis Raúl Lizárraga Duran, están relacionadas con los bancos españoles Bankia y Caixabank, los que presuntamente han simulado la compraventa de terrenos en playas de Los Cabos, negocio con el que evitaron el pago de impuestos federales por más de 150 millones de dólares y 6 millones de dólares en predial; e incluso con posible lavado de dinero al simular remates a precios del 15 por ciento de su valor real.

Ahora, la señora María Julia Marrón Fiol tiene que relatar una vez más los hechos mediante una carta al gobernador del estado, pues tanto la empresa Piedra Bolas como recientemente Six Fund continúan con agresiones y amenazas en sus intentos por apoderarse de territorio sudcaliforniano. En este caso en el predio El Ciruelo en Miraflores, donde Marrón Fiol tiene su ranchería Los Ciruelitos, que ha sido dañada por personal de una y otra empresa.

En la carta, Marrón Fiol cuenta cómo gracias a la colaboración de vecinos se enteraron de que personas desconocidas andaban desmontando y brechando por Piedras Bolas en Los Frailes. Informa también de que era sabido en la población de que dicha empresa mantenía un litigio –pues se consideraba dueña del sitio– contra vecinos que reclaman derechos de herencia.

Se aclara también en la carta que, aunque es verdad que al pedirles a quienes desmontaban que dejaran de hacerlo, se iban, regresaban después con más personal, hasta que se les tuvo que decir que ya habían interpuesto una denuncia contra la inmobiliaria Piedra Bolas, a lo que respondieron que trabajaban para Six Fund.

A partir de ese momento, no obstante los rancheros les dijeran que no importaba para qué empresa trabajaran, la actitud del personal fue más hostil, agresiva, con amenazas y violencia verbal. Por lo tanto, se solicitó el apoyo del delegado de Miraflores Juan Domínguez, quien envió una patrulla pero días después la empresa insistió.

No sólo es a la señora María Julia Marrón Fiol y a sus familiares a los que se ha tratado así, y dañado su propiedad. Más bien «sobran ejemplos cercanos», dice ella, de destrucción de propiedad por parte de las mismas empresas.

Por último, María Julia apela a la sensibilidad mencionando la condición en la que vive con su familia y madre, de edad avanzada, quien «nada más conoce esta forma de vida ranchera» y a quién todavía le queda ímpetu y el natural fluido choyero como para hacer unos buenos quesos de vez en cuando y unas tortillas de harina. «Ama esta tierra, ver el amanecer y el mugir de las vacas; nunca se irá a otra tierra».

Ahora bien, la defensa de su territorio parece requerir capacidad económica, que María Julia confiesa no tener, y por ello envía esa carta abierta, mientras la empresa (sea Six Fund o Piedra Bolas) no desiste.