La empresa transnacional New Fortress Energy (NFE), que busca vender gas natural en el estado y generar energía en Puerto Pichilingue, en su ciudad capital informó a medios nacionales de un retraso en el inicio de sus operaciones. Lo que hará tardar más la operación de una de las obras más promovidas en los últimos meses del periodo de Carlos Mendoza Davis.
Lo anterior, mientras la empresa construye a marchas forzadas sus instalaciones en dos puntos sin esperar un fallo en sus manifestaciones en materia de impacto ambiental.
De acuerdo con un comunicado de la empresa a medios internacionales NFE cambiar sus pronósticos para iniciar la generación de energía y la operación de su planta regasificadora de gas natural licuado para principios de julio, las cuales aún construye en dos sitios: el área concesionada en puerto Pichilingue y los terrenos en continuidad con el estero Enfermería y la planta Punta Prieta de la Comisión Federal de Electricidad.
La terminal de Pichilingue en La Paz con el objetivo de procesar 1.8 millones de galones de gas al día, y permitirá generar un excedente en el subsistema de generación eléctrica de Baja California Sur.
En marzo pasado, tras la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, la empresa anunció su acuerdo para suministrar gas natural a dos plantas de energía de la Comisión Federal de Electricidad en el estado con el gas que pretende importar a su terminal.
En aquel momento la paraestatal afirmó que el suministro de gas natural habría de comenzar a más tardar en mayo, lo que permitiría echar andar dos turbinas de gas natural ya instaladas esperando la molécula para generar excedente hasta por 90 megawatts.
Sin embargo, por razones poco claras el suministro se ha hecho esperar y la demanda más alta de temporada de verano en la región ya provocó fallas en la provisión del servicio eléctrico en la media península.
Debido a diversas situaciones relacionadas con el precio del gas natural en el mercado de los energéticos y problemas particulares de la expansión de la infraestructura instalada por NFE en Latinoamérica, la transnacional reportó pérdidas el primer trimestre del 2021 por 39.5 millones de dólares, que indican su tendencia a la baja luego de pérdidas en 2020 por 60.1 millones de dólares.
Ante la premura por iniciar operaciones, la empresa parece no estar esperando para contar con permisos en materia de impacto ambiental, pues presentó una Manifestación de Impacto Ambiental.
Hace apenas unos meses para un sitio donde ya se realizan obras de construcción que como lo indican las fotografías que ya circulan en medios locales de comunicación social.