Profepa espera resultados sobre posible violación a zona federal por uso de maquinaria pesada por parte de empresarios

La presidenta municipal, Milena Quiroga, se comprometió hoy a la reinstalación de las palapas que fueron retiradas de una playa de la comunidad de El Sargento, por una empresa privada, causando la indignación de la ciudadanía.

En gira de trabajo por la subdelegación, fue acompañada por regidores, así como funcionarios de Profepa y Semarnat, en la que se reunieron con el delegado Moisés Calderón Hirales y el comisariado de la región. Se trataron los temas de la recolección de basura, la construcción de vialidades para mejor acceso a La Ventana y El Sargento y se aprovechó para emitir un claro mensaje: «No vamos a permitir que nos quiten las playas».

Si bien la reposición de las palapas parece cosa sencilla, podría venir acompañada de una investigación por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por al menos dos razones: el área es zona de anidación de tortugas, con lo cual queda prohibido el uso de maquinaria pesada, que fue la que se utilizó para retirar las palapas. Y por otra parte, si está dentro de los 20 metros que delimitan la zona federal marítimo terrestre(Zofemat). De lo anterior aun esperan resultados, según Franco Castro Álvarez, director municipal de Zofemat.

Los empresarios Manuel Vila Velázquez y Alfredo Rendón, quienes aseguran ser apoderados legales, del área afirman que su empresa «Tatehuari» rentó una parte de la tierra de propiedad privada que está junto a la zona federal de la playa «Agua Caliente», para crear un centro deportivo y cultural al que tendrá acceso la población. Es decir que están, según su versión, sobre suelo privado, cosa que tendrá que determinar la Profepa.

Los empresarios agregan en su defensa que las palapas fueron colocadas por extranjeros en esa zona federal, que acordaron junto con el ejido su reubicación.

Por su parte, la Secretaría de Planeación Urbana, Infraestructura y Movilidad, reconoce que emitió un dictamen favorable de uso de suelo a los empresarios, pero que ese dictamen no da poder a que se utilice maquinaria pesada en esa zona.

Como sea, la denuncia está hecha y, de ser el caso, se continuará con una investigación. Por lo pronto, el compromiso de Milena Quiroga está apalabrado con la comunidad irritada, que no parece ver con buenos ojos este tipo de construcciones en los lugares donde han convivido toda su vida.