Litoral

Pasaje político para jóvenes y no tan jóvenes.

Capítulo I, 3ra parte de la novela; “Todos en Contra de Willy Casper”.

Alfredo Zuloaga González

Dentro de la “polaca” sudcaliforniana, mucho más allá de los intereses, y  a las declaraciones que dio a conocer el proyecto de la coalición Morena-PT-PVEM sobre los candidatos que entrarán a la contienda de la presidencia municipal y diputaciones locales en los 5 municipios de BCS, nos vienen algunas ideas al pensamiento de los y las sudcalifornianas. Lo primero es, ¿Qué pasó? A las índoles federales se les debió haber prometido algo exquisito para lograr doblegarse y oponerse a las palabras del mandatario nacional, de; que no dejaría entrar por ningún lado a aquellos que habían faltado alguna vez a la patria. Y deviene lo anterior también a nivel local, porque mencionó a algunos personajes que hace algunos años ya habían incursionado en el deporte político y que habían dejado de qué hablar, y no para bien. Por otro lado, parece que los otros movimientos también lanzaron la convocatoria de sus aspirantes, y como habíamos mencionado en artículos anteriores, se veía venir un desplome en la conducta política de BCS.

Pero a nosotros no nos competerá adentrarnos de lleno,  porque el pueblo de sudcalifornia, ya es un Estado mayor de edad desde los 70’s, ya no se le tiene que decir qué hacer. Lo que sí se me obliga <<desde una posición personal y social>>, es recordar a los sudcalifornianos “NO OLVIDAR”. Que se mire aquel ejemplo de civismo que nos mostraron aquellos que se preocuparon por su tierra, por su pueblo. “Que mi tierra se quedara así de la misma forma, y que su gente viviera de la mejor manera. Que el cambio se mirara reflejado en sus nóminas, entre sus limpias arterias, en el  cuidado de sus espacios ambientales y de sus hijos en las calles. El solvento para el mantenimiento de sus espacios recreativos y ofrecerles lotes frente al mar. ¿Qué tan difícil pudiera ser?”, a palabras más o menos expresó mi amigo Mario González.  Pero al parecer, a lo que va del paso de los años si debe de ser un trabajo de alta dificultad. Es verdad, no se está en esa posición y  las necesidades de las y  los sudcalifornianos <<como también en los seres humanos>>, son muy demandantes. Pero por otro lado,  si una administración trabajara cien por ciento por su pueblo, con el ímpetu real de servicio, con la entrega y dedicación que en algún momento lo puso en esa “malignidad de la suerte” que lo llevó a ser el guía de su pueblo, podría existir una armonía social, tranquila y justa.

Yo le apuesto a que los nuevos modelos de administración pública tienen que surgir ya en estos tiempos. La sociedad tendrá que adentrarse más al control de los manejos gubernamentales, así como una especie de consejo ciudadano que esté a cargo del monitoreo. Que irá de afuera hacia adentro, y éstos mismos tendrán que mostrar a la población cómo es qué y a dónde es qué se implementan sus finanzas, y los que administran tendrán que rendir la cuenta.  Todo esto lo decimos independientemente de lo que surja en lo venidero. También, recordarle a aquellos que no tienen la intención, ni la vocación en el quehacer de los asuntos de las ciudades, que no utilicen la península de BCS para limarse las uñas.

¡Sonó la campana!

Zona Literaria:

Todos en Contra de Willy Casper”  Capítulo I.

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Era común mirar a Willy y sus compinches en el parque “Revolución” pasando las 4 de la tarde. Entre sus pláticas y charras ya se lanzaban retos de las próximas travesuras que harían. El más temeroso de los tres era “El Curriqui” Alonso, y antes de realizar cada hazaña antisocial, la pensaba dos veces hasta que escuchaba  un;  “¡Apúrale, hazlo ya!” del Doble R, o un “Gallina” en forma burlesca de Willy Casper.

Los meses pasaban deprisa, los chicos regresaban a sus clases y Willy al salir de la escuela llegaba rápido a atender la gestión de las ventas en la talabartería. Cuando se acercaba la media tarde, ya se miraba  el “Doble R” en su bicicleta afuera esperándolo en la acera de enfrente. El Señor Mallaga solo miraba a Willy y le mencionaba que no se metiera en problemas, que ya le habían informado sobre las hazañas que habían hecho él y los chicos tan solo en los primeros meses de ese año.

Rony Ríos, el “Doble R” o el Ganster, como le decían entre los murmullos de su vecindad, y “El Niño” Casper Mallaga, pasaban a la casa del “Curriqui” a las 3 cuadras de su manzana. Esta era una casa con una facha increíble, medía casi los 50 por 50 el terreno, y tenía un portón de madera con unas figuras talladas a mano. Era la casa de los abuelos de Adán Alonso, y éste ya los esperaba a  la vuelta por la salida trasera de la casa.

Comenzaron a rodar por las calles del centro. Se bajaban de sus “biclas” y con una pintura que Willy había tomado de la talabartería ponían sus apodos en algunas paredes y buzones. “Aquí estuvo el DobR”, “El Curri”, “Casp”. Los vecinos y los dueños de algunas tiendas los miraban y se decían: “Ese Willy Casper y los malhechores”….