El pretendido súper policía que empezó su carrera como funcionario en la administración del ex presidente Vicente Fox y la continuó en la supuesta guerra contra el narcotráfico declarada por Felipe Calderón fue declarado culpable este martes 21 de febrero de 2023 de los cinco cargos por los que se le acusaba.

Los cargos, que se estaban manejando como tres cargos por conspiración para facilitar el tráfico de cocaína, otro es por delincuencia organizada y otro nada menos que por dar declaraciones falsas a la Corte de Brooklyn, la misma que enjuició y condenó a Joaquín «El Chapo» Guzmán.

Genaro García Luna fue detenido en Texas en diciembre de 2019, cinco meses después de que se le dio un encierro definitivo al El Chapo, condenado a cadena perpetua.

Los cargos a García Luna se traducen de 20 años a cadena perpetua, mismos que serán formalizados el próximo 27 de junio.

La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York acaba de corroborar la acusación de haber colaborado durante años con el Cártel de Sinaloa en medio de las otras decenas de cárteles importantes, a cambio de sobornos de tamaño millonario.

«Es imposible que el cartel se hubiera expandido como lo hizo sin el apoyo del Gobierno mexicano», declaró la fiscal Saritha Komatireddy.

Más de medio millón de personas asesinadas y 100 mil desaparecidos están bajo la nube de la administración en la que participó García Luna, vivida por el pueblo mexicano sin ningún lugar a pruebas documentales sino a través del hacer cotidiano, de las calles en los barrios y del abarrotado mundo de las noticias de toda clase de balaceras, ejecuciones y levantones por el amplio México.

Quien piense que ésta no es una noticia local de cualquier estado, ciudad o pueblo del país, es acaso porque acaba de nacer ayer a las cinco de la tarde.

Por otra parte, hay que reconocer que para la gran mayoría de mexicanos esta noticia puede ser una satisfacción que quizá no baje el precio del huevo o la tortilla pero que da pie a otra pregunta: ¿Y Calderón?

El periodista Oscar Balderas, como varios otros, propone que hay una reflexión pendiente que tiene como punto focal a quienes lo encumbraron, y que uno de ellos, como Calderón, posiblemente hoy mismo esté bañando elefantes en Indonesia o buscando apresuradamente bebidas en un país con el mayor número de población musulmana del mundo.

Quienes pese a la realidad de la memoria defendían o anulaban el caso de García Luna en sus grandes medios informativos, seguramente darán de qué hablar en esos medios si no presentan la noticia del veredicto de Brooklyn.

Unos dicen, no llueve. Otros dicen, llueve. Otros, abren la ventana para ver si llueve o no. Y otros, simplemente niegan que exista la lluvia en el mundo: pese a que todos estemos empapados en el patio de un país.

Y como la lluvia salpica. Así salpica la sangre. A algunos, como «daños colaterales». A otros, porque la sacaron de los cuerpos que la contiene, o porque ordenaron el chubasco.